La mayor rebaja de pena por el ‘sí es sí’: 7 años menos a 2 violadores
La Audiencia de Cantabria discrepa del fiscal y les aplica las penas más leves de la reforma
La Audiencia de Cantabria ha aplicado la rebaja más abultada de condena hasta la fecha por la ley del sólo sí es sí. Dos condenados por violación cumplirán hasta 7 años menos de prisión, 11 en lugar de los 18 que les había impuesto inicialmente el tribunal.
La Audiencia de Cantabria ha aplicado la rebaja más abultada de condena hasta la fecha como consecuencia de la entrada en vigor de la ley del sólo sí es sí. Siete años menos para dos condenados por violación, que tendrán que cumplir una pena de 11 años en lugar de la de 18 que se les había impuesto inicialmente. La Fiscalía se había opuesto a la revisión, pero los magistrados consideran que deben atender a la petición de la defensa de aplicar la nueva ley, por ser más favorable.
Los dos condenados estaban en el supuesto legal que mayor reducción del mínimo de condena ha sufrido con la ley impulsada por el Ministerio de Igualdad. Se trata de los casos de violación en los que concurra una agravante. Antes tenían un mínimo de 12 años de prisión que ahora se ha reducido a siete.
En el caso estudiado, cada uno recibió una doble condena, una primera como autor de la violación que había protagonizado y otra como cooperador necesario en la violación de su compañero de banquillo. La pena por el delito del que fueron autores fue de 12 años, que ahora pasan a ser siete. Como cooperadores se les impusieron otros seis años que se bajan a cuatro, al ser este el nuevo mínimo para la violación sin agravantes. En total, siete años menos a cada uno.
El tribunal –compuesto por dos mujeres y un hombre– resalta que cuando les condenó se indicó que les aplicaba la pena mínima posible para los delitos y que esos mínimos se han reducido en la reforma.
Los magistrados se plantean si deben valorarse «las circunstancias concretas del caso», es decir, «si ahora cabe considerar algún elemento que justifique el mantenimiento de la pena anterior, como por ejemplo sería el uso de la violencia o intimidación». Y descartan esta opción porque actuar así «supondría reenjuiciar el caso y hacerlo en contra del reo», algo que no permite la ley. Sobre este último punto, resaltan que la reforma que entró en vigor el 7 de octubre quiso «equiparar los supuestos de abuso sexual y de agresión sexual, independientemente de la concurrencia de violencia o intimidación».
Finalmente, descarta que pueda considerarse aplicable una disposición transitoria de la ley que aprobó el Código Penal de 1995 que limitaba las revisiones de condena a los casos en que la pena impuesta hubiera pasado a estar por encima del nuevo máximo legal. Lo que siguiera dentro de la nueva horquilla de penas, aunque ya no fuera el mínimo, se mantenía. Este criterio restrictivo es el que ha ordenado respaldar el fiscal general del Estado y que alguna audiencia –la de Navarra, por ejemplo– ha asumido. La Audiencia de Cantabria lo rechaza, afirmando que esa disposición valía para lo que había que revisar en el año 1995. «No se considera que esos criterios sean aplicables a una ley aprobada 27 años después de aquella».
Los hechos probados que desembocaron en la condena tuvieron lugar en octubre de 2017, cuando los dos amigos, de 40 años, conocieron a la víctima, de 24, en un bar de Santander. Tras tomar unas copas, subieron a la habitación del hostal que compartían los condenados. Cuando ella rechazó las proposiciones sexuales y les dijo que la dejaran en paz, ellos recurrieron a la fuerza para agredirla sexualmente de forma simultánea.
También ayer el Tribunal Superior de Justicia de Galicia acordó rebajar otra condena como consecuencia de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual. El resultado ha sido la reducción de ocho a seis años de la pena que la Audiencia de Orense impuso a un hombre por agredir sexualmente a una menor que había conocido a través de Instagram.