Iglesias desata desde el Gobierno una dura ofensiva contra Felipe VI
Unidas Podemos lo acusa de romper su «neutralidad» y de «maniobrar contra el Ejecutivo»
«Nuestro lamento obedece sobre todo porque la presencia del Jefe del Estado en la entrega de despachos a los nuevos jueces responde al especial vínculo constitucional de la Corona con el Poder Judicial» (Carlos Lesmes)
El Rey hace público su malestar con el veto de Sánchez con una llamada a Lesmes tras el acto del Poder Judicial en Barcelona
El vicepresidente lo acusa de romper su «neutralidad política», Garzón dice que su situación es «insostenible» y Podemos se lanza
El presidente consiente el ataque, CEOE muestra su «rechazo absoluto» y Pablo Casado avisa de la «crisis institucional»
El veto del Gobierno a la presencia de Felipe VI en la entrega de los despachos a los nuevos jueces en Barcelona, el acto judicial más importante que se celebra cada año en Cataluña, desató ayer una fuerte tormenta política al incrementar la tensión entre el Ejecutivo y la Corona. Tras conocerse que el Rey telefoneó al presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, para transmitirle que le hubiera gustado asistir a la ceremonia, Pablo Iglesias y Alberto Garzón saltaron a la palestra acusando a Felipe VI de romper su «neutralidad política» y de «maniobrar contra el Gobierno». Garzón, incluso, llegó a afirmar que el Monarca está «incumpliendo la Constitución». Pedro Sánchez no hizo manifestación alguna sobre el tema, mientras que el PP y Ciudadanos exigieron al presidente que desautorizara a los dos ministros de su Gobierno por estos «ataques de populismo» que dañan la democracia, como manifestó Inés Arrimadas.
El veto del Gobierno a que el Rey asistiera ayer, como ha sucedido durante los últimos 20 años, a la entrega de despachos a la nueva promoción de jueces en Barcelona incrementó la tensión entre el Ejecutivo y la Corona. Pablo Iglesias, vicepresidente segundo, desató desde el seno del Gobierno un ataque contra Felipe VI, al que él y el ministro Alberto Garzón, además de otros dirigentes de Unidas Podemos, acusaron de romper su «neutralidad política» y de «maniobrar contra el Gobierno». Un señalamiento que se justificaba por la llamada telefónica que el Monarca realizó ayer a Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), para transmitirle que le habría gustado asistir al acto. Un gesto que certificaba la existencia del veto por parte del Gobierno a su asistencia.
El ataque fue al unísono desde todas las vertientes de Unidas Podemos: Podemos, IU, los Comunes... El más duro y grave fue el de Garzón. El ministro de Consumo consideró que la Monarquía está «incumpliendo la Constitución que impone su neutralidad». Garzón argumentó que la situación de la Corona «es sencillamente insostenible» y sólo es «aplaudida por la extrema derecha».
Una falta de neutralidad que también blandió como crítica Pablo Iglesias. El vicepresidente segundo, de manera sibilina, quiso acusar también al Jefe del Estado de no cumplir con este precepto. «Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado –en alusión a la llamada del Rey a Lesmes–, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma –en alusión a la posición de PP de no negociar–, actuaciones de la fuerza pública proporcionales –en alusión a las cargas policiales en Vallecas–».
Horas antes, la vicepresidenta Carmen Calvo había agradecido «la neutralidad política» del Rey. «Le agradecemos mucho a Felipe VI que sepa estar siempre en su sitio, que es el de la neutralidad política. Y son razones que ocupan el día a día, y que en este caso se han convertido en novedad política por una razón desde luego ajena al Rey y al Gobierno de España», dijo en un desayuno informativo en Andalucía. No obstante, todo el Gobierno ha justificado que se impidiera al Monarca acudir al acto judicial en Barcelona, incluida Carmen Calvo.
Las acusaciones de los miembros del Gobierno tienen lugar cuando Unidas Podemos ha elevado los grados de su campaña contra la Monarquía, particularmente tras estallar el caso de la supuesta fortuna oculta de Don Juan Carlos. Iglesias fijó como «tarea fundamental» de Podemos acabar con la Monarquía en España.
El toque de corneta en Unidas Podemos para atacar, una vez más, al Rey llevó también a cargos de esta formación a poner en duda la legitimidad de la institución. «Añadamos la legitimidad democrática de cada uno. El Rey [no le ha votado nadie] llama a Lesmes [mandato caducado hace dos años] para quejarse juntos del Gobierno de coalición [fruto de la mayoría parlamentaria tras elecciones generales]», expuso Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso.
«Un Rey anticonstitucional indica el mismo el camino de una República necesaria», fue la aportación del diputado y portavoz de Galicia en Común, Antón Gómez Reino. Y así se expresó Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos: «Un presidente de los jueces con mandato caducado, en nombre de un Rey que no ha votado nadie, carga contra un Gobierno salido de las urnas».
La crisis institucional entre Zarzuela y Moncloa creció así ayer muchos grados. Las reacciones fueron inmediatas. Desde PP y Ciudadanos se exigió a Pedro Sánchez que desautorice a Pablo Iglesias y defienda la Monarquía parlamentaria consagrada en la Constitución. «Los ataques del Gobierno al Rey son intolerables. Si Sánchez no desautoriza inmediatamente a su vicepresidente y ministros será responsable de la más grave crisis institucional de nuestra historia reciente», señaló Pablo Casado, líder de los populares. «Lo que daña verdaderamente a la democracia son estos ataques del populismo a las instituciones que son de todos», añadió en el mismo sentido Inés Arrimadas, líder de Cs.
Desde la sociedad civil también hubo importantes reacciones. Las principales patronales de empresarios del país, CEOE y Cepyme, lanzaron un inusual comunicado para expresar su apoyo expreso al Rey y mostrar su «rechazo más absoluto a que desde algunas instancias de nuestro país, con declaraciones contra el Jefe del Estado, se busque dividir y confrontar a la sociedad española», informa Marcos Iriarte.
Frente a estas peticiones, ayer Pedro Sánchez guardó silencio sobre el ataque de sus socios de Gobierno contra el Rey. Desde el PSOE, la voz más clara fue la del presidente de Aragón, Javier Lambán, que manifestó su «apoyo total» al Monarca y la Constitución y señaló a quienes quieren «desestabilizar la Monarquía constitucional» porque es «desestabilizar irresponsablemente la Constitución».
PP y Cs hacen a Sánchez responsable y los empresarios expresan su rechazo