Reforma educativa para atrás
Así lo propuso López Obrador, el fin de semana en Oaxaca. Hizo su cónclave con maestros –como ya lo había amenazado- y salió con semejante pata de banco. Diga la barbaridad que diga, al mesías tropical todo se le aplaude.
Inaudito el que, en la entidad más rezagada en cuestión educativa, hable de cancelar una reforma que, sin ser la panacea, cuando menos logró eliminar de la nómina magisterial, a miles de aviadores. Recuerdo con tristeza, el llamado que me hacían un grupo de mentores de Nuevo Laredo, hace ya años. Eran los tiempos del esplendor de la “maestra” Gordillo y su queja, similar a la de tantos otros en toda la República.
Se impuso a un líder cercano a Elba Esther, quien otorgaba las plazas en las aulas a sus favoritos, haciendo a un lado a los que se atrevían a exigir sus derechos. Se nombraba a directores de escuela, de acuerdo a los mismos criterios de amiguismo e influencias; favorecía a auténticos vividores, a los que, sin poner un pie en un aula se les pagaba.
De nada valían conocimientos, capacidad y empeño: el único mérito válido para ascender era el sometimiento al corrupto dirigente que, además hacía uso de las amenazas y la violencia, con un grupo de golpeadores.
Por más que batallaron, porque se escucharan sus reclamos, ni la Secretaría de Educación ni el SNTE hicieron algo. De todos era sabido el poder absoluto de la “dama” -en prisión domiciliaria-, que vuelve por sus fueros con el ánimo que le impulsa AMLO.
El lastre de una Sección 22 en Oaxaca, a la que se une la CNTE, postraron a generaciones de estudiantes. Cuando mucho, tenían clases una cuarta parte de los días hábiles, gracias a los desmanes de estos rebeldes.
La violencia en su más perfecta expresión: marchas cotidianas, tomas del centro de la capital, de carreteras, del aeropuerto. Destrozos a edificios públicos, a locales partidistas. Agresiones y golpes contra padres de familia, que exigían clases para sus hijos. La barbarie en pleno y desgobernadores sosteniendo a estos sátrapas, con dádivas millonarias. Habría
qué pedirles la opinión a los padres de estos pequeños, que ocupan el último lugar en cuanto examen hay, gracias a quienes deberían dedicarse en cuerpo y alma, a elevar su nivel.
El argumento de la disidencia es que los cambios sólo fueron “laborales”. Que se despidió “injustamente” a quienes “gozaban” (Y esta es la palabra exacta) de una plaza. Una plaza hereditaria, que se conseguía sin la evaluación de las cualidades de quien la ostentara.
Mienten quienes sostienen que se corrieron a muchísimos maestros, por no pasar la prueba: se les dan tres oportunidades de examen y si los fallan no se les despide sino que se les remite a otro cargo.
La evaluación, a cargo de un Instituto independiente (INEE), se convirtió en la bandera de aquellos que la rechazan sin fundamento sólido. En casi todos los países del mundo se aplica y el correspondiente magisterio la toma como inherente a su actividad.
López Obrador busca votos, a como dé lugar. Para ello promete sin ton ni son. Oferta dos mil 400 pesos mensuales, como beca para los jóvenes universitarios y mil 200 para los de secundaria y prepa. La danza de los millones, que según él va a sacar del ahorro de la corrupción.
Un populismo al viejo estilo Echeverriaco, destructor de instituciones, regresivo y facilitador para que, el ancestral y más corrupto corporativismo (Elba Esther y secuaces) se reinstaure. ¡De locos!
Un populismo
al viejo estilo Echeverriaco, destructor de instituciones, regresivo y facilitador para que, el ancestral y más corrupto corporativismo se restaure.