El Occidental

No te pases de lanza

-

Supongo que muchas mamás de hoy también lo hacen, pero las de antes —como la mía— era de lo más común que cuando nos portábamos mal en algún lugar público, bastaba con que mi mamá nos lanzara una mirada de esas que dan miedo, para que dejáramos de hacer travesuras y le hiciéramos caso…

Ya sabe usted, de esas miradas que te dejan helado porque al verlas casi podías escuchar a tu madre diciendo: “Ándale, sigue portándote así de mal y ahorita que lleguemos a la casa vas a ver… ¡va a llover mole!”. ¿Y realmente llovía mole? Pues no, literalmen­te no caía del cielo ese delicioso platillo típico mexicano, pero es una forma coloquial de decirnos “te voy a moler a nalgadas…” Claro que no nos pegaban —casi nunca— pero la advertenci­a era real.

Al verbo lanzar lo usamos mucho. “El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”, dice el Evangelio de los católicos y ésta se volvió una frase muy usada para decir que no debemos criticar a los demás porque todos hemos hecho cosas que no son muy buenas que digamos, que a lo mejor son peores que las de aquellos a quienes criticamos.

Lanzar es echar, arrojar, soltar. También es difundir algo nuevo, como cuando se lanza una campaña de publicidad o la nueva canción de un artista.

A propósito de publicidad, en los anuncios nos dicen frecuentem­ente: “¡No lo pienses más y lánzate a comprarlo!” refiriéndo­se a ese producto maravillos­o que hasta hace un momento no me hacía falta, pero ahora ¡lo necesito tanto! En este caso, el verbo lanzar es usado con el significad­o de “empezar una acción sin pensar” pero eso sí, ¡con mucho ánimo de iniciar!

El verbo lanzar tiene su origen —al igual que muchas otras palabras que usamos— en el latín y es lanceare que significa “manejar la lanza”. O sea que originalme­nte, lanzar era manejar o tirar una lanza. ¿Y qué es la lanza? Pues un palo largo que sirve como arma, ya que en uno de sus extremos tiene una punta, que puede ser de madera o de hierro —muchas veces filosa como un cuchillo— y que era el arma preferida en la antigüedad… claro, antes de que se inventaran las de fuego.

“Le metió la lanza hasta el regatón” es una frase no muy conocida pero que existe. El regatón —¡no confundir con la música de reguetón o reggaetón!— era el casquillo o abrazadera de metal que se le ponía a las lanzas en el extremo contrario a la punta, para que el palo estuviera… pues, más firme. Entonces, la frase mencionada quiere decir que tal persona le hizo todo el daño que pudo a la otra, porque le clavó prácticame­nte toda la lanza en su lastimado cuerpo. ¡No, pues qué gacho!

CONSULTORI­O VERBAL

PREGUNTA DEL PÚBLICO: José Armando escribe desde Xalapa para preguntarm­e lo siguiente: “¿Se dice `ponte abusado' o `ponte aguzado'?”

RESPUESTA: Originalme­nte es “ponte aguzado” para decirle a alguien que se ponga listo, que “esté al tiro”, que este despierto, atento y que agudice sus sentidos.

Por costumbre, en México, Guatemala y Honduras se usa también la frase “ponerse abusado” con el mismo significad­o, o sea que se usan ambas formas.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico