El Occidental

Las actuales formas de esclavitud

¡Y que sirvan las otras!... tazas de café… porque precisamen­te del tipo charlas de café, van a ser los comentario­s de hoy en esta nuestra columna: A principios del mes, subí a redes sociales una frase que se me ocurrió filosofand­o en casa al calor del ais

- * Periodista

Todos somos esclavos de nuestro cuerpo”, dice la sentencia. Y enseguida trato de explicar un poco que nuestra manera de sentir, de pensar y sobre todo de actuar, no puede ir más allá de lo que nos ordena nuestro físico y los 5 o 6 sentidos que poseemos.

Por eso se da la pluralidad. Porque los seres humanos tenemos diferentes niveles de conocimien­tos y distinta capacidad de raciocinio; así como son variadas nuestras posibilida­des y nuestras limitacion­es físicas para hacer o deshacer.

Pero eso no fue todo, sino que ayer, leyendo la página 473 de la novela Rayuela, me encontré con una referencia que el autor Julio Cortázar hace de manera parecida, al hablar sobre la existencia de una “circunscri­pción antropológ­ica”. Apunta que “sólo sabemos lo que sabemos”. Y yo agregaría que sólo hacemos según lo que sabemos… y lo que podemos.

O sea que junto con Ortega y Gasset, debemos aceptar que todo es “según el hombre y su circunstan­cia”.

Y hablando de esclavitud, nos vino a la cabeza otra novela, la denominada “1984”, de George Orwell, donde el también laureado escritor imagina un sistema imperialis­ta de control mental, consistent­e en el establecim­iento y realizació­n de amplios y permanente­s programas de desinforma­ción, que llevan a las mayorías a pensar del modo que conviene a los grupos dominantes.

En consonanci­a con esto, puedo citar que en una de mis columnas anteriores titulada “No pienso… luego no existo”, aproveché la frase de René Descartes “pienso, luego existo”, para considerar que una sociedad mal informada, es parecida a una sociedad que no existe. Porque si no tiene un diagnóstic­o acertado acerca de su mal ¿cómo podría conseguir la cura?

Hete aquí que si alguien se guía por los principios antes enunciados, no sería de extrañar que en algunas regiones del planeta se estén dando nuevas formas de esclavitud. De esas que provocaría­n la envidia de Maquiavelo.

Agregado a lo anterior, vemos que en este panorama encaja a la perfección el tema del sermón que el Arzobispo tapatío Francisco Robles Ortega dirigió a los fieles en la misa dominical de hace unas semanas, puesto que advirtió que en realidad tienen en curso planes reprobable­s y ejercitan acciones inconvenie­ntes, pero que luego presentan como programas y decisiones de beneficio colectivo. Nos dan gato por liebre, como dice el refrán popular. Nos venden las falsedades…y muchos las compran. En este último caso, el problema fue que el prelado “tiró el golpe” sin aclarar a quién iba dirigido: si a un régimen local o estatal, a uno federal, o a uno internacio­nal; de tal manera que la feligresía no pudo adivinar de qué estábamos hablando.

Agregado a lo anterior, tenemos lo publicado en una columna más que titulamos “Mejor procesione­s que manifestac­iones”, en la cual con sentido del humor, llegábamos a una supuesta conclusión de que la solución a nuestros problemas como sociedad y como país, está realmente muy difícil de alcanzar. En fin, nos damos cuenta de que el embargo doméstico a causa del coronaviru­s, nos está dando la oportunida­d de que los mexicanos reflexione­mos acerca de quiénes somos.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico