«Me gustaría vestir de premamá a la Pedroche en Nochevieja»
Pregunta.– No me esperaba que fuese tan madrugador. Nunca había hecho una entrevista tan temprano.
Respuesta.– ¿Por qué? Yo me levanto a las 6 y media. La gente se cree que en la moda no trabajamos, pero madrugo muchísimo. P.– Pensé que sería más noctámbulo.
R.– Lo soy. Pero este año no hay fiestas, lo que me viene muy bien para la salud. Me lo estoy tomando como el cierre de Embassy.
P.– ¿Cómo se convirtió José Fernández-Pacheco en Josie?
R.– Conociéndome mucho a mí mismo. Empecé a leer revistas con siete años. A mí, el Telva me ha enseñado muchísimo.
P.– El año pasado, la revelación de Masterchef Celebrity fue la hija de Isabel Preysler. ¿Es usted la nueva Tamara Falcó?
R.– Para nada. Trabajo desde los 23 años en las revistas y otros 12 en la televisión. Llevo más tiempo que ella.
P.– Tamara confesó que a veces se sorprendía de lo pija que era. ¿Le pasa lo mismo? R.– Para nada. Yo me sorprendo de lo versátil que soy. A mí no se me caen los anillos por nada. Pero me tiene que gustar la materia. Por ejemplo, nunca he conseguido conducir bien. En eso sí que coincido con Tamara Falcó, que siempre ha conducido fatal y se estrelló contra una cafetería.
P.– ¿El jurado de Masterchef es más duro que un tribunal de oposición?
R.– El nivel que te piden es imposible. Es como si yo hago un concurso de escultura y te pido el David de Miguel Ángel, cuando tú no has tocado la arcilla en tu vida.
P.– ¿Celia Villalobos es tan insoportable como parece? R.– Más [ríe]. Pero tiene cosas muy buenas. Es una persona con triple aliño. P.– ¿Ha tenido piques con los concursantes? R.– Con Celia, bastantes. Y Lucía Bosé es muy regañona, también te digo. P.– ¿Jordi Cruz o Pepe Rodríguez?
R.– Al principio, cuando entras eliges a Pepe, porque es para comérselo, pero cuando te vas te quieres llevar a Jordi a tu casa. Es maravilloso. No puedes vivir sin Jordi Cruz.
P.– Mucha gente piensa que usted vive del cuento, ¿qué hace realmente un estilista? R.– Es un hombre orquesta de la moda. Lo mismo realizas una producción en la que tienes que convocar a 40 megacelebrities que te tienes que patear los desfiles. La moda no es llegar a un front row y, luego, irte al Ritz a tomar un champán. Eso también puede pasar, pero es un trabajo muy duro. P.– También es usted el estilista de los trajes de Nochevieja de Cristina Pedroche.
R.– Ha sido una aventura divertidísima. Me gustaría hacerle un vestido de premamá, pero eso todavía no ha llegado. Sería mi ilusión que dé las campanadas embarazada. P.– Pues la ropa premamá es un horror.
R.– Porque la gente no sabe hacerla. La ropa premamá podría ser la pera.
P.– Hay quien piensa que ser el estilista de la Pedroche debería ser delito.
R.– Me dicen de todo, pero me importan un bledo los insultos. Eso curte muchísimo.
P.– ¿Ha cogido el metro alguna vez?
R.– Millones de veces. No hay nada menos cool que creer que el metro no es cool.
P.– Afirma ser San Jerónimo en casa y Borgia fuera de ella.
R.– Claro. ¿Y tú no? No puedes ser pecador, como los Borgia, todo el rato porque te sale la típica cara de crápula. La virtud está en combinar las dos fórmulas.