Arrimadas acusa a Turull de ser «parte del problema»
«No ha aceptado la realidad ni ha venido a reconocer que todo ha sido una farsa»
La presidenta del grupo parlamentario de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, fue la primera en verbalizar la misma idea que luego repitieron todos los partidos de la oposición en la Cámara catalana: el Pleno de ayer se celebra condicionado por la citación en el Tribunal Supremo que hoy afronta Jordi Turull, el candidato de Junts Per Catalunya a presidir la Generalitat, junto con otros diputados.
«No estamos ante un Pleno de investidura, y no porque vaya a ser una investidura fallida, sino porque no venimos aquí a investir a un presidente efectivo», afeó Arrimadas a Turull, y lamentó que hiciera un discurso «poco convincente» al haber defendido cuestiones que «no se cree» ni el propio candidato.
Por eso, la líder de Cs en Cataluña remarcó que Turull «ha decepcionado a todo el mundo» con su intervención, ya que los independentistas «esperaban otra cosa», como la implementación efectiva de la república, y los partidos constitucionalistas reclaman «convivencia».
«Usted no es creíble para apelar a la concordia», después de «habernos llamado súbditos» o después de haber sido el «ideólogo» del eslogan La España subsidiaria vive a costa de la Cataluña productiva, destacó Arrimadas sobre la «mano tendida» al Estado ofrecida por Turull. Para la líder del partido que ganó las elecciones del 21D, las formaciones soberanistas «no quieren» acabar con la aplicación del artículo 155 de la Constitución «ni comenzar» a gobernar, sino que pretenden «alargar el lío» del procés.
«No alargue más la novela del procés que tanto daño ha hecho a Cataluña. Tiene una última oportunidad para reconocer esta farsa y decir la verdad a los catalanes», aseguró a Arrimadas al candidato de Junts Per Catalunya. Este fue el hilo conductor de toda su intervención: «Los partidos separatistas no quieren un president, sólo quieren alargar el caos porque fuera de ahí no tienen nada que ofrecer a los catalanes».
En este sentido, Arrimadas consideró que el bloque independentista tiene miedo a afrontar los problemas diarios de la ciudadanía. Y pasó a enumerar: las listas de espera para operaciones quirúrgicas, los barracones en los centros escolares o el «fracaso» en obras de infraestructuras como la Línea 9 del Metro, que debía estar acabada hace una década. «La realidad de los catalanes es muy dura y no quieren gestionarla», añadió la presidenta de Cs en el Parlament.
Por eso, advirtió a Turull de que «no puede ser parte de la solución alguien que forma parte del problema», ya que formó parte del Govern que proclamó la independencia en octubre pasado y provocó «la huida de empresas y fractura social». «Los que rompen la convivencia no pueden garantizar la unión; los que hacen que se marchen empresas no pueden garantizar que vuelvan; y los que han roto puentes no pueden apelar a la concordia».
El análisis de Ciudadanos sobre los gobiernos independentistas de los últimos años es claro: el proceso separatista «no ha traído nada bueno a Cataluña», por lo que les pidió a las formaciones que lo defienden que «no hagan perder más tiempo, más dinero y más oportunidades» a los catalanes.
Arrimadas recordó que Turull y el resto del soberanismo «no ha aceptado la realidad ni ha venido a reconocer que todo ha sido una farsa, que no hay república ni Arcadia feliz de la Cataluña independiente». También añadió que la celebración del Pleno representa «un capítulo más de esta larga y cara novela de ficción» del procés y apeló directamente al candidato de Junts Per Catalunya para pedirle que tenga la «valentía política y personal» de admitir que «todo era mentira». «No desaproveche la oportunidad de decir la verdad», concluyó.