El Mundo

Feijóo: «Sánchez vino para asaltar las institucio­nes»

El PP y Vox denunciará­n ante el TC y Bruselas el «mercadeo», mientras Abascal y Arrimadas reclaman una moción de censura

- VICENTE COLL

ese requisito a una mayoría simple con un sistema de votación que propiciará un reparto por cuotas. Además, se fijan unos plazos obligatori­os que dan máxima celeridad y se amenaza a los vocales que bloqueen con que incurrirán en responsabi­lidades «de todo orden, incluida la penal».

La segunda enmienda cambia a su vez la Ley Orgánica 2/1979 del Constituci­onal con dos modificaci­ones cruciales. Una es para sortear la exigencia de que el tribunal de garantías se renueve por tercios. Uno de estos, el ahora en el foco público, es mediante el cual el Gobierno nombra dos miembros y el CGPJ, otros dos. Si una parte se retrasa, dice la enmienda, se procederá a renovar el TC con la parte que sí ha cumplido con los plazos.

El otro gran cambio dinamita el control que el TC somete a los magistrado­s aspirantes. La enmienda elimina ese plácet y deja exclusivam­ente a criterio del órgano proponente evaluar su idoneidad. Es decir, fulmina cualquier auditoría externa. Gracias a esto, el Gobierno tendrá alfombra roja para colocar a dos ex miembros del Ejecutivo de Sánchez. Pues su propuesta es el ex ministro de Justicia Juan Carlos Campo y Laura Díez, ex alto cargo de La Moncloa.

En cuanto al delito de malversaci­ón, la enmienda la presenta ERC pero está más que hablada con el PSOE, que presentó un lavado de cara ayer promoviend­o un delito de enriquecim­iento ilícito para esquivar el desgaste de abaratar el corrupción.

ERC propone reducir los años de cárcel cuando no haya «ánimo de lucro» personal. Es decir, diferencia­r cuando un cargo público se lleva dinero para su propio beneficio que cuando lo hace, como Junqueras, para un fin distinto ilegal o partidista.

Esta modificaci­ón castiga la malversaci­ón con entre 6 meses y 3 años de prisión y con la suspensión para cargo público de 1 a 4 años. La pena vigente es de entre 2 y 6 años de cárcel y una inhabilita­ción para cargo público y para presentars­e a las elecciones por un tiempo de entre 6 y 10 años. A los líderes del procés se les condenó con el tipo de malversaci­ón agravada (más de 250.000 euros) cuyas penas son entre 8 y 12 de cárcel y entre 15 y 30 años de inhabilita­ción.

Rebaja la mayoría en el CGPJ para elegir jueces y amenaza con cárcel a los vocales

La oposición salió en tromba ayer para responder a los movimiento­s ejecutados por el Gobierno de manera silente, «entre polvorones y villancico­s». Tanto el Partido Popular como Vox llevarán al Tribunal Constituci­onal (TC) las controvert­idas reformas legales que permiten a Pedro Sánchez, por un lado, acelerar los nombramien­tos precisamen­te en este órgano y, por otro, contentar a sus socios independen­tistas con la remodelaci­ón del delito de malversaci­ón.

«Sánchez nunca vino para fortalecer las institucio­nes, sino para asaltarlas y ponerlas a su servicio. Ni España es rehén de los que intentaron romperla, ni las institucio­nes son el cortijo del sanchismo», expresó Alberto Núñez Feijóo, que se mostró visiblemen­te preocupado por la deriva del Ejecutivo: «Llegó a La Moncloa agitando

en Moncloa. El indulto a sus socios golpistas, la despenaliz­ación de la sedición, ¿recuerdan cuando el propio Sánchez decía que era un delito de rebelión lo que ahora se han quedado en desórdenes públicos agravados? Ha mentido en las penas comparadas con los países de nuestro entorno, Felipe le recordó que allí se llama alta traición y llegan hasta la perpetua.

Y luego, la extraordin­aria falacia de la malversaci­ón, que no es tal si la mano que entra en la caja no lo saca para sí, sino para la bandera de la anticorrup­ción y la ejemplarid­ad. Hoy pone la alfombra roja a los condenados corruptos del procés, rebajando la malversaci­ón, y cambia las reglas del juego para asaltar el TC».

Además, la presión para convocar una moción de censura contra Sánchez volvió a acechar al líder del PP: Vox ha iniciado los contactos con otras formacione­s políticas para designar un candidato «neutral», según anunció Santiago Abascal. Una propuesta que agrada a Ciudadanos, que también exigió ayer a Feijóo que diera el paso. Días atrás, Abascal ya conversó con Arrimadas y, según ha sabido este diario, encima de la mesa estuvo el nombre de Carlos García Adanero, diputado en el Congreso expulsado de UPN. La opción agrada notablemen­te en la derecha, pero la moción, tal y como aclaran desde el PP, está en punto muerto.

una causa más noble: el partido, los trabajador­es sin empleo o las putas de Sevilla, que son un sector en crisis si bien se mira.

Ya puestos, también se ha empeñado en cambiar forma de elección de los vocales del Consejo del Poder Judicial: los cuatro del Congreso ya no serán elegidos por mayoría de 3/5 de la Cámara Baja y los cuatro del Senado, tampoco por la misma proporción de la Cámara Alta. Serán por mayoría simple, que es lo que le conviene a él y Patxi López, ese cerebro alternativ­o, ha dicho que

Así, Feijóo no cede ante los empujes del resto de la oposición y los populares no presentará­n por el ahora una moción. Pero la preocupaci­ón por la hoja de ruta del Ejecutivo es enorme. La sensación que cunde en los tres partidos es que estos anuncios «en mitad de un puente» y a través de «reformas exprés» no responden al beneficio del interés público, que es lo que debería motivar a todo gobierno, sino únicamente al deseo de contentar a sus aliados fundamenta­les para seguir manteniend­o su apoyo en lo que resta de legislatur­a, aunque para ello sea necesario «colonizar» o «entregar» las institucio­nes públicas.

«El Gobierno recrudece contrarrel­oj sus ataques a las institucio­nes y a nuestro Estado de derecho. Asusta pensar hasta dónde puede llegar Sánchez en un final de año en el que todo vale», reaccionó el presidente del PP, Alberto Núñez

los miembros del CGPJ que se nieguen a cumplir con sus obligacion­es (las que Sánchez les imponga) tendrán que asumir sus responsabi­lidades, incluso de carácter penal. Es un bonito juego de inversión: se trata de hacer un Código Penal a la medida de los delincuent­es para excarcelar a los golpistas y a los violadores y a cambio meter a los jueces en la cárcel.

Feijóo, que anunció que su formación, además de acudir al TC, llevará ante Bruselas la «toma de institucio­nes» por parte de Sánchez.

«Es un mercadeo», definió la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, quien considera que, tras «entregar el Código Penal a aquellos de quien depende y copar el Constituci­onal de ex ministros y altos cargos», Sánchez es «capaz de absolutame­nte cualquier cosa» por seguir en La Moncloa. «Se está entregando la igualdad de los españoles ante la ley y el sometimien­to de los poderes públicos».

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, señaló, por su parte, que «con el asalto al Tribunal Constituci­onal lo que está haciendo el Gobierno es dar un paso más para la demolición del Estado de Derecho en España y con el fin de perseguir a todo aquel que se oponga a ello y acallar a quienes se atrevan a denunciarl­o». «Lo están haciendo», añadió, «siempre con descaro, por la vía rápida, mintiendo y volviendo siempre al espantajo del guerracivi­lismo».

En la misma línea se pronunció el líder de Vox, Santiago Abascal, que indicó que «sí o sí» también denunciará su inconstitu­cionalidad: «El asalto a las institucio­nes del autócrata Sánchez se acelera, con el apoyo de sus socios separatist­as».

Por otro lado, Arrimadas acusó a Sánchez de estar «dando un autogolpe a la democracia española desde el poder» por sus «ansias de poder» y su «falta de escrúpulos». «No es un presidente del Gobierno, es un aprendiz de dictador», advirtió. A su juicio, «ésta es la primera vez que se destruyen los pilares del Estado desde el propio Gobierno»: «Va a eliminar el delito de sedición por la puerta de atrás, en medio de las fiestas, con nocturnida­d y alevosía, va a rebajar el delito de malversaci­ón para que sus amigos corruptos puedan salir de las cárceles y además está asaltando hoy el TC sin ningún tipo de pudor y está amenazando con responsabi­lidad penal a los vocales del CGPJ que no quieren plegarse».

La oposición no sólo lamenta los tiempos, sino también las formas de estas reformas: a través del procedimie­nto de la iniciativa parlamenta­ria mediante los grupos socialista y de Unidas Podemos, el Gobierno se evita que determinad­os órganos, como el CGPJ o el Consejo de Estado, evalúen la propuesta. «Es la materializ­ación del asalto al Estado de derecho», denunció Gamarra.

«Pablo Iglesias se ha convertido en el motor del Ejecutivo»

Esta semana ha sido clave para definir en España un golpe de Estado cuyo líder natural es Pedro Sánchez. El proceso constituye­nte, decía el candidato sanchista al TC. Y el principio de renovación sobre la propaganda. Este lo acuñó Goebbels. Y ahora, a ver quién para a este psicópata. Él por sí mismo no lo va a hacer; urge una moción de censura.

 ?? EFE ?? Alberto Núñez Feijóo, ayer en Santiago con Alfonso Rueda en la presentaci­ón del libro de Xosé Luis Barreiro Rivas.
EFE Alberto Núñez Feijóo, ayer en Santiago con Alfonso Rueda en la presentaci­ón del libro de Xosé Luis Barreiro Rivas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico