Covid-19, ambiente y desarrollo
Recientemente fue publicado el “Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2020” que indica los avances, en el último año, en el cumplimiento de la Agenda 2030. El informe es anual desde que en 2015 fueron acordados en Naciones Unidas, precisamente, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Lo que caracteriza al informe de 2020 con respecto a los anteriores, es que es el primero que contempla ya el impacto de la pandemia de Covid-19 en el avance en los ODS, en los cuales hay un marcado retroceso. Cita el informe, entre otros aspectos, los siguientes:
-71 millones de personas volverán a caer en la extrema pobreza, algo no visto desde 1998.
-El subempleo y desempleo alcanza a 1,600 millones de trabajadores, o bien, sus ingresos se mermaron 60 por ciento.
-1,000 millones de habitantes de barrios marginales son más vulnerables a la Covid-19 por la falta de agua corriente, ausencia de sistemas de recolección de residuos, hacinación en el transporte público y el acceso limitado a los servicios de salud públicos.
-Las mujeres y los niños son las personas más afectadas por la pandemia.
-Los cierres de colegios han afectado a 90 por ciento de los estudiantes del mundo (1,570 millones).
Por su parte, el informe subraya que el cambio climático continúa acelerándose y que 2019 fue el segundo año más cálido del que se tenga constancia, al tiempo de que la acidificación de los océanos incrementa, la degradación del suelo no se detiene y hay 37 mil especies en peligro de extinción, mientras que aún predominan los patrones no sostenibles de consumo y producción en la lógica de la economía lineal y no circular.
Esto nos lleva a diferentes conclusiones que ameritan un mayor espacio de discusión, basta por ahora señalar al menos que el brote de Covid-19 parece ser, conforme se reúnen las evidencias científicas, un caso más de zoonosis, es decir, de enfermedades que afectan a las especies silvestres y que por un mayor contacto con los humanos, eventualmente son contagiados. Este contacto se debe, a su vez, probablemente por dos razones: la disminución de los hábitats naturales (que aproxima a humanos y fauna), y por un aumento en el tráfico ilegal de especies silvestres, ya sea para consumo u otras motivaciones.
De ser la zoonosis y las razones que la provocan una hipótesis correcta, estamos viendo un vínculo entre el ambiente, el desarrollo y el brote de enfermedades como la Covid-19, por lo que la pandemia, a últimas instancias, podría deberse a un problema ambiental que desató un problema de salud y que impactó ya en el desarrollo mundial.
Existen siete “Grandes Problemas Ambientales” (GPA), que tienen esta característica por ser de alcance global y por requerir el concierto internacional para su atención, como el cambio climático. Entre esos siete, están la pérdida de la biodiversidad y el incremento demográfico demandante de mayores recursos naturales. Estos dos GPA serían bajo esta lógica, los causantes de la pandemia de Covid-19. Por ello, es importante combatir las causas y no sólo enforcar los esfuerzos en las consecuencias. De otra manera, serán fatuos: el Informe 2020 es contundente.