«TVE sufrió un daño en su reputación por tres años de inestabilidad»
J.M. PÉREZ TORNERO PRESIDENTE DE RTVE
TVE DEBE LIBERARSE DE LA SERVIDUMBRE DE LA AUDIENCIA MASIVA, LO NUESTRO NO ES VENDER ANUNCIOS” NECESITAMOS MÁS FONDOS Y MÁS RECURSOS. LA TELEVISIÓN PÚBLICA NO ES UN GASTO, ES UNA INVERSIÓN”
En seis meses al frente del ente público ha renovado la parrilla y el organigrama que dejó Rosa María Mateo. “Si los partidos facilitaran pactos de Estado a largo plazo, la gestión de RTVE sería más sencilla”, afirma
EN APENAS SEIS MESES al frente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero (Almería, 1954) ha abordado una renovación casi plena en la parrilla y el organigrama de la pública tras tres años de polémica interinidad de Rosa María Mateo. Ahora se le plantea la vuelta de espectadores, la modernización del ente o convencer al Congreso de que apoye el mandato marco. Él es el único pacto de Estado amplio entre PP y PSOE en esta legislatura. Y, por ello, se siente legitimado para el futuro.
P. En estos seis meses ha recurrido con frecuencia a la frase «cambio profundo». ¿Qué estaba tan mal en TVE para necesitar ese cambio?
R. La correspondencia entre una televisión que se formó hace muchos años y el cambio de ecosistema comunicacional con la digitalización de la vida y con el Covid, que ha acelerado otros consumos y otros estilos de vida. El medio que no se adapte, pierde ritmo o sintonía.
P. En su última intervención en el Congreso habló de «corregir la deriva» y «mejorar la credibilidad». Eso suena más a una crítica hacia la etapa previa de Rosa María Mateo...
R. Hay un cambio mundial en la transformación del poder político y, al mismo tiempo, hay una efervescencia política de los medios tradicionales que polarizan mucho. La deriva en esos medios globales, no sólo en TVE, hacia la polarización va minando las instituciones, la confianza de la gente, la convivencia y eso había que afrontarlo directamente. Al margen de eso, TVE llevaba en una precariedad de gobierno, pendiente de un concurso, de tres años, que con la pandemia, la falta de consenso y la inestabilidad de la dirección no favorecía.
P. ¿Un Parlamento tan fragmentado dificulta más esa gestión?
R. Respondo al revés, si los grupos políticos facilitaran pactos de Estado a medio y largo plazo, la gestión de RTVE sería más sencilla. Pero me siento muy responsable junto al Consejo de haber dado luz al primer gran consenso institucional en los últimos tiempos, lamento que sea el único, pero es un paso hacia la serenidad del país.
P. ¿Eso ayuda a despolitizar TVE? Su nombramiento es un pacto entre dos partidos dejando a un lado el concurso público.
R. Que se haya alcanzado no sólo el acuerdo de dos partidos sino de dos tercios de los españoles nos da impulso y visibilidad en Europa. La política corre el riesgo de caer en politiquería, en debatir desde el partidismo y el sectarismo. Como televisión de Estado debemos estar con la política noble.
P. ¿No lo estaba TVE?
¿El concurso público podría haber allanado eso?
R. El concurso ha ayudado en la selección y puesto por orden a los profesionales. Yo estoy orgulloso de que en mi equipo esté la mejor evaluada de ese concurso –no está en el consejo pero sí en la gestión–, yo quedé el tercero y miembros del consejo tienen muy buena puntuación.
P. Pero no se siguió el concurso...
R. Ya es un salto importante que el Parlamento haya tenido en cuenta unos profesionales avalados por el concurso público, no se ha anulado ese concurso.
P. ¿Los problemas recientes de audiencia de TVE vienen de la falta de credibilidad en la última etapa?
R. Cuando pasas tres años de inestabilidad y con mucha polémica interna y externa, TVE sufre un daño reputacional. Yo he propuesto a sindicatos y trabajadores un gran pacto para que las discusiones internas no perjudiquen a la reputación externa. Y lo mismo con los grupos políticos, he pedido confianza y paciencia porque tengo la sensación de que no se vigila el entorno audiovisual como se vigila RTVE, hay una focalización que encorseta nuestro trabajo. A partir de ahí, en año y medio o dos años iremos progresando.
P. ¿Debe TVE regirse sólo por las audiencias o debe ponderar otros factores?
R. Las audiencias masivas están trasnochadas, hoy se habla de recepción activa, lo que sucede con los programas cuando llegan al espectador. Focalizamos mucho sobre un concepto de a cuánta gente llegamos porque es lo que interesa a algunos para vender anuncios y llegar a la publicidad, eso no es lo nuestro. (...) No es que me queje de los anunciantes que necesitan esos indicadores para vender, pero nosotros necesitamos servir a la ciudadanía y otros indicadores, éstos nos obligan a una autocensura, deberíamos liberarnos de esta servidumbre.
P. En estos primeros meses ha hecho mucho hincapié en el tema del infoshow.
¿Es injustificable en una cadena pública?
R. Terminología al margen, la ciudadanía espera información periodística de calidad, responsable, bien contrastada, éticamente correcta y con buenos niveles de independencia. Ser responsables es muy importante, tenemos que tener en cuenta, especialmente en el ámbito audiovisual por su impacto emocional, qué generan nuestros actos y nuestras palabras. Los servicios informativos de TVE son muy profesionales, cuando apelo a esa responsabilidad es que los discursos son performativos: cuando insultas, humillas; cuando mientes, manipulas. Si escandalizamos, espectacularizamos y decimos que todo es un desastre, generamos problemas de convivencia. P. ¿Usted entiende que
infoshows como Las cosas claras, que estaban en su parrilla, contribuían a eso?
R. Me vas a permitir que no hable de Las cosas claras más que para una cosa muy concreta: ninguno de los 10 miembros del Consejo propuso nada ni votó a favor de que continuara el programa de Cintora. P. Alguno en público lo hizo. R. El día que se vean las actas se resolverá, el Consejo alargó el programa unos días, ningún miembro presentó una moción para mantenerlo.
P. Un sector de Podemos defiende que la salida de Cintora fue política.
R. No, que va, aquí entra y sale gente de programas de política, de ficción... no hay salida política de Cintora, lo niego rotundamente
P. Ahora fichan a Silvia Intxaurrondo y Javier Ruiz y el centroderecha habla de «sectarismo» y el Consejo de Informativos de que eso es «externalizar».
R. Yo entiendo que externalización es cuando RTVE renuncia a la dirección editorial de un programaHay que decir que ambos tendrán con nosotros un contrato y estarán bajo la dirección editorial de los Servicios Informativos que dirige Esteve Crespo y los programas serán producción 100% de TVE.
P. Y si Javier Ruiz mantiene su cargo como jefe de Economía de la Cadena SER, ¿cómo lo ve?
R. Jurídicamente los contratos laborales pueden marcar incompatibilidades, pero los contratos mercantiles no. Si fuese incompatible por razones editoriales, prevalecerá la responsabilidad editorial de RTVE. No sé que piensa hacer él, pero no entra en colisión. No he oído a nadie quejarse de que el director de un periódico colabore en una tertulia o esté en una emisora sea incompatible, alguien podría decir que compatibiliza su contrato con ser colaborador de TVE.
P. Dentro de sus cambios profundos no se ha visto ninguno en los Telediarios.
R. Los cambios profundos se hacen poco a poco, la nuestra es una revolución silenciosa y tranquila. No vamos a perder los valores fuertes de la casa, pero sí vamos a hacer una apuesta por la juventud. Si desde 2008 no entra casi nadie por oposición, llevamos 13 años sin equiparar la plantilla a la modernización y lo vamos a hacer suave.
P. ¿Eso implica cambios en las principales caras de informativos a corto plazo?
R. Claro, pueden cambiar, pero esas caras en las que todos estamos pensando tienen nuestra plena confianza y no las vamos a perder, van a ser un capital que seguiremos cultivando.
P. ¿Por qué no se formalizó a Mamen del Cerro como directora de Contenidos Informativos y le costó tanto cerrar ese puesto?
R. Por falta de consenso interno para ponernos de acuerdo en las líneas generales, pero eso ya pasó, es una etapa superada y ya estamos en la fase de estructuración y consolidación de equipos.
P. ¿Es posible en este clima parlamentario con grupos como Vox abogando por el cierre de TVE obtener una mayoría para el libro blanco que propone tras la consulta ciudadana?
R. Es posible con mayoría de dos tercios y será la base del contrato marco, que deben aprobar el Congreso y el Senado, y será como la segunda Constitución tras la Ley. Aunque haya grupos que prefieran que no haya televisión pública, han de saber que la televisión pública no se acaba por ese deseo y han de contribuir a apoyar un mandato marco.
P. ¿El Presupuesto de 1.127 millones es suficiente para TVE?
R. Cuando se definan las funciones en el contrato marco aquilataremos en el contrato programa la nueva cantidad económica. P. ¿Ahora es suficiente? R. En esta dirección somos ambiciosos y queremos proyectar la cultura española en el mundo, tener mayor impacto en países de habla hispana, liderar nuestra industria audiovisual, ser referencia en información e influir en la nueva narrativa que ha de construirse. TVE necesita más recursos y más fondos, no es un gasto, es inversión. Apoyar a los jóvenes, el emprendimiento y crear una nueva cultura más avanzada y científica es decisivo hacerlo ahora.
P. ¿Deben volver los toros a TVE como han propuesto PP y Vox con la abstención del PSOE?
R. Es un tema que se definirá en el mandato marco, somos una televisión de Estado y nuestra función es acatar la soberanía del Parlamento.
P. ¿Le parece adecuado que las plataformas cedan un 1,5% de sus ingresos a TVE?
R. Está en discusión, pero estoy a favor. Si Telefónica o Antena 3 pagan, por qué no lo van a hacer Netflix u otras plataformas, deben contribuir porque TVE ha renunciado a competir por la publicidad. No queremos disputar anunciantes, queremos que contribuyan a la riqueza del país en todos los sentidos. El reto es qué hacemos con plataformas instaladas en Luxemburgo, que facturan muy poco aquí y restan audiencia a cadenas que pagan sus impuestos. Y, por otro lado, están también Google o Facebook, que han absorbido publicidad que era la vida de muchos medios. Por eso estamos estudiando un plan, que lanzaremos en enero, para ayudar a la prensa y al periodismo español con campañas conjuntas porque la crisis publicitaria puede poner en peligro el periodismo de calidad.