Corrupción y difamación
BARTOMEU FUE DETENIDO DURANTE UN OPERATIVO REALIZADO EN LAS OFICINAS DEL BARCELONA
Barcelona, España.- A sólo seis días de la elección de su nuevo presidente, la policía irrumpió ayer en las oficinas del Barcelona como parte de un operativo por presuntos delitos económicos que, de acuerdo según fuentes judiciales, llevó a la detención del ex dirigente Josep María Bartomeu.
Agentes del área de delitos económicos de los Mossos de Esquadra, la policía de la región de Cataluña, registraron por la mañana las oficinas del club, ubicadas en el estadio Camp Nou.
Tras prácticamente tres horas de registro las autoridades no dejaron trabajar a los empleados ni de forma presencial ni por remoto para no entorpecer la investigación.
Además, según fuentes del club, tuvieron retenidos dentro de las oficinas a algunos altos ejecutivos y trabajadores de la entidad para tomarles declaración. En cambio, invitaron a marcharse a otro grupo de empleados que no consideraron debían declarar.
“Estamos haciendo un dispositivo en estos momentos con agentes del área de delitos económicos y se están llevando a cabo detenciones", declaró un portavoz policial, sin dar detalles sobre el número o la identidad de las personas afectadas ni sobre el objetivo de la operación, que los medios españoles vinculan al escándalo del Barçagate.
Además de Bartomeu, entre los detenidos también se encuentran el jefe de los servicios jurídicos del Barcelona, Román Gómez Ponti; el ex director del área de la presidencia, Jaume Masferrer; y el actual director general del club, Óscar Grau, confirmaron más tarde fuentes judiciales.
Una portavoz judicial señaló que dicha operación, bajo secreto de sumario, fue ordenada por la juez que investiga este escándalo revelado en febrero de 2020 por la radio Cadena Ser.
La investigación de esta emisora indica que una empresa contratada por el club culé había impulsado una cuenta de desprestigio contra la plantilla.
De acuerdo con sus pesquisas, varios perfiles en redes sociales controlados por la empresa I3 Ventures lanzaban mensajes para erosionar la imagen de jugadores como el delantero Lionel Messi y el defensor Gerard Piqué, así como el ex volante Xavi Hernández y el técnico Josep Guardiola.
La prensa local señaló entonces que el objetivo de esta campaña era mejorar la imagen de Bartomeu dado que las personas contra quienes se dirigían los mensajes eran críticas con la gestión del presidente.
La radio también demostró que el Barcelona pagó 1.2 millones de dólares en varias facturas a I3 Ventures, de la que se desvinculó tras el escándalo.
La directiva reconoció haber contratado los servicios de esta empresa, pero desmintió categóricamente haberles encargado una campaña de difamación.
“El Barcelona no ha contratado nunca ningún servicio para desprestigiar a nadie. Es cierto que a finales de 2017 contrató un servicio de monitorización de diferentes áreas del club en redes sociales", se defendió entonces Bartomeu.
El caso provocó un terremoto institucional, con la dimisión de seis directivos de la entidad y la interposición de la demanda por parte de un grupo de socios contra la junta directiva de Bartomeu por presunta corrupción y administración desleal, que dio origen a la investigación en curso.
Criticado por un amplio sector de aficionados, de la plantilla e incluso de la directiva, Bartomeu y lo que quedaba de su junta directiva dimitió a finales de octubre, cuando estaban a punto de ser cesados por una moción de censura.
Su mandato de seis años y medio, iniciado