Enrique Velázquez
Hace cinco años, en octubre de 2013, durante la LX Legislatura aprobamos la Ley de Libre Convivencia del Estado de Jalisco, una disposición que reconocía núcleos familiares distintos al tradicional otorgándoles derechos y obligaciones a los convivientes. Esta Ley abrió la posibilidad para que dos personas que compartían un hogar común, independientemente del parentesco y orientación sexual, fortalecieran su patrimonio, consiguieran brindarse ayuda bajo términos jurídicos, y sobre todo, se reconocieran los modelos de familia que existen en la actualidad.
Hace una semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó dicha Ley argumentando “graves violaciones” durante el proceso legislativo; sus señalamientos tienen que ver con una “falta de deliberación democrática” entre las fuerzas políticas que ocupábamos el Congreso local en ese periodo. Sin embargo, como principal impulsor de esta legislación, estoy convencido de que existió la discusión necesaria tanto en el recinto legislativo como fuera de él para socializar el proyecto y los beneficios que traería para muchas familias tapatías.
Esta resolución no solo afecta a los jaliscienses que no se encuentran dentro del modelo de familia que la ley reconoce, sino que además está debilitando las facultades del Poder Legislativo al fundar su sentencia en señalamientos superficiales sobre las formas en las que llevamos a cabo la discusión y aprobación de esta Ley, cuando lo verdaderamente importante es el fondo de la norma, su contenido; señalamientos sin fundamento cuando fue una de las iniciativas que ha protagonizado las más amplias y profundas discusiones en las últimas legislaturas.
Siempre he sido y seré respetuoso de las decisiones de la Corte, aunque hoy me parece injusta esta decisión. No obstante, estoy convencido que con la aprobación de esa Ley dimos un paso hacia adelante en nuestro estado y no vamos a permitir que se retroceda. Este hecho será la oportunidad para replantearme, como futuro diputado, las acciones en las que deberá estar encaminado mi trabajo legislativo. En los próximos meses estaré trabajando en un conjunto de reformas no solo en materia de libre convivencia, sino en todos los ámbitos y para todas las personas que hoy no tienen los mismos derechos.
Sin duda en la próxima legislatura tendremos grandes cambios que beneficiarán a todos los jaliscienses. Mi compromiso es y siempre será con la igualdad y las libertades. En 2013 a pesar de las resistencias pudimos aprobar esta Ley es tiempo de ir más a fondo