Jürgen B. Donges: «Confinar Madrid llevará a España al borde del colapso»
Profesor emérito de Economía Política en la Universidad de Colonia. Este prestigioso economista, nacido en Sevilla en 1940, ha liderado el Consejo de los Cinco Sabios en Alemania y cuestiona algunas de las recetas económicas con las que España afronta la crisis
Jürgen Bernhard Donges estuvo a la cabeza del Consejo de Expertos Económicos –más conocido como los cinco sabios– que asesora al Gobierno alemán y es probablemente el economista que mejor conoce los entresijos de la política alemana y de la española. Profesor emérito de economía política en la Universidad de Colonia, Donges sigue con preocupación algunos aspectos de la gestión de la pandemia en nuestro país: «No tengo la impresión de que Sánchez esté abierto a un asesoramiento económico que ponga en entredicho sus posturas ideológicas», advierte.
Pregunta.– Alemania siempre es un referente para España, también ahora en la gestión de la pandemia. ¿Observa grandes diferencias de enfoque, ya sea desde el punto de vista de la coordinación de las administraciones, de comportamiento de las fuerzas políticas o de liderazgo entre Angela Merkel y Pedro Sánchez?
Respuesta.– El Gobierno alemán ha actuado –tanto en materia sanitaria como económica– más rápidamente y con una mayor determinación y contundencia que el Gobierno español. En el ámbito político, las habituales controversias entre los partidos políticos han sido relegadas en Alemania a un segundo plano, pero en España me parece que no.
P.– ¿A qué se debe el comportamiento dispar, con peores previsiones, de la economía en España a la del resto de los socios europeos?
R.– El impacto negativo de las medidas de confinamiento sobre la actividad económica ha sido tremendo, lo cual necesariamente dificulta la recuperación. Un problema adicional es la situación crítica en que se encuentra el importantísimo sector turístico, sin perspectivas claras sobre la evolución futura.
P.– ¿Cuáles son los principales riesgos para la economía española?
R.– El principal riesgo es que vayan surgiendo nuevos brotes de contagio sin que nadie sepa a cuándo habrá una vacuna eficaz. Si las autoridades tuvieran que implementar nuevamente medidas sanitarias extremas el tejido productivo español se deterioraría notablemente, con innumerables quiebras de empresas y una pronunciada destrucción de puestos de trabajo.
P.– Gobierno central y autonómico discrepan sobre la necesidad de cerrar Madrid. ¿Puede la economía sobrevivir a un nuevo confinamiento?
R.– Un nuevo confinamiento, máxime en una región económicamente tan significativa como es Madrid, llevaría la economía española al borde del colapso.
P.– Si fuera uno de los sabios que asesora al Gobierno ¿qué consejos le daría a corto y medio plazo?
R.– No tengo la impresión de que el presidente del Gobierno español esté abierto a un asesoramiento económico que ponga en entredicho sus posturas ideológicas.
P.– Una de las propuestas que se han planteado en España es la derogación total de la reforma laboral. ¿Cómo cree que se vería en Europa y Alemania esa medida?
R.– Derogar la reforma laboral es de lo más absurdo que se le puede ocurrir a un gobierno responsable en vista de los buenos efectos sobre el mercado de trabajo que ha tenido. Una reforma, por cierto, muy aplaudida en Europa.
P.– ¿Cómo puede compensar España, país de servicios, el derrumbe del turismo, el 14% de su PIB?
R.– A corto plazo, no hay mucho que hacer. A medio y largo conviene modernizar el tejido industrial, para lo cual la digitalización puede abrir importantes oportunidades.
P.– ¿Se debe tocar el IVA? El sector turístico y el hostelero lo ruegan. ¿Qué se ha hecho en Alemania para amortiguar el impacto del coronavirus a nivel fiscal?
R.– En Alemania, la reducción del IVA es temporal, hasta finales de este año. Su eficacia para impulsar el consumo privado es cuestionable porque en los tiempos que corren muchas familias prefieren el ahorro como método de previsión. Más eficaz son las medidas fiscales adoptadas para proporcionar a empresas y autónomos liquidez: subsidios para afrontar los costes fijos, avales públicos para créditos bancarios, una moratoria para el pago de impuestos...