El final de Cs y una valiente que nunca claudica
EL OCCIDENTE del año 2022 es, con la evidente excepción de Ucrania, uno de los mejores lugares y tiempos para vivir. Frente a quienes nos dicen que todo está mal, conviene echar la vista atrás y procurar que los amargos no nos arrastren. Es curioso porque esos mismos amargos son los que nos dicen que ellos tienen la receta para que todo nos vaya bien otra vez. A izquierda y a derecha. Es Trump, es Putin, es Kirchner, es Podemos, son nuestros independentismos. Todos sabemos que las más negras conspiraciones, mafias judiciales y cloacas policiales hacen lo posible por evitar que cumplan con su mesiánica misión. Que las élites inventan lo que sea para tumbarlos. Cosa que a veces puede ser verdad (porque no todo es tan fácil), pero que no oculta la realidad de fondo: son gentes dominadas por una pulsión autoritaria que, mediante el señalamiento de un enemigo, nos prometen un futuro feliz. El siglo XX conoce bien sus métodos.
En ese escenario, y acercándonos a España, duele el final anunciado de un partido que nació como la resistencia racionalista y liberal a lo más iliberal de por aquí, que son los nacionalismos. Se habla mucho de la aportación de Ciudadanos al constitucionalismo en Cataluña, pero, como somos un país ensimismado, se habla menos de su contribución en Europa. Ayer le pregunté a Maite Pagazaurtundúa por los logros de los europarlamentarios españoles del grupo Renew. Maite –ya saben: hermana de Joseba, un decente asesinado por ETA; procedente del PSE, luego de UPyD, independiente en Cs; una valiente que nunca claudica, por resumir– los enumeró: «Hemos conseguido romper los marcos semánticos del ultranacionalismo catalán. Que se empiece a abrir los ojos ante la injerencia rusa en Cataluña con la colaboración del entorno de Puigdemont. Hemos empezado a conseguir que Reynders vea la complicidad del Gobierno español con el incumplimiento de las sentencias del 25%. Hemos provisto de información sobre los rasgos populistas del Gobierno Sánchez. La gestión de Adrián sobre los prófugos, impecable. El trabajo de Garicano para ayudar a España y otros países para dar liquidez ante el Covid (...)».
Ayer Feijóo le dijo a Alsina que el proyecto ideológico de Cs cabe en el PP. Habrá que confiar. Al mismo tiempo Leguina era expulsado del PSOE. Tiempos difíciles (no es nuevo) para pensar libremente. Como siempre, nuestro único asidero es el argumento racional. Lo demás, sea cual sea la sigla, es fango.