La epidemia
En 1986 se determinó la causa probable del sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida): el retrovirus VIH, un agente transmisible que pasa de un individuo infectado a otro mediante vías específicas, por ejemplo:
Por vía sexual: durante relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin protección.
Contacto sanguíneo: compartir agujas, hojas de afeitar o instrumentos que perforan la piel (en tatuajes, joyería o acupuntura) y que no se hayan desinfectado o esterilizado previamente.
Madre con VIH a hijo durante el embarazo, en el parto o en la lactancia. Actualmente, las personas que viven con VIH pueden embarazarse y tener hijos sin transmitirles la infección, siempre y cuando sigan un tratamiento específico para ello.
El VIH no permanece activo ni puede replicarse si se encuentra fuera de su medio acuoso, con la temperatura y condiciones de alcalinidad y salinidad que necesita. Saber esto ayudó a distinguir entre contagio y transmisión, pues este virus no es como el de la gripe.
El sida es la etapa avanzada de la infección; las defensas están tan debilitadas que se favorece el desarrollo de infecciones conocidas como oportunistas, de las que destacan algunos tipos de neumonía, tuberculosis, candidiasis, sarcoma de Kaposi y diversos tumores. Se puede evitar llegar a la enfermedad con tratamiento de antirretrovirales.