LLEGÓ SEPTIEMBRE… Y SIN SEGURO
El 40 por ciento del territorio nacional es susceptible de experimentar sismos de magnitudes mayores a 4 en la escala Ricther y, al parecer, nadie está preparado para enfrentar los gastos que una tragedia así puede ocasionar
Para 2022, el Fonden tendrá un saldo de nueve mil 54 millones de pesos, aunque en noviembre del año pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó su extinción para tener mayores recursos con los cuales enfrentar la crisis sanitaria.
Aunque no existen estadísticas oficiales que respalden que sea un hecho que septiembre tenga una mayor propensión a los sismos, este mes ha coincidido con los movimientos telúricos de mayor intensidad en el país, pero ¿México está preparado para otra catástrofe como la que ocurrió en 2017 o 1985?
A la fecha, el país tiene diferentes métodos o seguros para la prevención de desastres naturales, ya sean inundaciones, terremotos, huracanes, entre otros.
Uno de los principales mecanismos para este tipo de sucesos es el casi extinto Fondo
Nacional de Desastres Naturales (Fonden), un fideicomiso creado por el Gobierno federal desde finales de 1999.
Los objetivos del Fonden, cuando recién vio la luz, se centraron en destinar recursos para la rehabilitación y reconstrucción de infraestructura pública de los tres órdenes de gobierno; vivienda de la población de bajos ingresos; y ciertos elementos del medio ambiente, tales como selvas, áreas naturales protegidas, ríos y lagunas.
El fondo es nutrido de manera anual a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito LAURA LOVERA
Público (SHCP), aunque por su figura de fideicomiso podía recibir más dinero durante el año en turno. Otra de las cosas que hace el Fonden es transferir recursos a un Fondo de Atención de Emergencias, con el que el Gobierno federal puede donar víveres, herramientas, medicamentos, y otros artículos, a la población afectada por un desastre natural.
Para 2022, el Fonden tendrá un saldo de nueve mil 54 millones de pesos, aunque en noviembre del año pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó su extinción para tener mayores recursos con los cuales enfrentar la crisis sanitaria.