Sana alimentación, ¿cómo?
Recientemente el
Gobierno Federal anunció la implementación de una estrategia de alimentación saludable. López Gatell indicó que, desde antes de la pandemia, la mitad de las muertes en México eran por obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, y que, con la llegada del virus, personas con estos padecimientos eran aún más vulnerables a contagiarse y morir… la principal causa de estas enfermedades es la mala alimentación que ha tenido la población desde hace décadas: qué, cómo y cuánto comemos.
También se promoverá hacer ejercicio y tomar agua pura. El mismo López Gatell develó con sus preguntas el problema que causa la mala alimentación. Varios alegan que es decisión personal, y en parte es cierto, pero cuando se tienen los satisfactores básicos resueltos; ello corresponde sólo a un porcentaje de la población. Antes de hablar de buena alimentación, se debe atender a la violencia estructural de la pobreza, la discriminación y la negación de oportunidades que la ocasiona, y que es responsabilidad del Estado. Cabe resaltar que la pobreza no es sólo la falta de liquidez, es carencia de alimentos, cultura, justicia, oportunidades y satisfactores.
Para millones de personas en pobreza, la respuesta a sus preguntas sería: lo que haya, misión de sobrevivencia y casi nada. Una pregunta mejor formulada que englobe las anteriores sería: ¿cómo se come? cuando no tienes qué comer. Comer frutas, verduras y productos de buena calidad, más si son orgánicos, es caro. El agua es otro de los factores desencadenantes de la desnutrición. Promover que se ingiera agua potable en poblaciones donde su escasez no permite ni siquiera asearse (otro problema estructural), es utópico.
Requerirá de mucho tiempo, dinero y voluntad construir una base que asegure una buena alimentación, que no tiene que ver con lo que ingerimos, sino con un pueblo que se nutre con abundante corrupción y violencia estructural a muy alto precio.