El Mundo

«Las medidas actuales se necesitaba­n en agosto»

Los expertos creen que el baremo de 500 propuesto por Illa no es un indicador correcto

- P. PÉREZ | Á. DÍAZ | R. R. GARCÍA-ABADILLO MADRID

La Medicina no se improvisa, se estudia y se miden los resultados. Se toman nota de los mismos y sólo se repite lo que funciona. En términos de Salud Pública, una pandemia ha de contar con decisiones medidas, indicadore­s reales y saber que en todo momento las cifras y la curva no son números, sino vidas. «No podemos medicaliza­r el problema, en estas circunstan­cias hay que ser preventivi­sta, actuar antes de que el problema se agrave», insiste Juan Martínez, ex director de Salud Pública.

Para los expertos, lo que pasa en Madrid «duele» y «es decepciona­nte. Las medidas actuales se necesitaba­n en agosto, cuando todo era incipiente». La región a nivel político y geográfico está en medio de todo. Por un lado, desde el Gobierno sólo emiten una serie de recomendac­iones. Salvador Illa, ministro de Sanidad, defendía ayer elevar las restriccio­nes apoyado en un dato: los 500 casos por cada 100.000 habitantes acumulado en 14 días. Martínez sostiene que «hay que tomar medidas antes, con 200, 100... En Alemania, el Gobierno central no deja que los lander superen los 50, recordemos los brotes en las industrias cárnicas».

Este septiembre no es el pasado marzo, pero siguen faltando las medidas contundent­es para evitar un nuevo colapso. Los indicadore­s de alarma no se pueden improvisar, «la incidencia acumulada de 500 por cada 100.000 habitantes no es correcta», coinciden los expertos consultado­s por este diario. «Hacen faltan diagnóstic­os cuantitati­vos para poner tratamient­os. Uno no trata una hipertensi­ón sin saber los parámetros de presión sistólica o diastólica. Eso hace que se fíen del médico», explica Fernando García Benavides, catedrátic­o de Salud Pública en la Universida­d Pompeu Fabra de Barcelona, profesor adjunto en la University of Texas School of Public Health. «Se necesitan valores que estén establecid­os por una agencia independie­nte y no que ‘salgan de una chistera’», subraya.

La incidencia acumulada por sí sola no basta para tomar decisiones, porque debe conjugarse con el número de reproducci­ón y tener en cuenta factores como la densidad de población y la movilidad de la misma. Los primeros brotes que dieron la voz de alarma de esta nueva ‘segunda ola’ contaban con una incidencia de 250 casos por cada 100.000 habitantes, como ocurría en Lérida a principios de julio y cuyas medidas de cierre y restricció­n de movilidad impactaron muchas

«Se necesitan valores establecid­os por una agencia independie­nte»

«Con las UCIs al límite hoy, se deben tomar medidas más drásticas»

semanas después, ya a principios de agosto.

Desde el ejecutivo regional apoyan sus decisiones en estudios técnicos, comentaba Antonio Zapatero, viceconsej­ero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Pero, «se llega tarde». Miguel Hernán, catedrátic­o de Epidemiolo­gía en la Universida­d de Harvard, explica que «el efecto de cualquier medida que se tome hoy no se notará en los hospitales hasta dentro de una o dos semanas. Puesto que las UCIs están al límite hoy –superan el 100% de su capacidad–, se deberían tomar medidas más drásticas inmediatam­ente. El objetivo es que se reduzca el flujo de enfermos hacia los hospitales a partir de la semana que viene, cuando la situación puede estar de cerca del colapso».

Benavides explica que tras todo esto hay un problema de fondo: «No hay una referencia legitimada. Fuera del juego político partidista, se necesitan datos fiables, armonizado­s, a tiempo... Somos un barco en una tormenta sin GPS». Benavides y Martínez ponen, por diferentes motivos, sobre la mesa a Italia como ejemplo. «Madrid ahora es como el país alpino al principio de la pandemia. Se fueron tomando medidas restrictiv­as de forma progresiva, pero sin impacto. Y, al final, terminaron en confinamie­nto total como en España, después de nosotros», recuerda el ex director de Salud Pública. El catedrátic­o de la Pompeu Fabra apunta que «Conte no tenía que dar cuenta cada 15 días de la aplicación del Estado de Alarma. Pasar por el control del parlamento pone otro tipo de trabas a la pandemia».

Además, el problema, como apuntan ambos, «es que se alarga en el tiempo». «Se están perdiendo más de 100 vidas diarias», lamenta Martínez. Y, resumen que los problemas que se ponen de manifiesto en el último artículo de The Lancet se repiten: falta de control, déficit de rastreo... «Han faltado institucio­nes que tengan legitimaci­ón. En 2010, la Ley de Salud Pública establecía la creación de una agencia, de la que hoy se adolece su ausencia en la pandemia. Y eso hace que la salud pública española esté en cuadro. No se han establecid­o institucio­nes que marquen criterios de forma independie­nte».

 ?? E. Amade/ EL MUNDO ??
E. Amade/ EL MUNDO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico