«La ley trans es una trampa mortal para el feminismo»
Pregunta.– Cuatro años después de las masivas manifestaciones de mujeres por el 8M, ¿en qué hemos avanzado?
Respuesta.– En conciencia de la desigualdad y de la violencia que sufren las mujeres.
P.– El movimiento feminista está muy dividido por la ley trans, ¿qué está sucediendo? R.– Estamos debatiendo sobre si existe la identidad de género, que es individual y que debería sustituir legalmente al sexo biológico.
Creo que es un trampa mortal para el feminismo. Si se aprueba la audodeterminación de género, las políticas para la igualdad de mujeres y hombres van a desaparecer. P.– ¿Por qué?
R.– Estas políticas están basadas en los sexos como realidad biológica que tiene unas consecuencias. La ley introduce el espejismo de que no hay desigualdad relacionada con lo biológico, sino que hay libertad de elección.
P.– ¿El sexo biológico se puede elegir?
R.– La ley nos vende que depende de la elección individual. Eso es falso y peligroso.
P.– ¿Qué requisitos exige el texto legal para cambiarse de sexo?
R.– Ninguno. Cualquier hombre por cualquier motivo se puede declarar mujer. Si ser mujer significa sentirse mujer estamos cambiando la definición de mujer. Te pongo un ejemplo: hay institutos en las comunidades autónomas que tienen aprobada una ley
trans en los que no se dan charlas sobre la menstruación para no discriminar a las niñas trans que no menstrúan. P.– ¿Eso ya está pasando? R.– Sí, no es un fake. P.– Los partidarios de la ley afirman que estas normas ya funcionan en las comunidades autónomas y no hay ningún problema. R.– No es verdad. Estas leyes están cambiando la educación porque ya no se educa para la igualdad, sino para la diversidad. Es el retorno de los estereotipos sexistas con el agravante terrible de que se está empujando a niños/as a empezar un proceso que les puede llevar a ser dependientes de las hormonas y a hacerse cirugías irreversibles.
P.– ¿El colectivo transexual se está apropiando del movimiento feminista?
R.– No. El antifeminismo latente en la sociedad está utilizando al colectivo trans para revertir las conquistas de las mujeres y para destruir el feminismo desde dentro.
P.– Entonces, ¿por qué desde el Ministerio de Igualdad se están promoviendo políticas que van en contra de las mujeres?
R.– No lo sé.
P.– ¿Logrará Carmen Calvo detener la ley?
R.– Ojalá.
P.– ¿Qué supone ser madre y creadora?
R.– Si no tienes conciencia feminista, lo llevas mal porque estás viviendo una experiencia importantísima y sientes que no es digna de ser reflejada en la alta cultura. Entonces, empiezas a disociarte. Por una parte, está tu yo de madre y, por otro, tu yo de escritora.
P.– En su autobiografía relata que acabó cayendo en el rol femenino tradicional.
R.– Ser madre, ama de casa y una maruja me hizo descubrir que el patriarcado no es sólo discriminación, sino también tentación y facilidad. No sólo es palo, sino también es zanahoria. Me encantó ser madre, pero me conducía a depender de mi marido. P.– Fue una de las primeras en oponerse al procés. ¿Pagó un precio muy elevado?
R.– He perdido amistades y familiares. Pero contribuí a evitar algo muy grave que nos pudo conducir a una guerra civil.