Sánchez se lleva al Rey a Barcelona tras el alud de críticas
Tras el veto a un acto judicial en Barcelona, avala su visita con Sánchez a la Zona Franca
El Gobierno improvisa una visita del Monarca a Cataluña tras vetarle en el acto judicial Una institución controlada por el PSC organiza el encuentro y la Generalitat lo boicoteará
Barcelona, una vez conocida la inhabilitación de Quim Torra, ya ex presidente de la Generalitat, y pasado el 1-O, es otra ciudad. Así al menos lo estima el Gobierno, que hace dos semanas vetó la presencia del Rey en el acto judicial más importante que se celebra en Cataluña, pero ahora sí permite que acuda el viernes a la entrega de premios de la Barcelona New Economic Week. Lo hará en compañía de Pedro Sánchez, en un viaje improvisado por Moncloa que supone desplazar al Monarca a uno de los feudos en manos del PSC.
La presencia del Rey en Barcelona pilló por sorpresa a todos. No estaba prevista en la agenda oficial que la Casa Real comunicó el pasado viernes, y en el calendario del evento a última hora de este lunes ni siquiera figuraba. Los organizadores tampoco lo esperaban. Cursaron invitación a La Moncloa, sin grandes expectativas, y se encontraron con que el Gobierno trasladó la invitación a la Zarzuela, de suerte que este lunes a primera hora ambas instituciones anunciaron la presencia del Rey y el presidente del Ejecutivo en la cita. Este lunes, ni siquiera estaba concretada la cobertura informativa de su asistencia, «condicionada por razones sanitarias».
De la misma manera que desde el Gobierno se resalta que la asistencia del Rey en Barcelona a la entrega de despachos de nuevos jueces no estaba prevista en la agenda oficial de Zarzuela, en esta ocasión sucede lo mismo. No se recogía ni se comunicó como sí se hiciera de otros actos de Felipe VI. El último acto previsto era el miércoles por la tarde, la apertura del curso académico de las Reales Academias. Jueves y viernes permanecían despejados para el Monarca. Es decir, el desplazamiento a Barcelona no estaba cerrado en agenda, según explican las fuentes consultadas.
Los actos del Monarca son refrendados por el Ejecutivo, como recoge la Constitución, y tanto la presencia en un acto como los discursos que pronuncia son supervisadas y coordinadas con el Gobierno, con quien, de forma general, se acuerdo todo. Es más, en su presencia o desplazamiento, la última palabra suele ser del Ejecutivo. Así, parece evidente que desde Moncloa se ha querido, ahora sí, la foto del Rey en Barcelona, pero además junto a Sánchez. Una puesta en escena que buscaría rebajar la tensión manifiesta entre ambas instituciones, avivada por el último veto –el Rey, según apuntaron fuentes judiciales, expresó, en una llamada telefónica a Carlos Lesmes, su deseo de haber asistido al acto–. Una ausencia que no sólo fue duramente criticada por la oposición, sino también por el Poder Judicial, que hizo público su malestar públicamente a través de Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial.
La Barcelona New Economic Week (BNEW) está organizada por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, una entidad pública que tiene como cometido la gestión del Polígono Industrial de la Zona Franca y de su Zona Franca Aduanera, así como la administración de sus activos y favorecer la proyección internacional de Barcelona, Cataluña y España en los sectores ferial, logístico e inmobiliario. El delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona es Pere Navarro Morera, ex líder del PSC. Un cargo que nombra el Gobierno, y que en el caso de Navarro fue decidido por el Consejo de Ministros en junio de 2018, al poco de llegar Sánchez a La Moncloa.
El Gobierno alega que ahora sí puede ir el Rey porque «ya no es 1 de octubre»
La posición del Gobierno es que no se consideró oportuno su presencia el 25 de septiembre por la inminente sentencia sobre la inhabilitación del presidente catalán, Quim Torra, y bajo la intención de «velar por la convivencia» en Cataluña, pero ahora, según expuso Juan Carlos Campo, ministro de Justicia, «no es ya 1 de octubre, la sentencia se ha dictado... es una obligación de los gobernantes el crispar menos».
La BNEW se presenta con el objetivo de impulsar la recuperación económica y posicionar a Barcelona como capital de la nueva economía, pero también va a servir de escaparate para el PSC, en un momento en que Cataluña está ya en modo preelectoral tras la inhabilitación de Torra. Y es que, además de la presencia de Sánchez, cuatro ex alcaldes de Barcelona –Joan Clos, Jordi Hereu, Xavier Trias y Narcís Serra–, participarán en el panel Barcelona, una ciudad resiliente. De ellos, todos salvo Trias, son destacados referentes del PSC.
Si el Gobierno consideró que la presencia del Rey hace unos días en Barcelona podría conllevar riesgo para su seguridad, el desplazamiento previsto para este viernes también estará rodeado de cierta tensión. Los CDR ya han convocado acciones para dar la bienvenida tanto al Rey como a Sánchez. Bajo el lema «No sois bienvenidos» han llamado a expresar en la calle su rechazo a la presencia de ambos. «Este viernes el caudillo del Régimen del 78, Felipe de Borbón, desembarca en Barcelona conjuntamente con Pedro Sánchez. Los CDR estaremos en la calle para recordarle que no es bienvenido. ¿Y tú te quedarás en casa?», es su llamamiento.
Precisamente los CDR colocaron este sábado en Barcelona una guillotina de cartón con una cabeza de cerdo y una foto del Rey Felipe VI. «Ni olvido ni perdón», se podía leer en el improvisado artefacto en referencia al discurso que hizo el jefe de Estado hace ahora tres años tras el referéndum ilegal del 1 de octubre.