Reactivan planta de Kellogg
Hay materia prima para una producción de tres meses, dijo el gobernador de Aragua tras la reapertura
CARACAS, Venezuela. Las autoridades de Venezuela volvieron a poner en operación una planta que la empresa estadounidense Kellogg había cerrado 24 horas antes, dijo el gobernador del estado Aragua, el oficialista Rodolfo Marco, en un acto desde la fábrica transmitido por la televisora estatal.
El presidente Nicolás Maduro había ordenado públicamente en la víspera ocupar la única fábrica de cereales que operaba Kellogg en Venezuela, luego de que la compañía resolvió sorpresivamente cesar sus operaciones en medio de la crisis económica que afecta al país.
Precisamente en esa planta, que amaneció el martes cerrada para impedir el paso de unos trabajadores sorprendidos por la noticia, el gobernador oficialista informó ayer de su reapertura acompañado de algunas personas que vestían el uniforme de la empresa estadounidense.
“No pasaron 24 horas y aquí estamos”, dijo el gobernador Marco. “Vamos a dar inicio a la operatividad de la planta (...) y podemos ver al fondo que tiene suficiente materia prima para una producción de aproximadamente tres meses”, agregó.
Uno de los trabajadores de la empresa que pidió el anonimato confirmó el “pago completo de los salarios, beneficios y prestaciones por virtud de la terminación laboral”, y aseguró que hasta antes de este anuncio intempestivo las operaciones se desarrollaban con normalidad.
Nicolás Maduro indicó ayer que pedirá con código rojo a la Interpol la captura de sus dueños y accionistas por marcharse del país de forma “ilegal”, una decisión
RODOLFO MARCO GOBERNADOR DE ARAGUA
No pasaron 24 horas y aquí estamos con la clase obrera”
que afectó la estabilidad laboral de más de 500 trabajadores.
Algunas empresas mexicanas han vivido experiencias similares a Kellogg.
En diciembre de 2008, el entonces presidente Hugo Chávez expropió la filial de la cementera Cemex, al calificarla “un enclave depredador”, aunque en 2011 la indemnizó con 600 millones de dólares.
En diciembre de 2015, la compañía mexicana de alimentos Gruma (Maseca) sacó sus inversiones de productoras de harina de maíz venezolanas, debido a la fuerte depreciación del bolívar y la situación macroeconómica del país sudamericano.