PREGUNTAS ESCRITAS
rrejón de Ardoz hay zonas de uso conjunto con la OTAN.
Desde el Ministerio de Defensa confirmaron que no hubo que lamentar daños, ni personales ni materiales. El último paquete interceptado fue el remitido a la embajada de Estados Unidos en España. Se trata de un sobre de características similares a los anteriores que fue detectado a las 12.30 horas en el filtro de seguridad del edificio. Se activó el protocolo policial pertinente y el paquete fue detonado sin más complicaciones.
La Policía sostiene que todos los casos están conectados. Ahora, los investigadores tratan de profundizar en las circunstancias en las que se han producido los hechos y averiguar su origen.
Los primeros compases de las pesquisas de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional descartan que se trate de imitadores y abrochan la tesis de que los paquetes están vinculados entre sí, tal como han confirmado a EL MUNDO fuentes policiales. De hecho, la Policía está expectante por si aparecen nuevos artefactos en distintas instalaciones a lo largo del territorio español.
En el terreno judicial, la Audiencia Nacional investiga desde este miércoles los sucesos, tras la deflagración del paquete recibido en la embajada de Ucrania. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional,
José Luis Calama, asumió las pesquisas por estar en funciones de guardia. El juez instructor ha incoado diligencias por un posible delito de terrorismo a partir de un informe preliminar remitido por la Policía Nacional.
Fue a raíz del suceso en la embajada ucraniana, y ante la similitud del caso, cuando la Policía puso en conocimiento del magistrado el sobre recibido en Presidencia el día 24. Desde que se produjo ese envío dirigido al presidente del Gobierno, Interior ha ordenado a las direcciones generales de la Policía Nacional y de la Guardia Civil extremar las medidas de seguridad en todos los edificios públicos.
También se han reforzado las medidas de seguridad en todos los consulados del país. El miércoles a media mañana se tuvo conocimiento de la deflagración de un paquete bomba en la Embajada de Ucrania en Madrid. Un empleado abrió el sobre, que iba dirigido al embajador, y resultó herido leve en una mano. El paquete en cuestión era un sobre de cartón del tamaño de un libro con la dirección manuscrita en castellano en una etiqueta blanca: «D. Serhii Pohoreltsev.
Iniciativa parlamentaria.
Ciudadanos registró ayer en el Congreso de los Diputados una batería de preguntas por escrito al Gobierno para que aclare los detalles del sobre interceptado la semana pasada en La Moncloa y dado a conocer ayer tras otros envíos.
Detalles y actuación. Contenido del sobre. Prudencia y silencio. «Máxima cautela».
En
el escrito, los liberales preguntan al Ejecutivo por el protocolo de actuación aplicado para interceptar el paquete. También por qué no se avisó de los hechos habida cuenta del riesgo que ello pueda suponer para la seguridad nacional.
En la petición, registrada por los parlamentarios Edmundo Bal y Miguel Gutiérrez, se insta al Gobierno a aclarar el tipo de contenido hallado en el sobre enviado al presidente del Gobierno hace ahora justo una semana.
El resto de formaciones políticas pidieron ayer prudencia hasta conocer más datos sobre lo ocurrido, así como respetar los tiempos de la investigación. En el Congreso no se ha registrado ningún paquete sospechoso en los controles de mensajería.
Desde
Vox, por ejemplo, Iván Espinosa de los Monteros pidió «máxima cautela» y se solidarizó con el trabajador herido en la Embajada de Ucrania en el incidente del miércoles, un mensaje al que se sumaron otros grupos.
Embajador de Ucrania en España. C/ Ronda de la Abubilla, 52 28043-Madrid», se podía leer en el destinatario.
La inquietud fue tal que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, habló telefónicamente desde la base rumana de Fetesti –situada a unos 200 kilómetros al este de Bucarest– con el embajador ucraniano en Madrid para interesarse por el estado de salud del trabajador herido.
«El ministro español contactó con el embajador nada más conocer la noticia del atentado en la citada base rumana, donde llegó para visitar a las tropas españolas destacadas allí en misión de policía aérea en el seno de la OTAN», informó Exteriores.
A media tarde del miércoles se tuvo conocimiento del segundo paquete. Esta vez el destinatario fue la empresa Instalaza, ubicada en la calle Monreal, en Zaragoza. Instalaza es una compañía zaragozana que se dedica al diseño y fabricación de material militar de infantería. La empresa comenzó su actividad en 1943 y tiene su sede en la capital aragonesa y exporta su producción a más de 35 países.
La compañía fabrica sistemas lanzacohetes, granadas de mano y dispositivos de visión nocturna. El miércoles, en una entrevista en el Canal 24 horas de RTVE, al ser preguntado por quién había podido enviar la carta, el embajador ucraniano respondía apuntando a Rusia: «Sabemos los métodos terroristas del país agresor y estamos listos para cualquier tipo de emergencia que pudiera surgir».
Por su parte, la embajada de Rusia en España condenó el paquete explosivo recibido en la misión diplomática ucraniana. «Cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigido contra una misión diplomática, son totalmente condenables», afirmó la legación por medio de un mensaje en su cuenta de Twitter. El mensaje de la representación rusa hace extensiva su condena a los paquetes explosivos a las demás «entidades oficiales».