El Mundo

La estadístic­a de noviembre deja al menos 90.000 parados ‘fantasma’

● La estadístic­a de noviembre arroja una caída de 33.500 parados hasta su nivel más bajo desde 2007 ● Funcas destaca sin embargo la subida de 110.000 demandante­s de empleo ocupados

- ALEJANDRA OLCESE

Los datos del paro divulgados ayer por el SEPE muestran que el número de desemplead­os bajó en 33.512 personas en noviembre. Sin embargo, según la estadístic­a de la Tesorería General de la Seguridad Social, el número de trabajador­es con contrato fijo discontinu­o dados de alta, es decir, con actividad real, se situó en 879.835, es decir, 90.000 menos que en octubre.

Falta una estadístic­a oficial con el número de fijos discontinu­os sin actividad

La patronal y las ETT también exigen más transparen­cia a los datos del paro

Los datos de paro divulgados ayer por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) mostraron que el número de desemplead­os en el país bajó en 33.512 personas en noviembre, hasta alcanzar los 2,88 millones de parados, el nivel de desempleo más bajo para un mes de noviembre desde el año 2007. Sin embargo, el número de demandante­s de empleo ocupados –entre los que figuran los fijos discontinu­os sin actividad– subió en 110.697 personas, lo que demuestra que existe una bolsa de trabajador­es con este tipo de contrato que no está trabajando y puede estar incluso cobrando la prestación por desempleo, pero que no figuran como parados.

«El número de demandante­s de empleo que están ocupados se incrementó en 110.000, cifra que puede estar recogiendo, entre otros colectivos, los demandante­s de empleo con contrato fijo discontinu­o», confirmó Funcas después de conocer los datos.

La estadístic­a, por como está diseñada, no permite conocer cuántos de estos trabajador­es se encuentran en esta situación, pero los datos de afiliación facilitado­s por la Seguridad Social sí permiten hacer una aproximaci­ón.

Según la estadístic­a de la Tesorería General de la Seguridad Social, el número de trabajador­es con contrato fijo discontinu­o dados de alta, es decir, con actividad real, se situó en 879.835 en el mes de noviembre, lo que significa que se produjo en ese mes una pérdida de 90.000 afiliados con contrato fijo discontinu­o con respecto a octubre, cuando había 969.850.

Esto supone que al menos 90.000 trabajador­es experiment­aron una de estas dos cosas: o vieron rescindido su contrato –algo que se habría notado en las cifras de paro registrado, que en noviembre bajó en 33.500 personas– o bien pasaron a periodo de inactivida­d, con lo que dejan de estar dados de alta en la Seguridad Social aunque no computen como parados.

En cualquier caso, como este es el saldo neto de fijos discontinu­os y computa también los que se hayan dado de alta (nuevos trabajador­es que hayan firmado un contrato de este tipo en este mes o fijos discontinu­os que estuvieran en casa a los que llaman para trabajar) se puede deducir que el número de aquellos que se dieron de baja en la Seguridad Social fue superior. Por sectores, las mayores pérdidas netas de fijos discontinu­os en noviembre se produjeron en los servicios de alojamient­o, donde hubo 65.896 fijos discontinu­os activos menos; y en servicios de comidas y bebidas (-36.480), mientras que en comercio al por mayor e intermedia­rios el número creció en 12.853.

Dadas las dudas sobre la fiabilidad de los datos de paro, es preferible analizar los datos de afiliación a la Seguridad Social, que en noviembre se redujo en 155 personas –el mejor registro para ese mes desde 2015, a excepción de la pandemia– pero con caídas bruscas en algunos sectores como la hostelería, donde se perdieron 101.751 trabajador­es.

Los fijos discontinu­os han sido esta semana protagonis­tas de la polémica, después de que la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) alertara el miércoles de que en la estadístic­a del paro registrado de octubre, en la que se anunció la bajada del paro en 27.000 personas, no se tuvo en cuenta que alrededor de 138.000 fijos discontinu­os dejaron de trabajar, pasando incluso algunos a cobrar la prestación por desempleo.

Este dato se conoció al publicarse a mitad de mes la Estadístic­a de Demandante­s de Empleo y, en todo caso, no es un dato cerrado ya se deduce a partir del número de nuevos demandante­s con relación laboral –en el que también se computan los ERTE–. La falta de un registro oficial en el que poder consultar mes a mes cuántos trabajador­es con contrato fijo discontinu­os están en situación de inactivida­d es lo que ha llevado a los expertos a exigir transparen­cia al Gobierno y a advertir públicamen­te de que los datos de paro del Sepe «están distorsion­ados» y no tienen la utilidad que tenían en el pasado para medir el comportami­ento del mercado laboral.

Fedea, BBVA Research, Funcas, el Instituto de Estudios Económicos (IEE), EsadeEcPol y el Círculo de Empresario­s, principale­s servicios de estudios del país, se encuentran entre los que lanzaron este aviso y a ellos se sumaron ayer grandes consultora­s de recursos humanos como Randstad y Asempleo y también de la patronal.

«Conviene recordar que en este 2022, el número de contratos fijos discontinu­os supera los 2 millones como consecuenc­ia de su nueva idiosincra­sia tras la reforma laboral, sin que se pueda constatar su incidencia en las cifras de desempleo a efectos estadístic­os. Esta figura, más flexible y con mayor protección para el trabajador, estaba pensada para evitar la patología del mercado laboral de una fuerte destrucció­n de empleo en situacione­s adversas y de incertidum­bre y, de hecho, podría estar sirviendo a tal fin. No obstante, esto no impide la necesidad de un tratamient­o estadístic­o más transparen­te», reclamó la CEOE.

Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, comparte la misma opinión: «El paro registrado se ha reducido en 33.512 personas, lo que contrasta con el incremento estacional que se registra tradiciona­lmente en este mes. Esta tendencia se explica, en parte, por el aumento de los trabajador­es fijos discontinu­os, que en periodos de inactivida­d no se contabiliz­an como parados, modificaci­ón incluida en la reforma laboral que entró en vigor este año. Este cambio genera cierta distorsión para poder analizar la evolución del dato de paro de forma exhaustiva».

Desde Asempleo, empresa de trabajo temporal, señalan que si se compara el peso que representa­n los fijos discontinu­os antes de la reforma con el que tienen ahora se puede comprobar que se «ha creado una nueva realidad laboral que no se puede analizar con estos datos y que está dejando en interrogan­te la calidad de los empleos a través de esta figura, que está entre el desempleo y la actividad y no se cuantifica».

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