DIEGO SILVETI, DE MANTELES LARGOS POR DIEZ AÑOS DE HABER TOMADO LA ALTERNATIVA
LA ESTRATEGIA PUNTUAL Y SU CALIDAD SON VITALES PARA SER RECONOCIDO EN MÉXICO Y ESPAÑA
La primera década como torero con alternativa, del matador Diego Silveti, se ha destacado desde su comienzo por el nivel de figura del toreo que ha tenido. La trayectoria de Silveti ha sido como pocas; mientras que en la mayoría de casos los toreros mexicanos llegan a tardar hasta más de cinco años para posicionarse, la carrera de Diego inició a tambor batiente sobre todo tras recibir el doctorado, viéndote anunciado en los mejores carteles tanto de México como de España, alternando con todas las máximas figuras del toreo desde estos inicios. Sin duda este ha sido el sello particular en estos años de alternativa, amén de los triunfos obtenidos y que han enfundado en seda y oro el paso de una de las dinastías más importantes del mundo taurino.
La dinastía Silveti tiene su peso específico en la fiesta brava y actualmente se encarga de mantenerla vigente Diego Silveti, está cumpliendo su primera década como matador de toros, una fecha que parece fue ayer. En todo este contexto su apoderado y tío, el matador Alejandro Silveti, ha tenido la visión, el tino y el profesionalismo para poner a su poderdante en un sitio preponderante, llevando los asuntos de escritorio con la máxima categoría que requiere ser manejado el apellido Silveti.
El 12 de agosto de 2011 el ruedo de Gijón, en España, se convirtió en el epicentro taurino del mundo, ya que José Tomás, pocas veces padrino, concedería la alternativa al continuador de la cuarta generación de los Silveti, el joven Diego, que después de una fulgurante carrera como novillero en ruedos europeos desde 2009, daba el gran paso ante el testimonio de Alejandro Talavante, con toros de Domecq.
“Aquella tarde era muy especial, pues cumplía el sueño de ser parte de la grandeza que me enseñaron todos los Silveti que me antecedieron; el cartel era de lujo y tenía puesta toda la ilusión, sinceramente sin saber a ciencia cierta el futuro de mi carrera, aunque lo tenía claro: respetar la fiesta y dignificar la historia de mi dinastía”, recuerda Diego, entonces con 26 años.
Luego de 10 años y 262 corridas actuadas, 56 en el extranjero, Silveti del Bosque posee una cerrera sólida. que ha abrillantado con el paso de los años. En la Monumental, Las Ventas, de Madrid, el 19 de mayo de 2013 cortó una oreja en una tarde en que cayó una feroz granizada que no sólo puso a prueba al guanajuatense, sino que ratificó la responsabilidad y el valor.
“El reconocimiento a mi trayectoria ha sido palpable, ha sido muy maravilloso gozar del cariño del público en las mejores plazas del mundo donde he toreado. Tardes que me han dado fama, dinero, pero también mucho dolor”, indicó.
Y no es para menos, pues tiene 11 cornadas, pero esas duelen menos que algunos fracasos en tardes claves.
Diego Silveti del Bosque es continuador de lo que inició Juan Silveti Mañón (su bisabuelo), quien dejó el legado a Juan Silveti Reynoso (su abuelo) y este, a su vez, a David Silveti Barry (su padre) y Alejandro Silveti Barry (su tío y actual apoderado). El tronco familiar es de los más pesados que posee la fiesta de los toros mexicana.
Estoy sorprendido de lo rápido que ha pasado el tiempo y de haber logrado muchos de los objetivos trazados a base de esfuerzo, dedicación, disciplina y triunfos”
DIEGO SILVETI MATADOR