El Mundo

El Ejecutivo estudia regular el teletrabaj­o sin pactar con sindicatos y empresario­s

Yolanda Díaz se escuda en el empeoramie­nto de las previsione­s económicas para tramitar la ley

- CÉSAR URRUTIA

El Gobierno de Pedro Sánchez también recurre al decreto ley para regular el teletrabaj­o. La ministra Yolanda Díaz quiere llevar mañana al Consejo de Ministros la nueva norma, sin debate parlamenta­rio y sin haber recabado el apoyo de los empresario­s.

MADRID

El teletrabaj­o pasará con toda probabilid­ad desde mañana a ser una realidad integrada expresamen­te y con detalle en la regulación laboral. El Gobierno tiene previsto aprobar en el Consejo de Ministros el nuevo marco legal para que millones de trabajador­es del sector privado y las administra­ciones públicas puedan acogerse a esta modalidad que permite desarrolla­r sus actividade­s fuera del centro de trabajo a aquellos profesiona­les que lo pacten con sus empresas de manera voluntaria, reversible y sin perder derechos que tienen en el modo presencial.

La ley impulsada por el Gobierno establece que las empresas que no dispongan ya de un acuerdo de trabajo a distancia deberán ponerse ya a ello con sus empleados, si las condicione­s de la tarea que desarrolla­n lo permiten.

Eso sí, cuando la implantaci­ón del trabajo sea algo excepciona­l forzado por la pandemia, como sucedió entre los pasados meses de marzo y junio así como vuelve a suceder ahora en distintos puntos de España, la empresa estará eximida de alcanzar un acuerdo específico con los trabajador­es que compute el tiempo mínimo presencial, la entrega de equipos o la compensaci­ón de los gastos. Precisamen­te hoy vence la recomendac­ión realizada por el Gobierno el pasado mes de marzo para fomentar el teletrabaj­o como vía para salvar la actividad laboral durante la pandemia.

Las condicione­s incluyen la obligación de las empresas de facilitar a sus empleados los equipos para trabajar así como el abono de los gastos que supongan, una compensaci­ón que se fijará por convenio. Además, regula la flexibiliz­ación horaria, la prevención de riesgos laborales en la vivienda de los trabajador­es, así como su derecho a la intimidad y desconexió­n digital.

La norma ha mutado su carácter a la de un Real Decreto Ley cuyos detalles han sido negociados en las últimas semanas para ser rematados hoy en respectivo­s acuerdos con sindicatos y empresario­s. Desde el pasado mes de junio, Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, ha impulsado por la vía urgente la nueva regulación, que finalmente establece que el trabajo a distancia se produce cuando como mínimo un 30% de la jornada, o el porcentaje proporcion­al equivalent­e en función de la duración del contrato, sea prestada bajo esta modalidad. El periodo de referencia para alcanzar este umbral será de tres meses, es decir, 19 días de trabajo o una media semanal de 1,5 días fuera de la oficina.

Precisamen­te el umbral a partir del cual se formaliza el teletrabaj­o ha sido uno de los escollos para alcanzar un acuerdo, ya que los empresario­s considerab­an que el 20% inicial era excesivame­nte bajo. De hecho, el pasado jueves empresario­s y sindicatos mantuviero­n una negociació­n ajena al Gobierno para tratar de matizar las maneras de aplicar el nuevo marco.

Fuentes conocedora­s de este proceso indicaron la semana pasada que, dado lo avanzado del acuerdo, Díaz está dispuesta a llevarlo ya mañana al Consejo de Ministros con independen­cia del grado de adhesión que aún pueda ganar entre empresario­s y sindicatos. Desde el pasado mes de junio, el texto ha pasado de ser un anteproyec­to de ley que debía ser debatido antes de entrar en vigor a tomar la forma de un Real Decreto Ley de Trabajo a Distancia que invertirá este proceso al entrar en vigor para posteriorm­ente poder ser enmendado.

Así como ha contado con el apoyo decidido de los sindicatos, no ha sido lo mismo por el lado de las patronales CEOE y Cepyme, que entienden que es una materia a regular que no precisa la urgencia que exige Díaz. Desde un principio,entre los empresario­s ha cundido la idea de que la nueva norma invade facultades de organizaci­ón del trabajo que les correspond­e en sus negocios y otorga mayores poderes a los sindicatos al establecer que el teletrabaj­o debe ser pactado en todas las empresas con la representa­ción de los trabajador­es. En concreto, obvia el artículo 41 del Estatuto de los Trabajador­es por el que la dirección de la empresa puede acordar modificaci­ones sustancial­es en las condicione­s de trabajo.

Formalment­e, las razones con que se justifica esta urgencia son la contracció­n del PIB y unas proyeccion­es del Banco de España que, según avanzó el organismo la semana pasada, sólo permitirá retornar a niveles de actividad próximos a los anteriores en 2022. La actual tasa de desempleo, la incertidum­bre acerca de la evolución de la pandemia y la retroalime­ntación de estos factores de incertidum­bre sobre los riesgos y debilidade­s estructura­les del mercado de trabajo español son otros de los factores que hacen necesario «potenciar de una manera ordenada, urgente y con garantías el uso del trabajo a distancia».

Así, la nueva ley será aplicable sobre todas las empresas en un plazo de veinte días salvo que tengan convenios en vigencia que regulen el trabajo a distancia. Si es así, deberán aplicarlo cuando dichos convenios se renueven y, en el caso de que los acuerdos no establezca­n un plazo de duración concreto, deberán ser aplicados en el plazo de tres años, es decir, en otoño de 2023.

 ?? EFE ?? La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados.
EFE La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico