Los riesgos de la salud mental
Durante las últimas semanas conocidos y familiares han decidido salir de vacaciones, bajo las medidas sanitarias básicas que nos son familiares a todos. Algunos han subido a aviones y se han hospedado en hoteles; otros han conducido a sitios rentados, hacia lugares con cierto aislamiento; pero coincidieron en que, sin importar lo que ocurriera con la pandemia, había llegado el momento de abandonar la extraña rutina del confinamiento o las salidas restringidas e irse a descansar.
No sería entonces una sorpresa que, en el conteo de contagios diarios, ese regreso de vacacionistas de playas, balnearios, pueblos mágicos y, en general, lugares de descanso, se reflejara en el aumento de casos positivos que estamos experimentado en estos momentos. Si tomamos una determinación, es posible que siempre exista una consecuencia. Lo que escucho como justificación común es que se trata de un respiro ante la angustiosa situación de contingencia por la que hemos atravesado durante casi 18 meses, particularmente en el caso de las niñas y de los niños, así como con los adolescentes.
Rutinas alteradas, insomnio, hábitos que no podrían entenderse en ningún otro contexto que no fuera el de una crisis sanitaria (horas frente al televisor o demasiado tiempo con videojuegos), alteraciones en la alimentación, son las afectaciones que se reproducen en cada hogar en el que habitan los más jóvenes, quienes de acuerdo con los estudios disponibles ya se encuentran en un escenario problemático para su salud mental.
Debemos entender que, ante la emergencia, tuvimos que abandonar parques y lugares de reunión, escuelas, clases extra, y espacios de diversión cotidiana, para enfrentar al virus y ganar tiempo para entender su comportamiento y encontrar opciones científicas y médicas que nos defendieran.
La convivencia entre niños, jóvenes, es distinta a la que experimentamos los adultos. No es un asunto generacional, sino científico. Cualquier especialista en psicología podrá confirmar que el aislamiento afecta de manera diferente por edades y por ello no podemos sostenerlo a lo largo del tiempo. La salud mental es idéntica a la física, puede atrofiarse si no mantenemos el ejercicio, los buenos hábitos y la higiene.
Hoy estamos ante la decisión del regreso a clases, el cual será voluntario, lo que significa que padres y tutores deberán estar bien informados de las medidas y protocolos establecidos por las autoridades, de lo que les toca hacer para cuidar a los estudiantes y de la importancia de que puedan retornar a la convivencia escolar, que es su segunda casa.
Así como hemos salido a otros espacios, es momento de acudir a los salones con toda la precaución y la información, para que reducir los riesgos de salud mental que puedan estarse gestando entre niñas, niños y adolescentes. Evitemos los rumores y la desinformación.