El consumo corta en seco la recuperación y se hunde un 15% en una semana
• El uso de tarjetas de crédito corta su tendencia ascendente de los últimos meses y se hunde un 15% en sólo una semana • Los rebrotes y el temor a nuevas restricciones impactan especialmente en la hostelería
El aumento de los rebrotes por coronavirus y el endurecimiento de las medidas para intentar frenar el número de contagios comienzan a dar sus primeros golpes a la economía. Los datos de uso de tarjetas de crédito adelantan un freno en el consumo por parte de los hogares en la segunda quincena de septiembre, agravados con caídas que han llegado a ser de doble dígito en los últimos días.
Las transacciones realizadas durante los últimos siete días en el conjunto del país han bajado un 15% con respecto a los siete días precedentes, según los datos recogidos por los terminales de pago del Banco Sabadell. Este termómetro económico refleja un descenso preocupante al pasar de un crecimiento intersemanal del 4% en los últimos días de agosto a la caída de finales de mes.
Si se compara con la situación económica del año anterior, previa a la irrupción de la pandemia, el uso de tarjetas de crédito ha sido durante el último mes un 14% inferior, mientras que en la última semana se ha hundido un 27%. Y esto teniendo en cuenta que los españoles han dejado de lado el efectivo y reducido las retiradas de dinero en cajero un 11% en sólo un año.
Detrás de esta caída se encuentran las cada vez mayores restricciones a la movilidad aplicadas en grandes núcleos urbanos como Madrid, las limitaciones de aforo en la hostelería y el propio temor de los ciudadanos al contagio ante la expansión de la enfermedad.
El cóctel letal para la economía incluye además el tradicional efecto final del verano y la digestión de la cuesta de septiembre tras el incremento del gasto estival, y los estragos cada vez mayores de una crisis sanitaria que ya dura seis meses.
El parón económico es general, si bien sus efectos son mayores en regiones como Madrid, donde la pandemia está golpeando con más fuerza. La región, tradicional motor económico, es de forma inusual en estos momentos la autonomía que peor marcha a nivel económico si se compara con el mismo periodo del año anterior, excluyendo las devastadas Islas Baleares y Canarias por el parón turístico. La región capital ha sufrido un frenazo en la última semana, cuando el uso de tarjetas ha sido un 33% inferior al mismo periodo del año anterior. Son seis puntos menos que en el conjunto del país, donde el consumo ha sido equivalente al 73% de la actividad perdida por la crisis.
El parón de la economía también se comienza a reflejar ya de manera cruda en algunos sectores particulares. El más castigado vuelve a ser la restauración, lastrada en este caso por las restricciones de aforo ligadas a la pandemia. En el conjunto de España, el uso de tarjetas en restaurantes ha sido durante la última semana un 61% del registrado hace un año. En Madrid, apenas supera el 53%, es decir casi la mitad, coincidiendo con la entrada en vigor de las normas que prohíben servir en las barras, amplían la separación entre comensales y limitan a seis el número de personas por mesa.
El gasto en ocio también parece haber puesto fin a la recuperación veraniega y vuelve a situarse en cifras de crecimiento negativo dos meses después. El turismo sigue siendo la actividad económica más penalizada con una caída del 20%, mientras que el transporte cede un 21% pero sigue recuperándose poco a poco con las vueltas al trabajo y al colegio de miles de españoles, según las cifras recopiladas por los terminales de CaixaBank.
Los últimos datos publicados por el banco catalán se corresponden al 20 de septiembre, cuando aún no habían entrado en vigor las restricciones en grandes ciudades como Madrid o Barcelona. «A medio plazo, será clave seguir de cerca la evolución de los rebrotes, que podrían amenazar la estabilización del consumo en aquellas regiones que se vean obligadas a implementar nuevas medidas para contener la pandemia», explica el servicio de estudios de la entidad en su último informe. Mientras el consumo en restaurantes y ocio se frena, la compra de bienes de primera necesidad volvió a acelerarse en los últimos días y es un 29% superior a la de hace un año.
«Del mismo modo que el impacto inicial de la crisis fue asimétrico por actividades, la posterior recuperación también está siendo muy desigual. Mientras que algunas ramas industriales muestran un apreciable vigor, la vuelta a la normalidad está siendo más lenta en las actividades terciarias, especialmente en las relacionadas con el turismo y la hostelería, las más dañadas por las medidas de distanciamiento social, que vuelven a imponerse en algunas zonas», constata el servicio de estudios de Bankia.
Los datos del uso de tarjetas también evidencian la marcha de los pocos turistas extranjeros que visitaron España durante los meses de julio y agosto. En el pico más alto de la campaña estival el gasto con tarjetas de entidades financieras de otros países fue un 60% inferior al del verano de 2019. En estos últimos días de septiembre, la caída ha sido del 80% con el país encabezando de nuevo los registros de contagios mundiales.