Todos se culpan de vulnerar la Constitución
Batet pide volver al espíritu de concordia: «La Carta Magna no es bandera, es plaza»
El 44 aniversario de la Constitución se celebró ayer en el Congreso en un clima de enfrentamiento y crispación. El Ejecutivo y los partidos de la oposición homenajearon la Carta Magna arrojándosela una vez más a la cara y convirtiéndola en un instrumento de enfrentamiento. Unos y otros hicieron oídos sordos del llamamiento de la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, para recuperar el «espíritu de concordia». «La Constitución no es bandera, es plaza», afirmó, pero sus palabras cayeron como agua en el desierto.
El presidente equiparó la ley fundamental con la «conquista de la democracia por parte de los españoles». Explicó que entre 1978 y ahora hay un «nexo» que es la voluntad de los españoles por «avanzar y mirar hacia delante». Es por eso que, en su opinión, «pese al ruido y la crispación de quienes no tienen nada que ofrecer», el país sigue avanzando.
Sánchez apuntó contra el PP por negarse a pactar la renovación del
CGPJ e insistió en que «honrar la Constitución es cumplir todos sus artículos todos los días del año». En ese sentido, hizo un llamamiento a los «partidos conservadores» para que «cumplan con la Carta Magna porque mientras no lo hagan», dijo, «no podrán dar ninguna lección de constitucionalismo».
El jefe del Ejecutivo aprovechó para reivindicar el trabajo del Gobierno «trabando acuerdos con partidos que trascienden las siglas de PSOE y UP y han fortalecido el Estado del bienestar». Se refería así a la alianza cosida a lo largo de la legislatura con las fuerzas independentistas, nacionalistas y
Por su parte, el presidente del PP y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, quiso «poner en valor la Constitución, la democracia y la unidad de la nación española». «Con ella», recordó, «vencimos el golpe del 81, el terrorismo de ETA y paramos la manifestación separatista de 2017 en Cataluña. Es por tanto», afirmó, «la herramienta más útil de concordia y libertad».
Feijóo se mostró preocupado por que «los partidos que nunca han aceptado la Constitución sean hoy los aliados del Gobierno». «La amenaza de estos partidos», advirtió, «es real y lo vemos en decisiones del Gobierno que bordean la Constitución y llenan de dudas, recelos y preocupación a muchos ciudadanos».
Él aseguró comprometerse «a seguir trabajando por la cordialidad y el espíritu de consenso y defender la Constitución y cumplirla». Y añadió: «Estoy convencido de que los «que hay un antes y un después en el consenso constitucional que siempre inspiró a PP y PSOE».
Él cree, no obstante, que «millones de votantes socialistas y populares se volverán a dar la mano en las urnas» retirando el apoyo al proyecto de Sánchez y sus socios independentistas.
Feijóo aseguró también que el Consejo General del Poder Judicial «está intervenido por el Gobierno» al que ahora le interesa «devolverle sólo una parte de sus competencias». «Todo aquello que sea despolitizar la Justicia», aseguró, «tiene nuestro sí pero todo lo que sea anular las sentencias del Supremo nos tiene en contra y también modificar el Código Penal para beneficiar a los que delinquieron». El líder del PP explicó que el canal de comunicación con Sánchez está cerrado desde hace 40 días cuando decidió suspender la negociación sobre el CGPJ tras constatar que Sánchez negociaba en paralelo con ERC la derogación del delito de sedición.