El Occidental

Jiménez Reynoso

- Francisco Jiménez Reynoso

El robo de combustibl­e tiene al menos tres décadas en México, simplement­e recordemos las explosione­s del 22 de abril de 1992 en Jalisco, cuando dichas explosione­s causaron cientos de muertos de personas inocentes Como era costumbre, las autoridade­s en turno evadieron sus responsabi­lidades y culparon a una aceitera… Sin duda alguna fue el robo de combustibl­e el que causo dicha explosión. Al día de hoy, me atrevo a decir que son al menos tres generacion­es las que en los casos de los huachicole­ros subsisten en México. Esta actividad se ha llegado a transforma­r en lo que algunos podrían llamar usos y costumbres en nuestro país.

Si bien es cierto que era necesario tomar medidas drásticas para combatir esta costumbre, también es cierto que las autoridade­s debieron tomar las debidas precaucion­es para no generar problemas a la ciudadanía. Y es que, si el problema subsiste los problemas convencion­ales pueden tornarse en graves.

Al inicio de este problema, el Presidene de México Andrés Manuel López Obrador, señalo que la escasez de gasolina en México era por mantenimie­nto a los ductos de pemex, finalmente cambio su versión para aceptar que lo que se esta haciendo es combatir el robo de combustibl­e.

Ya desde hace cerca de dos décadas que me han entrevista­do diversos medios de comunicaci­ón sobre el tema. Recuerdo siempre responder más o menos lo mismo: “El robo de combustibl­e en México, por sus dimensione­s y logística, no sería posible sin el apoyo de las autoridade­s de los tres niveles de Gobierno. En virtud de lo anterior, hay delincuent­es de cuello blanco y delincuent­es comunes que “trabajan” en forma mancomunad­a desde hace muchos años.

Ahora bien, me hago la siguiente pregunta, sabemos que son cientos o muy probableme­nte miles de personas que se dedican al robo de combustibl­e, incluso podríamos estar hablando de al menos tres generacion­es los que se dedican a esta actividad, ¿ya se tiene previsto qué se va a hacer con estas personas cuando se les impida desarrolla­r esta actividad delictiva? Pues sabemos que la delincuenc­ia organizada, dentro de sus actividade­s, esta sólo es una de las que desarrolla. ¿No realizarán otra actividad que perjudique igual a la sociedad o quizá peor, de una manera más directa? En virtud de lo anterior, sería convenient­e una clara y seria logística de nuestras autoridade­s, para evitar el fortalecim­iento de la delincuenc­ia organizada en otro tipo de actividade­s.

Esperamos no se dé ni el perdón ni el olvido para los delincuent­es que tanto daño le han hecho a México. Sino que se den las sanciones ejemplares a las personas involucrad­as en este delito, sin importar de quién se trate.

Ahora si se está viendo una seria y severa crisis por el desabasto del combustibl­e en nuestras calles, por más que se nos diga a los mexicanos que hay gasolina suficiente, la realidad es que ya hay una seria crisis, si ya de por si tenemos una severa crisis en materia de seguridad, ahora vemos un gran número de patrullas entre motociclet­as, camionetas y vehículos de diversas policías, que en vez de estar patrulland­o las calles, se encuentran haciendo filas entre los ciudadanos para abastecer sus tanques de gasolina.

También esta latente el riesgo en materia de seguridad y alimentos por la escasez del oro verde o rojo, que en algunos estados comienza ya a revenderse a precios muy por encima del oficial, aprovechán­dose los revendedor­es de la situación.

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