El hipotiroidismo en el embarazo
Definimos al hipotiroidismo como una deficiente función de la glándula tiroides ubicada en la parte anterior del cuello y consecuentemente con menor producción de sus hormonas tiroideas (Tiroxina o T4 y Triyodotironina o T3).
Un embarazo normal trae consigo una serie de cambios fisiológicos y hormonales que alteran la función tiroidea. Esto significa que las pruebas de laboratorio de la función tiroidea deben ser interpretadas cuidadosamente durante el embarazo. Las pruebas de función tiroidea cambian durante el embarazo debido a la influencia de dos hormonas principales: la gonadotropina coriónica humana (hCG) elaborada por la placenta, hormona que se mide en la prueba del embarazo y el estrógeno, la principal hormona femenina de origen ovárico. La hCG puede estimular la tiroides en forma leve y los niveles altos circulantes de hCG en el primer trimestre pueden resultar en una TSH (Hormona tiroestimulante), ligeramente disminuida. Típicamente, la TSH en el primer trimestre estará normal o ligeramente baja y luego permanecerá normal durante el resto del embarazo. El estrógeno aumenta la cantidad de proteínas ligadoras y transportadoras de hormonas tiroideas en el suero sanguíneo, lo cual aumenta fisiológicamente los niveles totales de hormona tiroidea en la sangre, ya que más del 99% de estas hormonas en la sangre están unidas a estas proteínas. Sin embargo, la medición de hormonas “libres” (las que no están unidas a proteínas y que representan su forma activa), generalmente permanece normal. La tiroides funciona normalmente si la TSH, la T4 libre y la T3 libre están todas normales durante el embarazo.
Signos y síntomas del hipotiroidismo durante el embarazo.
-Demasiada fatiga, sensibilidad al frío, estreñimiento, piel seca y escamosa o uñas quebradizas, cabello muy delgado, dolor o debilidad en los músculos, glándula tiroides inflamada y depresión o irritabilidad emocional.
La glándula tiroides puede aumentar de tamaño sin significancia durante el embarazo (tiroides grande = bocio). Generalmente este aumento es de 10% a 15% y no es aparente en el examen físico hecho por el médico. Sin embargo, a veces puede desarrollarse un bocio significativo que haga que el médico solicite pruebas laboratoriales de la función tiroidea.
Las causas más frecuentes del hipotiroidismo durante el embarazo son: el trastorno autoinmune conocido como tiroiditis de Hashimoto, o el tratamiento substitutivo insuficiente de una mujer con historia previa de hipotiroidismo por una variedad de causas, o por sobretratamiento de una mujer hipertiroidea (mayor función tiroidea) con medicamentos antitiroideos, que bloquean la función tiroidea.
El hipotiroidismo no tratado, o tratado de forma inadecuada, se ha asociado con anemia materna (recuento bajo de glóbulos rojos), miopatía (dolor muscular con debilidad), insuficiencia cardíaca congestiva, preeclampsia, anormalidades de la placenta, niños de bajo peso al nacer, y hemorragia del postparto.