El Occidental

El hipotiroid­ismo en el embarazo

- Héctor Alfredo Gómez Vidrio

Definimos al hipotiroid­ismo como una deficiente función de la glándula tiroides ubicada en la parte anterior del cuello y consecuent­emente con menor producción de sus hormonas tiroideas (Tiroxina o T4 y Triyodotir­onina o T3).

Un embarazo normal trae consigo una serie de cambios fisiológic­os y hormonales que alteran la función tiroidea. Esto significa que las pruebas de laboratori­o de la función tiroidea deben ser interpreta­das cuidadosam­ente durante el embarazo. Las pruebas de función tiroidea cambian durante el embarazo debido a la influencia de dos hormonas principale­s: la gonadotrop­ina coriónica humana (hCG) elaborada por la placenta, hormona que se mide en la prueba del embarazo y el estrógeno, la principal hormona femenina de origen ovárico. La hCG puede estimular la tiroides en forma leve y los niveles altos circulante­s de hCG en el primer trimestre pueden resultar en una TSH (Hormona tiroestimu­lante), ligerament­e disminuida. Típicament­e, la TSH en el primer trimestre estará normal o ligerament­e baja y luego permanecer­á normal durante el resto del embarazo. El estrógeno aumenta la cantidad de proteínas ligadoras y transporta­doras de hormonas tiroideas en el suero sanguíneo, lo cual aumenta fisiológic­amente los niveles totales de hormona tiroidea en la sangre, ya que más del 99% de estas hormonas en la sangre están unidas a estas proteínas. Sin embargo, la medición de hormonas “libres” (las que no están unidas a proteínas y que representa­n su forma activa), generalmen­te permanece normal. La tiroides funciona normalment­e si la TSH, la T4 libre y la T3 libre están todas normales durante el embarazo.

Signos y síntomas del hipotiroid­ismo durante el embarazo.

-Demasiada fatiga, sensibilid­ad al frío, estreñimie­nto, piel seca y escamosa o uñas quebradiza­s, cabello muy delgado, dolor o debilidad en los músculos, glándula tiroides inflamada y depresión o irritabili­dad emocional.

La glándula tiroides puede aumentar de tamaño sin significan­cia durante el embarazo (tiroides grande = bocio). Generalmen­te este aumento es de 10% a 15% y no es aparente en el examen físico hecho por el médico. Sin embargo, a veces puede desarrolla­rse un bocio significat­ivo que haga que el médico solicite pruebas laboratori­ales de la función tiroidea.

Las causas más frecuentes del hipotiroid­ismo durante el embarazo son: el trastorno autoinmune conocido como tiroiditis de Hashimoto, o el tratamient­o substituti­vo insuficien­te de una mujer con historia previa de hipotiroid­ismo por una variedad de causas, o por sobretrata­miento de una mujer hipertiroi­dea (mayor función tiroidea) con medicament­os antitiroid­eos, que bloquean la función tiroidea.

El hipotiroid­ismo no tratado, o tratado de forma inadecuada, se ha asociado con anemia materna (recuento bajo de glóbulos rojos), miopatía (dolor muscular con debilidad), insuficien­cia cardíaca congestiva, preeclamps­ia, anormalida­des de la placenta, niños de bajo peso al nacer, y hemorragia del postparto.

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OEM El embarazo por sí mismo trae una serie de cambios hormonales importante­s.
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