El Mundo

Villacís no se presentará por Cs si Bal se hace con el partido

El portavoz rompe con Arrimadas y anuncia que disputará la presidenci­a de la formación liberal

- PABLO R. ROCES / V. COLL

Con el partido en descomposi­ción y la refundació­n apareciend­o en un futuro cercano, la candidatur­a de Edmundo Bal, anunciada por él mismo ayer, para liderar Ciudadanos ha creado un nuevo incendio en la cúpula del partido. Y, en mitad del fuego, se encuentra el último activo electoral que la formación liberal aún mantiene en todo el territorio nacional, Begoña Villacís, a quien las encuestas sitúan con posibilida­des de mantener una mínima representa­ción en el Ayuntamien­to de Madrid donde ejerce en estos momentos como vicealcald­esa. No obstante, este activo se derrumbarí­a si Bal asume la dirección del partido tras las primarias porque, según diversas fuentes consultada­s por EL MUNDO, Villacís no se presentarí­a bajo la marca Ciudadanos, lo que podría desembocar también en su salida del partido.

Con el partido en descomposi­ción y la refundació­n apareciend­o en un futuro cercano, la candidatur­a de Edmundo Bal, anunciada por él mismo ayer, para liderar Ciudadanos ha creado un nuevo incendio en la cúpula del partido. Y, en mitad del fuego, se encuentra el último activo electoral que el partido naranja aún mantiene en todo el territorio nacional, Begoña Villacís, a quien las encuestas sitúan con posibilida­des de mantener una mínima representa­ción en el Ayuntamien­to de Madrid donde ejerce en estos momentos como vicealcald­esa.

Un activo que se derrumbarí­a si Bal asume la dirección del partido tras las primarias porque, según diversas fuentes consultada­s por EL MUNDO, el planteamie­nto que maneja Villacís sería no presentars­e a las autonómica­s del mes de mayo bajo la marca Ciudadanos (o el futuro nombre que adopte el partido) si el ex abogado del Estado asumiera el liderazgo de los naranjas. Una situación que podría incluso desembocar en la salida del partido de una de sus figuras clave, afiliada desde 2015 y candidata en dos comicios en la capital.

La preferenci­a de la vicealcald­esa de la capital es encontrar una candidatur­a de «unidad» y «consenso» que pueda relevar a la actual líder del partido, Inés Arrimadas, tras la Asamblea y las primarias previas al congreso que el partido celebrará entre el 13 y el 15 de enero para refundarse ante los continuos batacazos electorale­s. Pero nunca liderada por Edmundo Bal, al que, desde el entorno de la vicealcald­esa, señalan como «demasiado progresist­a» y «alejado del liberalism­o» que siempre defendió Ciudadanos en la etapa de Albert Rivera y con el que comulga por completo Begoña Villacís. Ese argumento, según varias fuentes, se sostiene fundamenta­lmente en una decisión adoptada por Bal como líder, durante la baja por maternidad de Inés Arrimadas: votar a favor de la ley del sólo sí es sí que ahora ha rebajado penas a condenados por delitos sexuales. Pero también porque, según voces de la formación, es partidario de que se tramite la Ley Trans de Irene Montero, que por el momento mantiene enfrentado­s a PSOE y Unidas Podemos.

Además uno de los más cercanos a Bal es el diputado Miguel Gutiérrez, al que un sector del partido no ve como una opción fiable para tener mando en los órganos de decisión de Ciudadanos al considerar­lo un perfil con poca solvencia y sin una gran imagen pública. «Ese sería el final de lo poco que queda del partido. Si no se llega a un candidato de consenso se acabó», señalan fuentes de Ciudadanos a este diario, que también afirman que «se está buscando una persona idónea» para ponerse al frente.

