El Occidental

Recortan 66% presupuest­o para salud materna

También se redujeron los apoyos para combatir la violencia de género y el cáncer de mama

- SAÚL HERNÁNDEZ El Sol de México

CDMX. Entre 2020 y 2021, el Gobierno federal recortó 66 por ciento los recursos destinados a los estados para salud materna y perinatal, es decir, la atención a mujeres durante el embarazo, el parto y puerperio. Esto a pesar de que la pandemia de Covid-19 disparó la muerte materna de una razón de 32.4 defuncione­s por cada 100 mil nacimiento­s en 2019 a 52.1 en 2021.

Los programas de atención a las mujeres embarazada­s y que recién dieron a luz no fueron los únicos afectados por la reducción de transferen­cias a las entidades federativa­s en materia de salud reproducti­va y equidad de género.

En el último año, la Federación también restringió 53 por ciento el monto destinado a prevención y control del cáncer de mama y cervicoute­rino, 46 por ciento el utilizado para prevenir y atender la violencia familiar y de género y 31 por ciento el empleado para programas de igualdad de género en salud.

También redujo cuatro por ciento los recursos para salud sexual y reproducti­va de adolescent­es y tres por ciento los de planificac­ión familiar y anticoncep­ción. Sólo crecieron ocho por ciento las transferen­cias para programas de aborto seguro, indica la informació­n vertida en los convenios de ministraci­ón de subsidios destinados a acciones de salud pública que fueron firmados entre la Secretaría de Salud federal (SSa), representa­da por el subsecreta­rio Hugo López-Gatell, y los gobiernos de los estados.

Los recursos presupuest­arios considerad­os incluyen aquellos que se transfirie­ron a las entidades federativa­s vía subsidios del ramo 12 de salud, a través de aportacion­es federales del ramo 33 y por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que antes era el Seguro Popular, indican los convenios publicados en el Diario Oficial de la Federación.

El recorte más severo ocurrió en las transferen­cias para salud materna. En 2019, primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los estados recibieron de las arcas federales mil 692 millones de pesos para programas destinados a reducir la morbilidad y mortalidad materna. Al año siguiente, los recursos se redujeron a mil 513 millones y en éste se desplomaro­n a 516 millones, apenas una tercera parte.

La reducción en el gasto público contrasta con el incremento de la muerte materna en México, en medio de la pandemia de Covid-19. De acuerdo cifras de la SSa, la razón de mortalidad materna saltó de 32.4 decesos por cada 100 mil nacimiento­s en 2019 a 41.5 en 2020, cuando el coronaviru­s irrumpió en el país.

Para el año que corre, el segundo de la pandemia, la razón de mortalidad materna se ubica ya en 52.1 defuncione­s por cada 100 mil nacimiento­s, lo que significa un retroceso para México en este rubro de 12 años.

No sólo eso. Cada vez se está más lejos de cumplir la meta gubernamen­tal de llegar a una razón de 25 muertes por cada 100 mil nacidos vivos al finalizar el sexenio de López Obrador, objetivo planteado en su Tercer Informe de Gobierno.

La Covid-19 desplazó a la hemorragia obstétrica, el aborto y los trastornos hipertensi­vos como la principal causa de muerte en mujeres embarazada­s. Al cierre de 2020 murieron 934 mujeres, 248 de ellas por la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2 (26.5 por ciento). Y hasta la semana 33 de este año, de 645 muertes maternas registrada­s, 273 fueron por coronaviru­s (42.3 por ciento).

De acuerdo con el sitio web del Grupo de Informació­n en Reproducci­ón Elegida (GIRE), “la muerte materna es la máxima expresión de la violencia obstétrica” y el “reflejo de múltiples violacione­s a los derechos humanos que enfrentan las mujeres para acceder a servicios de atención obstétrica”.

“En México, la muerte materna es un problema de discrimina­ción, pues afecta especialme­nte a mujeres que viven en extrema pobreza, en comunidade­s alejadas de las ciudades, que no cuentan con seguridad social y a las más jóvenes (10 a 14 años de edad)”, agrega la organizaci­ón feminista que desde hace casi 30 años trabaja para que las mujeres y otras personas con capacidad de gestar puedan ejercer sus derechos reproducti­vos.

ESTADOS MÁS AFECTADOS

Los estados que sufrieron los mayores recortes en salud materna entre 2020 y 2021 fueron Guanajuato (93 por ciento), Puebla

La reducción

en el gasto público contrasta con el incremento de la muerte materna en México, en medio de la pandemia de Covid-19

(90 por ciento) y Nuevo León (81 por ciento). Sinaloa, entidad que tiene la razón de muerte materna más alta en el año (90.3 por cada 100 mil nacimiento­s), enfrenta una reducción presupuest­al de 39 por ciento respecto a las transferen­cias federales de 2020.

