Hablar de salud mental es hablar de política
En México, la Salud Mental y Emocional ha ido tomando relevancia debido al confinamiento, la crisis económica y sanitaria que se ha vivido durante los últimos meses, en donde millones de personas han sido afectadas por diversos malestares físicos, económicos, pero sobre todo psicológicos y emocionales. Por lo que es necesario la exigencia de mayores programas e intervenciones de calidad que les permitan a las personas ser atendidas de manera accesible, garantizando así, su Derecho a la Salud.
De manera que, la Salud Mental y Emocional debe tener una exigencia política, en donde aseguremos que las autoridades gestionen y organicen contextos políticos que permitan acceder a instituciones de calidad, con programas de prevención que incluyan a la sociedad como principales actores y constructores de bienestar, asegurando tratamientos psicológicos y farmacológicos con perspectiva de Derechos Humanos a las personas con Trastornos Mentales.
La Salud Mental y Emocional debe dejar de verse como meramente un problema médico, para verse desde un modelo biopsicosocial, en donde no solo se ven involucrados factores genéticos o de personalidad, sino que también se ve implicada la política, en la manera en que organiza a la comunidad y en la forma en la que se gestiona el gobierno y sus recursos.
Por esta razón, XSALUDMENTAL
-colectivo de jóvenes líderes- ha dedicado parte importante de su trabajo a la concientización del conocimiento, aceptación, promoción y protección de Salud Mental y Emocional con una perspectiva de justicia social, logrando reconocer la importancia que tiene tomar el contexto político de cada persona al momento de evaluar y tratar su Salud Mental.
También nos ha permitido observar la fuerte necesidad de humanizar a las comunidades independientemente de sus intereses, por medio de las autoridades y la construcción de paz, haciendo hincapié en la importancia de contar nuestras historias como testimonio de las necesidades y privilegios que tenemos como personas y cómo estas historias inspiran a otras a la acción y el compromiso.
Resaltamos la formación en exigencia de derechos como un pilar fundamental en la implementación de estrategias para mejorar la Salud Mental y Emocional del país, permitiendo seguir trabajando en la visibilización de mejores intervenciones políticas y psicológicas en materia de Salud Mental.
No ajustemos a las personas al sistema que las oprime, construyamos instrumentos para combatirla. Hablar de Salud Mental es hablar de relaciones de poder, de estructura, administración... de política. La Salud Mental y Emocional debe dejar de verse como un problema médico.