Sánchez cuela en el impuesto a la banca un gran regalo fiscal a Netflix, HBO y Amazon
Las deducciones a los gigantes audiovisuales se harán por episodio y no por temporada
El Gobierno ha introducido de forma sigilosa en la proposición de ley para crear un impuesto a la banca y a las energéticas grandes deducciones a gigantes audiovisuales como Netflix, HBO, Disney+ y Amazon. El Spain Audiovisual Hub (según los términos del presidente Pedro Sánchez) se decide estos días y ya plantea enormes incentivos para los nuevos amos del streaming. Los topes a la deducción, que se cifraban hasta ahora en 10 millones de euros por temporada de una serie extranjera, se mantienen en esa misma cantidad, pero «la deducción se determinará por episodio» a partir del 1 de enero de 2023, tal y como establece una enmienda de los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos, socios en el Gobierno.
Corrección del Gobierno a Hacienda. Deducciones a gigantes audiovisuales como Netflix incluidas sigilosamente en la ruidosa proposición de ley para crear un impuesto a la banca y las energéticas. Revuelo en el sector audiovisual a costa de unos incentivos que igual que vienen se van... y vuelven a aparecer. El Spain Audiovisual Hub (según los términos del presidente Pedro Sánchez) se decide estos días y ya plantea enormes incentivos para los nuevos amos del streaming, desde HBO Max hasta Disney+, pasando por Amazon Prime Video, Apple TV+ y por supuesto el líder del sector, Netflix. Los topes a la deducción, que se cifraban en 10 millones de euros por temporada de una serie extranjera, se mantienen en esa misma cantidad, pero «la deducción se determinará por episodio» a partir del 1 de enero de 2023, tal y como determina una enmienda de los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos, socios en este Gobierno. Esta modificación lista para su votación en Congreso consta en la Proposición de Ley para establecer un impuesto a banca y eléctricas. Es decir, en la nueva (y sonada) norma para gravar a financieras y energéticas, se ha colado una enmienda que modifica la inversión audiovisual en el marco de la Ley del Impuesto de Sociedades, y además en la línea contraria, la de las deducciones. Como Juego de tronos o su precuela (La casa del dragón), también de HBO Max, abundan los ejemplos de producciones extranjeras localizadas en España. Netflix, que acaba de inaugurar sus platós en Madrid (los más grandes de la plataforma en la Unión Europea), este año produce en el país al menos 30 títulos. Con la medida se quiere incrementar el ritmo de llegada de rodajes, precisamente cuando otras opciones fiscalmente laxas como Bulgaria o Hungría han perdido atractivo por su proximidad a Ucrania. Las deducciones españolas continúan marcadas en el 30% para el primer millón de euros invertido y el 25% a partir de ese primer millón. Sin embargo, una producción de 40 millones y una de cualquier presupuesto superior recababan hasta ahora, en todo caso, en torno a 10 millones de deducción (poco más del 25%); con las modificaciones, una temporada de una serie de por ejemplo 80 millones duplicaría ese incentivo hasta los 20 millones, frente al tope previo de los 10 millones por temporada. «Esto nos va a hacer más competitivos en las grandes producciones», sintetizan varios de los especialistas consultados por EL MUNDO, que apuntan que esto regirá tanto para obras españolas como extranjeras y se materializará a través de las sociedades que presten el servicio desde España, si bien en la práctica las superproducciones de estas magnitudes económicas vienen de fuera. En las películas, anteriormente también limitadas a los 10 millones de deducción, se duplicará exactamente el incentivo, con un nuevo tope de 20 millones. Aún por decidir hay otros factores relevantes como el destope de la deducción por contratación de personal creativo (un director o un actor), que hasta la fecha se limita a 100.000 euros por persona. «Necesitamos empleo y riqueza en el mercado interior. Esta enmienda sería buena para los estudios internacionales, pero también para los productores españoles. Eso sí, hace falta seguridad jurídica, algo que demandan tanto esos estudios extranjeros como los potenciales inversores autóctonos», afirma José María Méndez, socio responsable del área de Propiedad Intelectual y Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Baker McKenzie Madrid, preguntado por este diario. Éste es tan sólo uno de los vuelcos que están al caer y que han hecho entrar en colisión los departamentos de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Una resolución de la Dirección General de Tributos, dependiente de Montero, había generado incertidumbre en la industria al limitar temporalmente las deducciones para inversores procedentes de otros negocios en obra audiovisual española. Finalmente, la interpretación del sector imperará tras doblar el brazo a Tributos: con una modificación en el trámite parlamentario, se podrá aplicar cuando las cantidades «se aporten en cualquier fase de la producción», expone la disposición de PSOE y Unidas Podemos. «No cabe ninguna duda de que en este tema hay alguna fricción entre la vicepresidenta económica Nadia Calviño y la ministra de Hacienda», exponen desde la industria: «Los técnicos de tributos no consideran estratégico el sector audiovisual, a diferencia del Gobierno», añaden otras fuentes. Cabe recordar que el grueso de los impuestos pagados por estas tecnológicas no van a las arcas españolas, sino a las de Irlanda (Apple), Luxemburgo (Amazon), Suecia (HBO Max) o Países Bajos (Netflix).
CHOQUE CON HACIENDA
La interpretación que había realizado Tributos no parece encajar con la postura del Gobierno. El mes pasado, Calviño recalcó desde EEUU que iba a aprovechar su desplazamiento para atraer inversores «del área de la producción audiovisual», tal y como subrayó en CNN: «Voy a ver a muchos grandes productores en Nueva York precisamente para ver cómo apoyar sus inversiones en España». Fuentes del sector contactadas por EL MUNDO recuerdan que el Ejecutivo no hace sino responder a las peticiones explicitadas por los productores norteamericanos en una visita llevada a cabo el pasado mayo por alrededor de 40 representantes de la industria audiovisual de EEUU, a quienes se mostraron localizaciones en Madrid, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. En la capital, esa delegación se reunió con Sánchez, Calviño y también con la ministra de Industria, Reyes Maroto. De hecho, la Reina Letizia encabezó una sesión informativa con los potenciales inversores. Por lo visto, la Casa Real también está a favor de Juego de tronos.
Una serie que cueste 80 millones podría deducirse 20, en lugar de los 10 actuales