El Mundo

El jefe de la mayor fábrica de censura del mundo

-

De 61 años, dirige la Administra­ción del Ciberespac­io de China, la agencia que regula internet en el país. Rongwen, miembro del Comité Central, órgano dirigente del Partido Comunista, trabajó hace años mano a mano con Xi Jinping. Ha censurado las recientes críticas a Xi, surgidas tras la muerte del ex presidente Jiang Zemin y a raíz de las protestas contra la política ‘Covid cero’.

SHANGHAI

A los censores de Weibo, el hermano chino de Twitter, con más de 500 millones de usuarios, no les debió gustar que el martes, durante el funeral del ex presidente Jiang Zemin, algunos nostálgico­s de tiempos pasados aprovechar­an la ventana de comentario­s a los vídeos de homenaje que circulaban por los canales oficiales del Partido Comunista para lanzar sutiles indirectas sobre la malograda libertad de expresión de la China de Xi Jinping. Esas indirectas no tuvieron mayor recorrido. Los mensajes se eliminaron y se bloqueó la opción de comentar los vídeos de Jiang.

La semana pasada, durante las protestas contra la política de Covid cero, los usuarios jugaron con los censores inundando Weibo con

hashtags proguberna­mentales que escondían veladas críticas a las políticas de la pandemia, e incluso trataron de inventar nuevos lenguajes con símbolos y palabras clave. Pero los hábiles censores siempre saben cómo limitar el impacto de las protestas cibernétic­as a breves estallidos de ira que se cortan antes de que puedan hacerse más grandes.

China está decidida a controlar todas sus puertas. Especialme­nte el hueco por el que entra el enlace de Internet. Mediante una combinació­n de firewalls y servidores proxy en estas puertas de enlace, infinidad de algoritmos y un ejército de ingenieros de sistemas disfrazado­s de policías que chequean el ciberespac­io, se analiza y manipula todo el tráfico en la red. Es el llamado Gran Cortafuego­s, en el que solo pueden operar obedientes proveedore­s de servicios, que bloquea las palabras que molestan y corta el acceso a las direccione­s IP que el Gobierno considera que pueden alterar la estabilida­d social.

Los expertos dicen que no hay sistema de control en línea más sofisticad­o. Al frente de este aparato de censura está un veterano político llamado Zhuang Rongwen (61 años), director de la Administra­ción del Ciberespac­io de China (CAC, por sus siglas en inglés), la agencia que regula el Internet patrio. Zhuang prosperó desde su cuna en el sur de China, en Fujian, donde trabajó a principios de siglo mano a mano con el presidente Xi cuando éste era gobernador de la provincia.

Hace cuatro años, Xi puso al frente de la CAC a uno de los suyos para, como Zhuang confesó, construir un ciberespac­io «dominado por la ideología del partido». El jefe de los censores y miembro del Comité Central, el órgano dirigente del Partido Comunista, cumplió su cometido, convirtien­do el Internet chino en un campo minado por la censura. Hay cierta manga ancha para criticar a las administra­ciones regionales, pero no al Gobierno central. Quien se salte las normas, según dicta la Corte Suprema, órgano judicial controlado por el partido único, puede enfrentar cargos por difamación y pasar hasta tres años en la cárcel.

«Internet se ha convertido en el principal campo de batalla para la lucha de la opinión pública», dijo Xi en un discurso filtrado en 2013, al poco de ocupar el trono de Pekín. El objetivo era asegurarse de que el contenido en la red sirviera a los intereses del partido y que se barriera cualquier informació­n incómoda para el poder. Una idea que se ha ejecutado con más ímpetu desde que Zhuang está a los mandos.*

 ?? ??
 ?? AFP ?? Zhuang Rongwen.
AFP Zhuang Rongwen.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico