Mujeres migrantes no son sólo víctimas
Especialistas aseguran que los medios deben ayudar a entender el contexto de las personas que dejan sus países de origen
El panorama de las personas migrantes se tornará más adverso con la decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos para reactivar el programa Quédate en México
CDMX. Los medios de comunicación deben erradicar de sus contenidos, los estereotipos de las mujeres migrantes como sólo víctimas y construir una narrativa que ayude a entender el contexto de la decisión por la que dejan sus países de origen, coincidieron expertas en la onceava sesión del Consejo con Perspectiva de Género de la Organización Editorial Mexicana (OEM).
La reunión del Consejo del jueves pasado tuvo como eje temático las mujeres migrantes y fue presidida por la directora general editorial de la OEM, Martha Ramos Sosa.
Miriam González, integrante del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI) consideró que las migrantes permanecen invisibilizadas en los medios informativos, ya que pocas veces se les ve más allá del escenario de pobreza y violencia del que escapan de sus países. “Tendríamos que tenerlas presentes en nuestra oferta informativa constantemente”, afirmó.
Agregó que pocas veces los medios registran temas que van más allá, como por ejemplo, cuántos de los feminicidios en México son de mujeres migrantes o cómo obtienen un documento de estancia en nuestro país en función de su pareja, pero no se les reconoce su derecho de lograr uno para que ellas trabajen también.
Destacó que, hasta hoy, los medios han propiciado que se tenga una imagen de las mujeres en migración que alude a que son las que llegan al país a quitarnos algo, lo que alienta la discriminación.
Han normalizado también —agregó González— la violencia sexual al presentar notas que sólo se quedan en las cifras de violaciones, por ejemplo, y siguen revictimizándolas constantemente. También restan el valor que aportan a la sociedad. “Las mujeres migrantes contribuyen al desarrollo de los países de origen y destino y eso poco lo vemos publicado en la oferta informativa”, subrayó.
Criticó que, por lo general, en la cobertura de notas sobre mujeres migrantes, las voces que se colocan en las narrativas informativas sean las de las instituciones, ante lo que planteó la necesidad de abrir los espacios a las propias protagonistas y a las asociaciones civiles.
Miriam González recomendó, además, omitir en la cobertura periodística la identificación del país de las migrantes para evitar la estigmatización, renunciar a imágenes dramáticas que no se apeguen a la realidad, así como no apelar a un lenguaje discriminatorio y diversificar las fuentes de información.
Al respecto, Martha Ramos consideró que si en el ejercicio periodístico las preguntas no se diversifican y amplían, no se visibilizará el problema. “No hacemos distintas preguntas y cuando tenemos la oportunidad de hablar con alguna migrante, deberíamos de ser lo suficientemente sensibles para apegarnos a su historia y hacer más preguntas porque eso nos va a dejar claro y sobre todo al lector, la dimensión del problema”, dijo.
En su intervención, Gladis Cañas Aguilar, integrante de la Asociación Ayúdalos a Triunfar, con sede en Matamoros, Tamaulipas, dijo que en el ámbito mediático es importante el acercamiento de los medios de comunicación, ya que son testigos de la situación que vive la mujer migrante en cada país y en cada lugar por el que pasan hasta llegar a su destino final.
FOCOS ROJOS
Por su parte, Gabriela Ramírez, integrante del Centro de Información de la ONU en México, destacó la importancia de contar en los medios informativos las historias de las mujeres migrantes para romper con estereotipos, pero subrayó que debe hacerse de manera responsable, cuidando la identidad de las mismas.
Durante su presentación, la funcionaria de la ONU brindó a los participantes un panorama del porqué la organización ve a nuestro país como un foco rojo para migrantes y destacó los riesgos a los que se enfrentarán luego de la decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos de restablecer el programa Quédate en México, a través del cual son enviados a nuestro país a esperar que un juez migratorio resuelva su solicitud de asilo.
“Necesitamos dotar a las mujeres de información, cómo pueden obtener datos, agilizar sus procesos y recordar que migrar no es un delito”, afirmó.
La periodista feminista y consejera permanente de la OEM, Sara Lovera, coincidió en que habría que ver otras aristas sobre las mujeres migrantes ya que han desarrollado una fortaleza por el hecho de haber migrado. “Tendríamos que verlas, íntegras, no disminuidas y contar dónde están con sus experiencias”. dijo.
“Las migrantes contribuyen al desarrollo de los países de origen y destino y eso poco lo vemos publicado”
MIRIAM GONZÁLEZ INTEGRANTE DEL IMUMI