Construir para unir
La palabra
construir se deriva del latín constructio que significa construcción es la acción y efecto de construir. Este verbo hace mención a edificar, fabricar o desarrollar una obra de ingeniería o de arquitectura, siendo un arte o técnica de fabricar edificios e infraestructuras, en otro sentido, se denomina construcción a todo aquello que exige, antes de hacerse, disponer de un proyecto y una planificación determinada.
Se localiza en la historia la importante necesidad que se tenía el construir caminos tanto terrestres como marítimos a efecto de hacer más fácil el comercio entre los pueblos de la tierra, ya que esta actividad comercial se remota a la época del trueque en la era del Neolítico, cuando se descubrió la agricultura y otros productos como subsistencia de alimento para la vida, es así como nació el comercio que es tan antiguo como la sociedad en sí. Al paso de los siglos durante las primeras expediciones europeas que llegaron al continente americano, se vislumbró la necesidad de crear medios de comunicación para este ejercicio de comercio y otros factores sociales, era ya necesario descubrir una vía de comunicación que conectara al Océano Atlántico con el Pacifico.
Desde inicios del siglo XVI, los españoles reconocieron las ventajas de un canal que atravesara el Istmo de Centroamérica, considerando dos rutas, una a través de Nicaragua, cuyos planes resurgieron y la otra, a través de Panamá, la cual a la postre tomo la delantera.
Es así como en el siglo XX (1903) dan inicio a las negociaciones entre los Estados Unidos de Norteamérica y Colombia, país al que pertenecía Panamá en aquel entonces, por diversas cuestiones, aquellos dos países negociadores entraron en disputas que llevaron a la proclamación de la República de Panamá y se integró al proceso de negociación, fue así como dio inicio en 1912, la construcción de una de las mayores obras de la ingeniería de ese siglo; la construcción del canal de Panamá.
Magna obra que fue inaugurada el 15 de agosto de 1914 por el entonces presidente de Panamá Belisario Porras Barahona y de los Estados Unidos de Norteamérica Thomas Woodrow Wilson.
Ahora bien, el propósito de construir tal ruta, principalmente para el comercio, era convertir un viaje de más de 15,000 kilómetros alrededor de Sudamérica a uno de poco más de 65 kms, acercando la costa oeste de los Estados Unidos a Europa, acortando el camino entre los países de la línea del Atlántico y los prósperos mercados asiáticos y, en general, proveyendo al mundo un atajo cuya historia merece ser recordada.
En otro orden de ideas, el canal de Panamá no es un trayecto directo de océano a océano, esto es debido a que el lago Gatún es un lago artificial se encuentra a 26 metros sobre el nivel del mar, localizado en el país panameño, es un elemento clave que sirve para que transiten los barcos a lo largo de 33 kms a través del Istmo de Panamá, la creación de este lago se fundamenta en que el agua no fluye hacia arriba, por lo que fue necesario encontrar una solución de ingeniería para llevar a los barcos desde el nivel del mar hasta la altura de ese lago y que dicha solución viene en la forma de esclusas.
El funcionamiento de estas esclusas es, al menos en la teoría, bastante fácil de comprender, los barcos entran en las esclusas jalados por un remolcador y comandados por un capitán panameño quien toma el control del barco a la entrada del canal y lo devuelve a la salida de este. Una vez dentro de la esclusa, se cierran las compuertas y agua de la esclusa superior llena, por gravedad, la esclusa en la que se encuentra el barco hasta hacerlo ascender al nivel de la siguiente esclusa, luego se abre la siguiente compuerta, el barco avanza y el proceso se repite en tres ocasiones sucesivas hasta que salvan los 26 metros para llegar al lago Gatún.
Respetable lector esta magna obra, desde su construcción hasta la fecha ha sido remodelada 3 veces atendiendo las necesidades del tránsito de las embarcaciones que necesitan de esta conectividad.