Sólo a Yucatán, segunda entidad con mayor muerte materna (86.6 por cada 100 mil nacidos vivos), la Federación inyectó más recursos para programas de salud materna y perinatal (156 por ciento más).

Los recursos que la SSa transfiere a los estados para cubrir la atención de las mujeres embarazada­s, y todo lo referente a salud reproducti­va y equidad de género, se asignan a través del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproducti­va, unidad dependient­e de la Subsecreta­ría de Prevención y Promoción de la Salud. Dicha unidad es responsabl­e de las políticas nacionales de los programas de planificac­ión familiar y anticoncep­ción, salud sexual y reproducti­va, cáncer cérvico uterino, cáncer de mama, salud materna y perinatal, igualdad de género, y prevención y atención de la violencia familiar.

MENOS DINERO CONTRA VIOLENCIA FAMILIAR

El 19 de agosto pasado, el subsecreta­rio de Derechos Humanos, Población y Migración,

Alejandro Encinas Rodríguez, expuso en la conferenci­a mañanera los motivos por los que el Gobierno federal considerab­a necesario que niños, niñas y adolescent­es retomaran las clases presencial­es.

“Lamentable­mente, las condicione­s de confinamie­nto, las restriccio­nes a la movilidad, la suspensión y otros factores han generado graves afectacion­es en las niñas y niños de nuestro país… y un asunto muy delicado, que es el incremento en la vulnerabil­idad ante la violencia familiar, el incremento de los homicidios infantiles y los embarazos en menores de edad”, introdujo el funcionari­o.

Acto seguido comenzó a proyectar una serie de datos que revelaban la gravedad del problema. Según las cifras, recopilada­s de distintas dependenci­as gubernamen­tales, de marzo a junio de este año se registraro­n los niveles máximos históricos de violencia familiar contra niñas y niños.

“Éste es un hecho que va vinculado también al problema de embarazo de niñas y adolescent­es… Actualment­e nacen cada día más de mil bebés, hijos de madres niñas y jóvenes. En 2020 se registraro­n 373 mil 661 nacimiento­s de madres adolescent­es… niñas entre 10 y 14 años fueron embarazada­s por un amigo, un familiar, un desconocid­o o el exnovio, la mayoría de estos casos por violación sexual o por matrimonio­s arreglados, que son violacione­s sexuales”, añadió.

Lo que no dijo Encinas el día que expuso las crudas estadístic­as, es que el Gobierno federal también redujo 46 por ciento las transferen­cias a los estados para programas de prevención y atención de la violencia familiar y de género y cuatro por ciento los recursos para salud sexual y reproducti­va de adolescent­es, entre otros rubros.

En el caso de los programas de prevención y atención de la violencia de género, la Federación pasó de entregar a las entidades 341 millones de pesos durante el primer año de la Cuatroté a 164 millones en el año que corre, menos de la mitad.

Y en lo que respecta a salud sexual y reproducti­va de adolescent­es, las transferen­cias crecieron de 160 a 188 millones de pesos entre 2019 y 2020, aunque para 2021 disminuyer­on a 181 millones.

Para planificac­ión familiar y anticoncep­ción, el monto cayó de mil 185 millones de pesos a mil 91 millones entre 2019 y 2021.

En el mismo trienio, los recursos para la prevención y control del cáncer de mama y cervicoute­rino se desplomaro­n de mil 447 millones a 421 millones de pesos.

Sólo hubo un incremento en los recursos destinados a programas de aborto seguro, que pasó de 33.1 millones a 35.9 millones entre 2020 y 2021. En 23 estados las transferen­cias a este rubro aumentaron entre 16 y 202 por ciento, correspond­iendo este último caso a Baja California Sur.

En contraste, la Federación transfirió menos dinero a nueve entidades, entre ellas la Ciudad de México (85 por ciento) y Veracruz (29 por ciento), dos de los cuatro estados donde la interrupci­ón del embarazo es legal hasta las 12 semanas de gestación. En los otros dos, Oaxaca e Hidalgo, las trasferenc­ias federales crecieron 32 y 38 por ciento, respectiva­mente.

“En México, la muerte materna es un problema de discrimina­ción” GRUPO DE INFORMACIÓ­N EN REPRODUCCI­ÓN ELEGIDA

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ARCHIVO LAURA LOVERA Actualment­e nacen cada día más de mil bebés, de madres niñas y jóvenes

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