El esposo de Ribera, la sobrina de Guindos
Otros nombramientos de familiares de miembros del Gobierno que desataron una gran polémica
ción. De hecho, la elaboración del plan de acción en este campo era la prueba clave del proceso de selección del nuevo coordinador de estrategia comercial.
El último Plan de Actuación de la institución que está disponible –el nuevo saldrá en los próximos días– es muy claro al respecto y dedica un punto entero al intento de «desarrollo de una política de patrocinio».
«A pesar del gran potencial que tiene el Patrimonio Nacional, por su riqueza artística, histórica y medioambiental, hasta el momento ha venido desarrollando una débil política de patrocinio del sector privado en sus actividades culturales, que no se ha extendido por lo general a las actuaciones de conservación y restauración», reza el documento, en una autocrítica que se repite al hablar con responsables de la entidad.
«Respecto de las exposiciones temporales, prácticamente se ha contado con un patrocinador único, la Fundación Banco Santander, que ha financiado en los últimos años las principales exposiciones temporales del Palacio Real de Madrid y otros Reales Sitios», continúa el documento.
Por su parte, las actividades musicales y educativas de Patrimonio Nacional «han contado con patrocinios puntuales, a veces esporádicos, que impiden tener una estabilidad y previsibilidad a la hora de programar los correspondientes Ciclos Musicales y programas culturales y educativos».
En la memoria de 2021 de la entidad el apartado de «Patrocinio» es muy parco. Lo más destacable es un acuerdo con la Fundación ACS, que aportó 27.000 euros. También hay un convenio con Renfe. Y muy poco más. Ni rastro de los grandes mecenas del Ibex 35. Y en las últimas cuentas publicadas, se especifica que «a lo largo del ejercicio 2020 se han suscrito 8 convenios de colaboración con diversas instituciones públicas y privadas». De estos convenios, uno es la prórroga del suscrito en 2017 con el SEPE. Otro, con el Ministerio de Asuntos Exteriores. Otro, con el Real Patronato sobre Discapacidad y la Fundación ACS para la elaboración de obras de accesibilidad en el Real sitio de Aranjuez. Una vez más, sin éxito en la búsqueda de financiación privada.
El objetivo de Patrimonio hasta 2022 era «obtener con carácter recurrente 2 millones anuales, como mínimo, de patrocinio», consiguiendo así «una mayor financiación de las finalidades culturales del Patrimonio Nacional». A partir de 2023, con la apertura de la Galería de las Colecciones Reales, esa cifra podría incrementarse.
Hay que escribirlo en condicional, porque en Patrimonio no facilitan el plan que propuso Manrique de Lara, y que obtuvo la máxima puntuación posible en la baremación de la comisión asesora que evaluó a los ocho candidatos que se postularon al cargo. De las cinco personas que formaban esta suerte de tribunal, dos son altos cargos del Gobierno, en concreto en los ministerios de Cultura y Trabajo. Y otras dos son dirigentes de la propia institución.
Ni el marido de Nadia Calviño es el primero, ni seguro que será el último. Cada cierto tiempo salta la noticia por el ascenso o la colocación de un familiar de un miembro del Gobierno en un puesto público de alta responsabilidad y bien remunerado que desata las críticas airadas de la oposición. Igual que sucede ahora mismo con la vicepresidenta y titular de Economía.
Ejemplos hay en la gran mayoría de los partidos. Y también en el actual Gobierno de Pedro Sánchez, pues en el mes de septiembre se conoció que el Ministerio de Economía había nombrado a Mariano Bacigalupo, marido de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, como nuevo consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con un sueldo de hasta 140.000 euros al año.
El Ministerio de Política Territorial descartó entonces un problema de incompatibilidades con el nuevo consejero de la CNMV, a pesar que desde su cargo ha tenido que valorar materias relacionadas con la energía que afectan al Ministerio de su esposa, y en las que nunca se ha abstenido de participar.
Las últimas décadas han dejado casos de todo tipo. Incluso uno de ellos afectó al ex presidente del Gobierno José María Aznar. Su hermano Manuel llegó a ser propuesto para ocupar el cargo de adjunto segundo al Defensor del Pueblo con el apoyo del PP, partido que lideraba su hermano.
Sin embargo, ante el revuelo por su relación familiar con el presidente y los recelos sobre su capacidad para desempeñar el cargo con la debida «imparcialidad e indepedencia», Manuel Aznar terminó por renunciar a ese nombramiento para zanjar la controversia.
También en relación con el PP se levantó una gran polvareda la elección de Beatriz de Guindos para ser nueva directora general de Competencia. El escándalo se originó porque era sobrina del ministro de Economía, Luis de Guindos, e iba a ocupar uno de los puestos más altos de la institución, después de haber hecho, además, carrera a la vez que su tío ocupaba otras altas responsabilidades previas en el departamento económico. Su ascenso acabó con la renuncia al puesto.
Su caso se vio salpicado también porque su puesto previo –subdirectora de Industria y Energía– iba a ser ocupado por Micaela Arias-Cañete, que era hija del entonces ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete.
Otro escándalo se dio en aquellos años cuando Ignacio López del Hierro, el marido de la secretaria general del PP, María dolores de Cospedal, fue propuesto como consejero de Red Eléctrica, con un sueldo de 180.000 euros. Al final, el empresario acabó por renunciar al cargo por el volumen de la polémica.