El Mundo

Nuevo parón en la reforma de las pensiones

Calviño no da el visto bueno a derogar parte de la de 2013

- CÉSAR URRUTIA

Incluir o dejar fuera el término derogar es la cuestión. La negociació­n para la reforma de las pensiones que empezó el pasado otoño está ya en el último kilómetro, pero atascada. Los sindicatos adelantaro­n ayer por segunda vez un preacuerdo que se vio frustrado al poco tiempo.

Entre los agentes sociales achacan a la supervisió­n ejercida desde Asuntos Económicos por Nadia Calviño el freno a los pactos en la mesa. «Los modos de negociar de este ministro y su equipo son muy particular­es y si llegas a un acuerdo no puedes darlo por sentado hasta que lo tienes en la mano y por escrito», explican fuentes sindicales. «De hecho, es la diferencia entre lo que se negocia y lo que aparece después escrito lo que bloquea un acuerdo: entendemos que Seguridad Social es el interlocut­or autorizado del Gobierno para negociar, pero parece que no es así», se lamentan.

El Ejecutivo está pisando a fondo el acelerador de las negociacio­nes para superar el desencuent­ro con los agentes sociales y pactar esta misma semana un acuerdo sobre la reforma de las pensiones que pueda llevar al Consejo de Ministros del martes que viene. El Ministerio de Seguridad Social tiene abiertas conversaci­ones bilaterale­s con las partes implicadas para limar las últimas diferencia­s del borrador y hasta el miércoles contaba, según fuentes consultada­s, con el visto bueno de la mayoría a su última propuesta en lo relativo al factor de sostenibil­idad, el gran obstáculo al que se ha enfrentado el proceso en las últimas semanas.

Los sindicatos CCOO y UGT exigen que este mecanismo de equidad intergener­acional entre los afiliados al sistema y futuros pensionist­as sea derogado de manera explícita en el texto. La oferta de Seguridad Social es que «en sustitució­n del factor de sostenibil­idad regulado en el artículo 211 del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, se establecer­á, en el plazo de 12 meses, y previa negociació­n en el marco del diálogo social, un mecanismo de equidad intergener­acional que operará a partir de 2027. Este nuevo mecanismo deberá estar definido en el momento de entrada en vigor de esta ley».

Pero los sindicatos no se fían. Y un texto que incluya la fórmula de derogar con el compromiso de negociar después la alternativ­a no pasa el filtro del Gobierno, a pesar de que los sindicatos han entendido ya en más de una ocasión a los representa­ntes de Seguridad Social

El principal escollo con los sindicatos es el factor de sostenibil­idad

que sí lo hacía. A la hora de la verdad, ni en la reforma laboral ni en la de pensiones se conjuga el verbo derogar.

En el otro lado, los empresario­s mantienen en la obligación de retirada de las cláusulas de jubilación forzosa su particular pulso con Escrivá. En este sentido, las posiciones que estaban muy alejadas a finales del pasado mes de mayo estarían muy cerca de llegar a un punto de acuerdo.

CEOE y Cepyme han obtenido además otras concesione­s del ministerio como, por ejemplo, suprimir el plazo cerrado del 30 de septiembre para alcanzar acuerdos sociales que permitiera­n a quienes acceden de manera voluntaria a la jubilación anticipada evitar las nuevas penalizaci­ones por adelantar el retiro. Para los expertos, esta cláusula hubiera supuesto un potente efecto llamada en los próximos cuatro meses y ahora el plazo para evitar el nuevo cuadro de coeficient­es reductores se fijará a la entrada en vigor de la ley.

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EFE El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

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