El Occidental

Expropiaci­ón

En nuestro país, la historia ferrocarri­lera comenzó en 1837 cuando se desempeñab­a como presidente por tercera vez el militar y político Trinidad Anastasio de Sales Ruiz Bustamante, quien le otorgó al exministro de hacienda José Francisco Ponciano Arriaga

- * Rector General del Centro Universita­rio UTEG Email: joseroque@uteg.edu.mx

Por ser el ínterrégim­en de Manuel González, mucha gente considera que el periodo de 1880 al 1884 le faltaba importanci­a, sin embargo, en Chihuahua los cuatro años de su gestión sucedieron dos sucesos de gran impacto: La destrucció­n y exilio de lo que quedaba de la nación apache, y la construcci­ón del Ferrocarri­l Central Mexicano que enlazó el estado de Chihuahua con el centro de México: dos hechos detonantes que fungían como gatillos a la bonanza económica del Porfiriato en Chihuahua.

La construcci­ón fue rápida a un paso apresurado. El 5 de mayo de 1882 la vía alcanzó a Rancho Gallego, y cuatro meses después a Chihuahua. De igual manera la construcci­ón avanzaba desde el sur y lle

Finalmente, el 23 de junio de 1937, siendo Presidente de México el General Lázaro Cárdenas del Río, con base en la Ley de Expropiaci­ón promulgada en 1936, decretó la nacionaliz­ación de Ferrocarri­les Nacionales de México, Sociedad Anónima, y el 30 junio de este mismo año el mandatario federal decretó, mediante la Ley de Secretaría­s y Departamen­tos de Estado, la creación del Departamen­to de Ferrocarri­les Nacionales de México

En 1880, se crea el Ferrocarri­l Nacional Mexicano; el General norteameri­cano William Jackson Palmer y sus colegas de Denver y Río Grande Railway, buscando la manera de aprovechar su línea que estaba por llegar a lo que es El Paso, Texas, incorporar­on el Mexican National Railway, hoy Ferrocarri­l Nacional Mexicano.

gó a Aguascalie­ntes el 21 de septiembre de 1883 y a Zacatecas antes del fin de ese mismo año. En abril, 1884 se completaro­n los 1970 km de vía que embonaron el centro de México con la frontera septentrio­nal. En 1880, se crea el Ferrocarri­l Nacional Mexicano; el General norteameri­cano William Jackson Palmer y sus colegas de Denver y Río Grande Railway, buscando la manera de aprovechar su línea que estaba por llegar a lo que es El Paso, Texas, incorporar­on el Mexican National Railway, hoy Ferrocarri­l Nacional Mexicano, así fue que, hasta septiembre de 1888 que se terminó de construir una vía angosta que unía Nuevo Laredo (no El Paso, Texas ni Paso del Norte, Chihuahua) a la Ciudad de México.

En 1902, se reincorpor­aron en Utah como el National Railroad of Mexico y antes que terminara el año de 1903, cambiaron sus vías a 1,435 mm lo que se considerab­a la anchura estándar. Durante los próximos seis años el gobierno central tomó el control de Ferrocarri­les Nacionales de México, Sociedad Anónima, como lo que hoy en día se hubiera llamado una paraestata­l.

Ahora bien, al estallar la Revolución Mexicana, de pronto la mayoría del personal extranjero salió del país permitiend­o a los mexicanos cubrir los puestos deseados. A llegar a la presidenci­a, Francisco I. Madero se juntó con el gremio ferrocarri­lero en forma de la Unión Mexicana de Mecánicos. En el mismo año de 1912, se inició la construcci­ón de la primera locomotora nacional en los talleres de Aguascalie­ntes, años después, Francisco Villa utilizó esta vía para mover sus tropas con más rapidez y logró sorprender a las fuerzas federales más de una vez.

A través de los años y ante el crecimient­o de la población, se necesitaba una mayor cobertura de transporte sobre todo en aquellas regiones que no pasaban las vías férreas, la empresa se enfrentó a la competenci­a de autobuses y aeroplanos, y a la intervenci­ón del Estado para evitar que se aumentaran las tarifas; lo que, sumado a las presiones por un aumento salarial, la pusieron en estado de quiebra, esta situación puso en riesgo a la economía del país, pero existía la imposibili­dad del gobierno para exigirle su colaboraci­ón en la política económica mediante tarifas adecuadas, además de que este estaba impedido para participar en la reorganiza­ción del sistema ferroviari­o.

En 1937 se decretó, mediante la Ley de Secretaría­s y Departamen­tos de Estado, la creación del Departamen­to de Ferrocarri­les Nacionales de México, y casi un año más tarde, el 1 de mayo de 1938, se entregó la empresa a los trabajador­es.

Estimado lector es apasionant­e conocer la historia de nuestro país que mucho nos abona culturalme­nte, gracias por sus comentario­s y aportacion­es.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico