Anaya y su exilio presidencial
El 2024 ya comenzó y lo podemos ver en los mensajes y declaraciones que han dado en los últimos días el ex candidato presidencial Ricardo Anaya y el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. En una serie de videos iniciales, Ricardo Anaya h
No hay que olvidar que no es la primera vez que Ricardo Anaya enfrenta a la justicia, ese tal vez fue uno de los motivos por los cuales no pudo dar batalla en 2018, por sus declaraciones y acusaciones en contra de Enrique Peña Nieto y José Antonio Meade, debemos recordar que en uno de los debates presidenciales dijo que metería a la cárcel al Peña Nieto, eso posiblemente le costó que la PGR iniciara investigaciones en su contra y un desgaste fuerte en su imagen como candidato.
Hoy es la misma autoridad quien citó a una comparecencia presencial a Ricardo Anaya en un reclusorio en la Ciudad de México, acción que fue cuestionada por Anaya, tal vez no quiere que le pase lo que le hicieron a Rosario Robles, que llegó a una audiencia y lleva gran parte de esta administración en prisión. Lamentablemente sabemos que en algunas ocasiones la justicia en nuestro país tiene otros intereses y las instituciones pueden ser utilizadas para otros fines, como en su momento en el sexenio de Vicente Fox la PGR fue utilizada con la intención de desaforar a Andrés Manuel López Obrador y que no pudiera participar en la elección de 2006.
Han pasado 15 años de aquella elección, pero seguimos viendo en México que la justicia puede perseguir algunos intereses en particular, lamentablemente hoy la justicia en México no genera confianza y no genera certeza, tal como lo dice el Índice de Estado de Derecho 2020 del World Justice Project en el que México ocupó el penoso lugar 104 de 128 países evaluados y tal vez la decisión de Ricardo Anaya de salir del país y no estar el jueves en la audiencia es porque no confía en la justicia mexicana y no confía en el Presidente de la República, de la misma manera que lo han hecho personajes hoy que enfrentan procesos con la justicia mexicana como el empresario Miguel Alemán que prefiere ser juzgado en Francia como ciudadano de aquel país, aunque como ejemplo contrario tenemos a Emilio Lozoya que ha cooperado y a pesar de todos los delitos está en su casa siguiendo su proceso legal.
Esta postura de desconfianza por parte de Anaya y Alemán coincide si vemos los números, México, en el mismo Índice, está en el lugar 119 de 128 en justicia penal, 121 en ausencia de corrupción, 78 en respeto a los derechos fundamentales, 116 en justicia civil y 91 en cumplimiento regulatorio, con esos números que se traducen en falta de certeza jurídica, cualquiera prefiere ser juzgado fuera o por lo menos estar en otro país, y si se considera una persecución política con mayor razón.
Habremos de esperar y estar atentos, porque si mañana no se presenta Ricardo Anaya, se le podrá considerar prófugo de la justicia, esto sin duda, es el inicio del 2024 y sea o no sea culpable Anaya, este capítulo de la vida política mexicana será interesante y dará mucho de qué hablar y podrá influir en el panorama, alianzas, candidatas o candidatos que se apunten para la elección presidencial.