Generaciones

RECLAMA Pablo Casado a Pedro Sánchez que escuche al PSOE histórico, el que se lleva las manos a la cabeza con los compañeros de viaje que se ha echado el presidente socialista. Lo dice Casado, el mismo que quiere trazar un cortafuegos con el PP más inmediato, el de la anterior generación, el que cocinaba Kitchen cuando él se estaba comiendo una yema de Santa Teresa en Ávila, el que dejaba campar a sus anchas por los despachos de Génova a Francisco Correa cuando él estaba aún en la universidad.

Casado quiere que Sánchez sí tenga en cuenta a anteriores generaciones, que enderece su errático camino atendiendo a los sabios consejos de la esencia del socialismo español y, sobre todo, los de su oráculo, Felipe González. Porque al veterano ex presidente le inquieta que su partido esté en un proyecto de país «con la gente que no cree que el país deba continuar como proyecto», y lo dice alto y claro.

Hay inquietud en las viejas generaciones del socialismo, pero también las nuevas. De lo más cierto que dice la vicelehendakari Idoia Mendia en la entrevista que le hizo ayer en este periódico Josean Izarra es que en el PSOE cada uno es libre de emitir sus opiniones, que la libertad interna es lo que marca la diferencia con otros partidos. Otra cosa es dónde acaba el que no esté con la ortodoxia del momento. A partir de ahí, ante la vacuidad de sus respuestas, el entrevistador pregunta y repregunta –es su trabajo– sobre

Las opiniones de dos generaciones, la de Felipe y la de Víctor, confluyen y en medio quedan las de los que mandan ahora

las palabras de Víctor Trimiño, el nuevo presidente de las juventudes socialistas vascas, en su toma de posesión: «Debemos estar enfrente de cualquier intento por normalizar o por blanquear a una fuerza política que sigue siendo incapaz de condenar más de 850 asesinatos y que sigue ensalzando a los terroristas que los cometieron. Ninguna necesidad aritmética justifica tratar como un partido más a quienes desde un punto de vista ético no lo son». Fue la afirmación de Trimiño, en pleno ejercicio de su libertad de expresión y de la diversidad de opiniones que habitan en su partido. El punto de vista de la líder socialista vasca es bien diferente: «Es un hito histórico que Bildu se esté comprometiendo con la gobernabilidad de España».

Las opiniones de dos generaciones del PSOE confluyen y, en medio, quedan las de los socialistas que mandan ahora. El veterano ex presidente González seguirá diciendo lo que le venga en gana, ya no hay quien le tosa. Al joven Víctor, que no ha vuelto a hablar desde el pasado domingo, le hemos pedido una entrevista. Quedamos a la espera.