El Futuro que no llegó
En 2018, Pedro Kumamoto contendió por la vía independiente por un escaño en el Senado por Jalisco, obteniendo un nada despreciable tercer lugar con un interesante número de votos en la ZMG que lo dejaban en buena posición para futuras aspiraciones.
Tan solo en el municipio de Zapopan, obtuvo alrededor de 213 mil votos, cifra que, de haberse mantenido en estas elecciones, le hubiera sido suficiente para asegurar la victoria. Con ese panorama, cualquiera hubiera creído que ahora que aspiraba a la presidencia municipal de Zapopan, contendiendo desde un partido político con recurso y “estructura”, tenía todas las de ganar. Entonces, ¿qué pasó durante los últimos sesenta días que provocó que en esta ocasión alcanzara apenas 50 mil votos, es decir un cuarto de los votos que obtuvo en 2018?
La respuesta: una campaña de más errores que aciertos, que hizo que tal como hace tres años, viéramos a los ex Wikis, la noche de la elección, recibiendo los resultados entre, lamentos y porras desganadas, intentando procesar lo que, de alguna manera, no quisieron ver venir.
Por este caso, y otros muchos, como el de Adrián de la Garza en Nuevo León, una de las lecciones dolorosas que dejó este proceso electoral para algunos es que las campañas sí importan, tanto, que pueden hacer ganar a quien arranca la carrera electoral en un tercer lugar de preferencia, como pueden hacer perder a quien la lideraba.
Los errores en la campaña fueron muchos, algunos incluso repetidos de la elección anterior. Uno de ellos, quizás el que originó el resto, es que parece que no dimensionaron la complejidad del territorio y población que pretendían gobernar, y que como pasó en 2018, cuando no entendieron que el Estado era mucho más que solo el área metropolitana, ahora que buscaban conquistar el ayuntamiento de Zapopan, no comprendieron que el municipio más poblado del estado, se extendía más allá de las inmediaciones de cierta universidad privada en el sur de la ciudad.
Y es que por más que el movimiento, mueva fibras de empatía y optimismo, la buena onda no es suficiente para ganar un municipio como Zapopan, con carteles pintados a mano y activaciones, que si bien simpáticas, no lograban un impacto más allá del mismo circulo reducido en redes sociales; y menos, haciendo oídos sordos y ojos ciegos a las tendencias claras que se iban marcando, y que tal vez de atenderlas, les hubiera permitido ajustar
El gran problema detrás de la campaña de Pedro Kumamoto es que quienes la idearon asumieron, como tanto nos lo repitieron, que los resultados en Zapopan de la elección de 2018, en la que se buscaba el escaño en el Senado, eran indicador suficiente de un triunfo inminente.
los elementos de la estrategia que no estaban dando los resultados esperados.
En el afán de hacer una campaña única, no quisieron darse cuenta, que esas prácticas de los partidos que tanto rechazaban, no son más que respuesta a las carencias de ciudadanía que aquejan a los mexicanos, y por supuesto, a principios de comunicación y mercadotecnia política, como lo son la repetición y el posicionamiento. Es por eso, que una estrategia como la suya, no podía tener éxito en una ciudad como la nuestra, en la que el grueso poblacional conoce a sus candidatos y vive las campañas, a través de lonas, espectaculares, calcas, flyers y spots.
El gran problema detrás de la campaña de Pedro Kumamoto es que quienes la idearon asumieron, como tanto nos lo repitieron, que los resultados en Zapopan de la elección de 2018, en la que se buscaba el escaño en el Senado, eran indicador suficiente de un triunfo inminente, y olvidaron, que las personas no votan por un legislador con las mismas lógicas que lo hacen por un alcalde, que son puestos para los que los ciudadanos buscan perfiles distintos, y que por lo tanto, el principal reto de la campaña era probar que Pedro tenía la madurez política suficiente para ocupar una alcaldía que controla un presupuesto de más de $7 mil millones de pesos. Irónicamente, ofrecieron una campaña que, si bien original, fresca y simpática, transmitía lo contrario, y ahora los resultados son irreversibles, el futuro no llegó.