Sánchez cede por el aviso europeo y el PP ofrece pactar sin Podemos
El presidente plantea retirar la proposición de ley y Casado facilita una salida al proponer un acuerdo que no cuente con Iglesias y permita designar los vocales de entre una lista elegida por los jueces
Llamada en firme al PP para sentarse a negociar ya la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Después de las reticencias mostradas por la Comisión Europea a la reforma de ley orgánica del Poder Judicial, que han presentado PSOE y Unidas Podemos para rebajar la mayoría cualificada de tres quintos en la elección de 12 de los vocales del CGPJ, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado un paso atrás.
Los toques de atención de Bruselas a este cambio, contrario a los estándares europeos de despolitización de la justicia, que Moncloa no había calculado han llevado a Sánchez a dar una oportunidad a un pacto con el PP. En las últimas horas este partido también ha cambiado de actitud y ha mostrado cierta disposición.
Sánchez propuso ayer públicamente, en una comparecencia en Bruselas, que se reanuden las conversaciones. «Ya», dijo. «Mañana mismo» se podría cerrar un acuerdo sobre las premisas del que se alcanzó «al 99%» este verano y que Pablo Casado, mantuvo, rompió.
Aunque el presidente no llegó a afirmar que se retiraría la reforma del CGPJ, sí apuntó al pacto con el PP como el modo de evitarla. «Tiene fácil solución, que el PP vuelva a la senda de la responsabilidad de Estado, de cumplimento de sus obligaciones constitucionales y podamos abordar la renovación de un órgano fundamental. Tan sencillo como eso». El Ejecutivo está «más que dispuesto a llegar a un acuerdo ya, sin esperar un segundo más».
Su voluntad de reabrir las conversaciones fue nítida también en el pronunciamiento que hizo de la petición del PP de que Podemos no forme parte de la mesa de negociación. «Este planteamiento dice poco del PP», manifestó, porque «somos un Gobierno de coalición». Pero inmediatamente resaltó que quien lidera las conversaciones en nombre del Ejecutivo es el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, dando por hecho así que los populares no se sentarán con Podemos, algo que ya no sucedió en julio.
Al margen de la incomodidad de la UE con esta modificación legislativa, en España el PSOE también ha recibido con muchos recelos esta propuesta. Tanto ministros como dirigentes autonómicos daban por hecho que no pasaría de una amenaza y que nunca se registraría en el Congreso. Una vez que ha sucedido, ni los socios parlamentarios del Gobierno la ven con buenos ojos.
La reforma ha puesto, además, a la carrera judicial completamente en contra del Ejecutivo. La Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), primera y segunda en número de asociados, han decidido plantar al Ministerio de Justicia en señal de protesta. No acudirán a las reuniones previstas con el secretario de Estado, Pablo Zapatero, los próximos 19, 20 y 27 de octubre. «No podemos hablar de planes de choque o proyectos de reforma con quien justifica, promueve y apoya un proyecto que ataca de plano la independencia judicial y nos sitúa fuera de los valores y estándares europeos de separación de poderes».
Por su parte, el Foro Judicial Independiente ve más correcto proponer la retirada de los candidatos a vocales de Consejo.