Sánchez da alas a una rebaja inminente del delito de malversación
El Gobierno ha estudiado ya las vías para rebajar el delito y urge a ERC a presentar sus enmiendas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está decidido a cincelar la única alianza que le permitiría quedarse en La Moncloa en las próximas elecciones generales, la que forma con Unidas Podemos y nacionalistas, aunque ello implique estirar las costuras del Código Penal y reformar el delito de malversación en beneficio de quienes en el año 2017 desafiaron al Estado.
El presidente afirmó también que está dispuesto a realizar «ajustes técnicos» en la polémica ley del sólo sí es sí.
Pedro Sánchez está decidido a ir a por todas. Si las encuestas sólo le ofrecen una posibilidad de repetir mandato con una alianza sustentada en su socio morado, Unidas Podemos, y el apoyo externo de independentistas y abertzales, él apostará por amarrarla a golpe de concesión aunque ello implique estirar las costuras del Código Penal hasta el borde del estallido. El presidente del Gobierno está ya dispuesto a reformar el delito de malversación en beneficio de quienes delinquieron en 2017 desafiando al Estado para conseguir con ello blanquear definitivamente a los cabecillas de la intentona secesionista a los que ya indultó de sus penas de cárcel.
Así lo explicó ayer ante los periodistas en al acto de homenaje a la Constitución. Sánchez afirmó también que el Gobierno, si fuera necesario, procederá a hacer «ajustes técnicos» en la ley de Garantías de la Libertad Sexual, conocida como ley del sólo sí es sí para evitar que continúen las revisiones a la baja de las condenas impuestas a agresores sexuales. Es la primera vez que se abre a modificaciones, pues hasta ahora aguardaba que la Fiscalía y el Supremo paliarán el escándalo. Pero ante las nuevas revisiones da un paso más. Igualmente insistió en las enmiendas presentadas por el PSOE al proyecto de ley Trans para modificar los aspectos de la misma que se refieren a los menores de edad. Y avisó que si las citadas enmiendas no se aprueban, la ley no saldrá adelante.
Ahora, sin embargo, el objetivo se centra en la malversación intentando borrar del currículo de los cabecillas del procés el delito de empleo ilícito de fondos públicos y así allanar el camino para que, por ejemplo, Oriol Junqueras pueda concurrir a próximas elecciones. Sólo hay una condición para proceder con el plan: que ERC presente antes del viernes, fecha en la que finaliza el plazo de enmiendas a la proposición de ley que derogará el delito de sedición, una enmienda reclamando la revisión de la malversación.
El Gobierno, como confirmó ayer el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ya ha estudiado las vías para llevar a cabo esa modificación sin que la misma, asegura, provoque el efecto indeseado de acabar rebajando las penas a los condenados por corrupción. Dicho de otra forma: proceder a una revisión milimetrada para que beneficie expresamente a los condenados por el procés.
De esta forma, el Gobierno cerraría el círculo de concesiones al independentismo con la esperanza de poner punto final al proceso secesionista aceptando echar un candado a lo que ERC denomina la judicialización del conflicto entre Cataluña y el Estado. Sánchez considera que de esta forma contará con el apoyo de independentistas, nacionalistas y abertzales si lo necesita para volver a ser investido tras la próxima llamada a las urnas. El plan sobre el que trabaja el Gobierno si ERC pone sobre la mesa una propuesta de modificación del delito pasa por volver a utilizar el argumento empleado para justificar la derogación de la sedición: la homologación de tipos con los países del entorno europeo.
Fuentes gubernamentales explican que se trata de acoplar en este aspecto el Código Penal a las legislaciones de los vecinos. Y citan a Francia, Italia y Portugal, países en los que hay una mayor diferencia respecto a la malversación en función de que haya o no lucro personal. En definitiva, se obvia el objeto jurídico a proteger –el dinero público– para centrarse en el destino que se da al dinero malversado.
En cualquier caso, la línea que separa a unos casos de otros es extremadamente fina y si de lo que se trata es de acordar una ley más laxa para quienes, utilizando espuriamente el dinero de todos, no se han enriquecido personalmente, resulta evidente que al menos uno de los beneficiados de la reforma sería el ex presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán,
Sánchez dice que, si es necesario, hará «ajustes técnicos» en la ley de ‘sólo sí es sí’
condenado a nueve años de prisión por el caso de los ERE.
Sánchez, a la espera de que ERC dé el paso, ya prepara el terreno endulzando la previsible modificación con la promesa de que con ella se estará en disposición de «abrir una nueva etapa en Cataluña», centrada en la política y sin interferencias de la Justicia. El presidente está decidido a sacar partido de estas cesiones hasta el punto de hacer de Cataluña «un activo político» y, en consecuencia, electoral a su favor.