Ismael del Toro
Habla con Arturo Zamora y acuerdan dejar abierta la posibilidad para que en el supuesto de que el PRI le negara la candidatura a gobernador, el PRD postule a Zamora como su candidato a gobernador. Incluso el propio Zamora se reúne con tal propósito con Ricardo Monreal. En consecuencia, se recorre reiteradamente la fecha de designación del candidato perredista, esperando la conclusión del proceso priísta.
Ocurren entonces dos cosas: Roberto Madrazo logra imponerse como candidato del PRI a la presidencia de la República, y de acuerdo a los usos y costumbres priístas, Madrazo decide por dedazo que Arturo Zamora sea candidato a gobernador por el PRI, haciendo valer todo el peso de la cargada priísta para imponerlo en un proceso interno que fue muy cuestionado por sus oponentes, Ramiro Hernández y Javier Guizar. Ya con la candidatura del PRI, Zamora empieza a desentenderse de Enrique Ibarra. Le cancela reuniones con los priístas en el interior del estado que Ibarra y su equipo organizábamos.
Durante aquel año de 2005 se habían suscitado los hechos del infame desafuero. Desde el año anterior, todas las encuestas señalaban a López Obrador como el mejor posicionado en la carrera por la presidencia de la República. Ello tienta a Fox, quien se alía con un sector del PRI (Roberto Madrazo y el expresidente Carlos Salinas de Gortari) para intentar mermar la popularidad de AMLO (como también se le conoce a López Obrador, por las iniciales de su nombre).
Primero fueron los llamados videoescándalos, (grabaciones de operadores políticos y financieros del jefe de Gobierno recibiendo dinero de constructores o gastándolo en los casinos de la Vegas, profusamente difundidos por Televisa). Cuando pese a ello la popularidad de AMLO se mantenía, Fox promovió el desafuero de López Obrador por desacato a un mandato judicial que le obligaba a pagar a un particular a propósito de un predio, El Encino, en el Distrito Federal, que había sido expropiado para habilitar un camino rumbo a un hospital.
Todo el montaje despertó suspicacias en el sentido de que más que hacer valer el Estado de derecho, lo que en verdad se quería, era inhabilitarlo como posible candidato presidencial, para favorecer al de Fox, ya fuera el secretario de Gobernación Santiago Creel Miranda o incluso a su esposa, Martha Sahagún Jiménez.