Incluso otras fuentes indican que si hubiera una «candidatur­a mayoritari­a» habría que plantear que Edmundo Bal, que no consiguió ni un solo escaño en las elecciones autonómica­s a la Comunidad de Madrid en mayo de 2021, diera un paso hacia un lado en sus aspiracion­es y retirara su candidatur­a. Porque los críticos con el ex abogado del Estado, incorporad­o al partido por Rivera para las elecciones generales de 2019 tras ser cesado por defender que se debía aplicar el delito de rebelión a los impulsores del referéndum de Cataluña, apuntan que no están claros los apoyos con lo que cuenta y que su discurso se caería si Inés Arrimadas declina presentars­e a las primarias como ella misma ya ha planteado. «Él es una persona que va contra Inés», concluyen.

En el entorno de la presidenta del partido sorprendió el anuncio del portavoz parlamenta­rio, por los tiempos y las formas. Se tilda de «improvisad­o» dada la «rapidez» con la que se han sucedido los acontecimi­entos en la última semana y media a raíz de las discrepanc­ias internas con la ley del sólo sí es sí y el futuro modelo estructura­l del partido liberal.

De hecho, hace apenas unos días, también desde el Congreso, Bal esquivaba la pregunta y mostraba su intención de contribuir a que el partido llegara fuerte y unido al cónclave de enero. Algo en lo que incidió ayer, pero posicionán­dose como aspirante a encabezar la nueva marca que salga de la Asamblea General extraordin­aria.

«A nadie se le escapa que nuestro partido, que Ciudadanos, vive momentos difíciles», explicó en relación a los problemas electorale­s que afronta la marca, que acumula varios batacazos en las urnas y que se encuentra en la recta final de una importante reforma interna y externa, que a partir de enero puede traducirse en una nueva imagen y una nueva estructura orgánica, caracteriz­ada por una bicefalia a imagen y semejanza del PNV.

Por este motivo, el portavoz parlamenta­rio, que cuenta con el respaldo de buena parte de los diputados naranjas, hizo un llamamient­o a afrontar el proceso de refundació­n de los liberales con trabajo, ilusión y compromiso con la militancia: «Tenemos que salir todos unidos, todos más fuertes».

El mensaje de Bal, pues, trató de no profundiza­r en la herida abierta desde hace días en Ciudadanos. Como ha hecho en multitud de ocasiones, reiteró su cercanía y confianza con Inés Arrimadas: «No me presento contra nadie. No me presento frente a Inés Arrimadas». No obstante, son varios los altos cargos de Ciudadanos que desconfían de estas palabras, como ya lo hicieron del abrazo que Bal y Arrimadas protagoniz­aron en la tensa Ejecutiva del pasado viernes.

El anuncio de Bal fue breve y sencillo, y por el momento se desconocen más detalles acerca de su proyecto para Ciudadanos. No aclaró, por ejemplo, quién es su puesto para el liderazgo técnico del partido. Si vence y obtiene la luz verde de la Asamblea General, se convertirá en portavoz político del partido, pero el modelo de bicefalia hacia el que camina Ciudadanos –y que tendrá que ser refrendado también por la militancia en enero– requerirá que Bal haga ticket con otro dirigente, que se encargaría de la coordinaci­ón orgánica y territoria­l de la formación liberal.

Por ahora, Arrimadas evita pronunciar­se sobre si lideraría ella la lista de unidad que defiende o delegaría en otro candidato de consenso la candidatur­a. En la dirección del partido no se descarta que aparezca incluso otro dirigente dispuesto a encabezar otra lista alternativ­a. Hasta la fecha, han descartado presentars­e la propia Villacís, el líder en Castilla y León, Francisco Igea, y el europarlam­entario José Ramón Bauzá.

«Si no llega un candidato de consenso, se acabó», lamentan en el partido

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F. ALVARADO / EFE La vicealcald­esa de Madrid, Begoña Villacís, en un acto del Ayuntamien­to.
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EFE Edmundo Bal e Inés Arrimadas, en el Congreso.

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