Vía libre para Luis Suárez
Los abogados del jugador logran desbloquear la situación y el Atlético tendrá que pagar por objetivos
A última hora de ayer, el fichaje de Luis Suárez por el Atlético se desbloqueó finalmente. Durante todo el día, flotó la negativa de Josep Maria Bartomeu de abrir la puerta al delantero uruguayo, y menos al club rojiblanco, con el que había vivido una dura disputa un año atrás con el fichaje de Antoine Griezmann. Desde el club azulgrana exigían una cantidad cercana a los 10 millones de euros, mientras que el comprador, el Atlético, sólo valoraba la operación si el charrúa llegaba con la carta de libertad bajo el brazo. Los abogados del jugador se reunieron a última hora de la tarde con los dirigentes del Barça y acabaron por desencallar el asunto. La solución: el Atlético pagará por objetivos y no una cantidad fija,c omo reclamaban en el Barça.
Así que hoy, Suárez puede ser finalmente rojiblanco. Y Álvaro Morata, que pasó el reconocimiento médico en Turín, nueva pieza de la Juventus. Sin la salida del punta madrileño, el aterrizaje del killer uruguayo no habría sido posible. A sus 33 años (cumplirá 34 en enero), y pese a una operación de rodilla, ha sido capaz de marcar 21 goles en la temporada, que son los mismos que firmaron entre el propio Morata y Diego Costa.
Por el camino, cuando más atascada parecía la operación, ante el empeño de Bartomeu de impedir que el jugador se marchara gratis, llegó a surgir de nuevo el nombre de su compatriota Edinson Cavani, deseado en enero, pero que ahora habría parecido un segundo plato porque desde que Koemen notificó a Suárez que no contaba con él, Simeone ha tenido claro quién quería que fuera el delantero del proyecto que arrancará el próximo domingo frente al Granada (16.00).
Y es que buena parte de las trabas que ha puesto el Barcelona para desbloquear la situación vinieron por el fichaje de Antoine Griezmann, la temporada pasada. No sólo por las exigencias rojiblancas de que pagasen los 120 millones de su cláusula en efectivo, sino por la posterior denuncia ante LaLiga, al considerar los rojiblancos que habian negociado con su jugador estandarte, mientras se hallaban en el momento más decisivo del curso. Este periódico desveló que el conjunto rojiblanco tenía en su poder una cadena de correos electrónicos cuando se ultimaba el fichaje, en el que quedó pactado el reparto de 14 millones en comisiones. El caso es que el Barça acabó firmando la paz a cambio de 15 millones y el derecho de tanteo sobre cinco futbolistas, entre los que estaban Saúl y Giménez. Era ya otoño cuando el caso Griezmann quedó archivado. O, al menos, eso parecía...
Este recuerdo viene al caso para explicar buena parte de la situación que el Atlético se encontró durante todo el martes con Luis Suárez, cuando creía tenerlo atado. El día que Ronald Koeman le comunicó por teléfono que no contaría con él (24 de agosto), a Simeone se le abrieron los ojos de par en par. Y, prácticamente desde aquel instante, el técnico argentino ha hecho todo lo posible para persuadir al delantero de que el Metropolitano era su mejor destino posible. El hilo telefónico ha estado abierto entre ambos durante estas semanas y ha sido clave para que el charrúa haya empujado para vestir de rojiblanco.
El asunto estaba tan encauzado que Álvaro Morata se presentó en Turín para pasar el reconocimiento médico con la Juventus, convencido también de que el anuncio oficial de su regreso a Italia era inminente. La cesión (con opción de compra por 45 millones) reportará cerca de 10 millones a la entidad rojiblanca. Sin embargo, hasta que Bartomeu no dio el visto bueno al pago por objetivos del Atlético, no hubo acuerdo.
En la Juve pudo acabar Luis Suárez, que realizó la semana pasada un examen de italiano en Perugia para obtener la nacionalidad, requisito indispensable para un fichaje que se frustró por el camino. La fiscalía investiga ahora si falseó ese examen, tras, presuntamente, llegar a un acuerdo con la universidad.
Así que, el Atlético se presentaba como el mejor destino. Su acuerdo verbal con Luis Suárez, que encaja milimétricamente con lo que busca Simeone para su ataque, es total. Incluso las cifras de su nuevo contrato, próximo a los 10 millones que ahora mismo perciben Oblak y Costa, los que más cobran de la plantilla, están perfiladas. El año de contrato que aún le queda al uruguayo, que cumplirá 34 en enero, es el principal obstáculo que ayer se interponía en un camino que el lunes parecía despejado. Finalmente se solucionó.
Ayer, el Atlético, decidido a no cambiar su postura, esperó acontecimientos y la apuesta le acabó saliendo bien. La prioridad para Simeone es Suárez. El argentino está pendiente de cada detalle de ese movimiento. Y eso que hay algún nombre más –«un tapado»–. Pero ninguno como Luis. Ahora ya no depende de él ni de su persuasión. Aquella guerra entre el Atlético y el Barça que generó la marcha de Griezmann mantuvo la situación en punto muerto.