Iglesias impone obligaciones a la militancia de Podemos alarmado por la desmovilización
Exige participar en los Círculos locales de la formación morada como requisito para ser militantes
Podemos nació como el partido de los círculos. Una pretensión de hacer política de abajo arriba, evaporada. La jerarquización cada vez mayor de la formación morada, el blindaje del núcleo de poder y decisión y la vorágine electoral convirtieron el círculo en una línea de arriba abajo. Esa desconexión, las quejas de las bases por falta de participación, interactuación, y la falta de una estructura territorial llevan al partido a iniciar un proceso para implantar un nuevo modelo organizativo, que pretenden sea realidad para finales de año. Para ello, Pablo Iglesias impone nuevas obligaciones a sus militantes: deben pagar una cuota de tres euros y deben participar en un círculo, al que obligan a que esté activo y se reúna al menos una vez cada tres meses.
La ruptura con las bases, esa desunión con el que se suponía el primer eslabón, causa inquietud y preocupación en Podemos. El partido sobrevivía, mal que bien, en las elecciones generales, pero se hundía en las citas autonómicas y municipales, donde la carencia de infraestructura, de logística, pasaba una gran factura. Internamente, sobre todo más allá de Madrid, se critica la «desatención» y el hecho de que «sin implantación territorial no existes». El diagnóstico era claro: no hay estructura, no hay militancia activa, no hay partido, no hay opción de hacer política activa.
Una visión sobre la que, incluso, alertaron personas cercanas a Iglesias, como Juan Carlos Monedero: «En estos seis años, el gran déficit de Podemos han sido los círculos. Los hemos abandonado porque la carrera electoral ha vaciado nuestras energías», avisó en diciembre de 2019. Esa preocupación por la desmovilización está latente hace tiempo. Iglesias ya se vio en la necesidad de crear en su ejecutiva una secretaría de Círculos para «cuidar a la militancia. Hace año y medio, el líder morado incluso alertó a los suyos sobre las dificultades para convertirse «en referente territorial». Ahora, y tras la debacle de las últimas elecciones autonómicas y municipales, va un paso más allá y pide a los propios militantes «más compromiso con la organización». En 2016, el partido ya lanzó la campaña Activa Tu Círculo, que no obtuvo el
éxito esperado. Ahora, el partido busca resucitar los círculos en un proceso que arrancó ayer. En su tensión permanente de querer tener un pie en la moqueta y otra en las plazas, impone a sus bases este trabajo de reactivación de la política a pie de calle y de trabajo con los movimientos sociales.
El llamamiento es directo: «No sirve votar cada cuatro años. Si queremos cambiar las cosas de verdad, tenemos que contar con el compromiso, con el sacrificio y con el tiempo de ustedes. Sólo tenemos a la militancia, a la gente, para presionar, para estar en los movimientos sociales, para estar en la calle y conseguir que las políticas de este país se cambien», es el mensaje de Alberto Rodríguez, secretario de Organización, a las bases.