Último cuatrimestre, nueva Legislatura

Miércoles 1 de septiembre no sólo entramos al último cuatrimestre de este año, es un día especial pues es el inicio de la nueva Legislatura de nuestro Congreso de la Unión con una Cámara de Diputados renovada y, su homóloga de Senadores con la oportunidad

Este próximo

Yen este sentido, queremos hacer hincapié que las acciones de “informar, razonar, participar, votar, observar y exigir” de trascendencia durante los primeros meses del año para las elecciones en junio, son verbos que han llegado para quedarse en la ejecución de nuestras actividades cívicas y democráticas. Pues con ellas cada uno como ciudadano tuvo la oportunidad de desarrollar un análisis o un balance del actuar de nuestros representantes populares; y con base en ellas, se decidió otorgar o no un voto de confianza para quienes velarán por nuestro bienestar este periodo legislativo naciente.

Esto ha dejado de manifiesto, más que nunca, que las elecciones son una declaración de la voluntad y la convicción ciudadana. Y son una herramienta de evaluación de resultados de políticas públicas eficientes en favor de la población, es decir, si nos comprometemos a observar, informarnos y reflexionar de manera seria las decisiones de quienes nos representan y gobiernan, tenemos toda la posibilidad de generar un contrapeso y ejercer la potestad de exigencia de resultados positivos para nuestros entornos de educación, salud, vivienda, económico y de seguridad, por nombrar algunos, y este ejercicio legislativo no debe ser la excepción.

Por ello, nuestra tarea es estar pendientes de los primeras reuniones y acuerdos de los grupos parlamentarios que reconfiguran la Cámara Baja, sin una mayoría calificada como en el parlamento que espiró; que obliga al diálogo, negociación e impulso de la construcción de consensos y acuerdos. Un escenario legislativo donde serán expuestas las concordancias y divergencias para abordar los tópicos que serán protagónicos en los primeros momentos de la nueva legislatura como la seguridad vial, seguridad privada, ambas consecuencia de recientes trasformaciones constitucionales, así como la reforma electoral, entre otras.

Así con la declaración de validez del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) de las diputaciones por el principio de Representación Proporcional para el periodo 2021-2024, hoy contamos con los 500 legisladores que ocuparán los curules en la Cámara Baja. Recordemos que la asignación de este tipo de diputaciones “garantiza tres aspectos centrales en el proceso de conversión de votos a curules: primero, que ningún partido exceda el límite de 300 curules por ambos principios; segundo, que ninguna fuerza política exceda el límite constitucional de 8% a la sobrerrepresentación y, tercero, que la representación política en la Cámara de Diputados sea en lo posible un espejo de la diversidad del país y de la pluralidad expresada en las urnas”, en palabras del Consejero Presidente del INE.

Y es así que tenemos como resultado de los 500 curules: 114 del Partido Acción Nacional, 70 del Partido Revolucionario Institucional, 15 para el Partido de la Revolución Democrática, 37 pertenecientes al Partido del Trabajo, 43 del Partido Verde Ecologista de México, 23 de Movimiento Ciudadano, y 198 para Morena.

Y finalmente, es de resaltar que el Congreso contará con 248 diputaciones para mujeres, lo que representa el 49.6% de la integración total de la Cámara de Diputadas y de Senadores, es decir, 7 lugares más femeninos en comparación con 2018 que abona con los trabajos que se realizan de manera contante para lograr una paridad de género palpable. Tema al que se debe sumar la ejecución de las acciones afirmativas implementadas con diputaciones para 16 personas de origen indígena; 4 con discapacidad; 2 afromexicanas; 3 de la diversidad sexual y 10 para personas migrantes.

Esto muestra un horizonte de pluralismo político y social por el que hacemos votos que las diferencias que los caracterizan, ahora los unan en beneficio de todos los mexicanos.