EL PODER DEL LOBO
CUANDO RAÚL ANOTA O ASISTE, LA SELECCIÓN MEXICANA GANA EL 81 POR CIENTO DE SUS PARTIDOS ES DETERMINANTE CON EL TRICOLOR
Raúl Jiménez regresa a la Selección Mexicana y con él vuelve también algo de su misticismo. El delantero ha superado la dura lesión que lo mantuvo alejado de las canchas por casi un año, tiempo en el que se perdió 17 partidos del Tricolor. El hecho de que se vuelva a poner la camiseta nacional es una buena noticia no sólo en lo anímico, sino en lo futbolístico. La estadística revela que a México le va bien cuando el Lobo está en la cancha; sin embargo, cuando anota o asiste el equipo es prácticamente invencible. El delantero es lo más parecido a un amuleto.
Raúl Jiménez acumula 26 goles y 14 asistencias en 85 partidos con el Tricolor. Desde que el entonces delantero del América fue convocado en el 2013 para un amistoso contra Dinamarca, poco a poco se ha ganado su lugar, hasta convertirse en un indiscutible. De esos 85 encuentros, el mexicano ha participado de forma directa en el marcador, ya sea con goles o asistencias, en 32. Cuando eso ocurre, los números le favorecen a México de forma rotunda, al acumular 26 victorias, dos empates y apenas cuatro derrotas. Es decir, el combinado azteca gana el 81 por ciento de sus partidos cuando el Lobo es determinante en la zona de ataque enemiga.
La estadística se refuerza al conocer el otro lado de la moneda. En los 53 partidos en los que Jiménez ha tenido acción pero no ha logrado marcar o asistir, los números son mucho más parejos, al sumar 22 victorias, 16 empates y 15 derrotas.
La presencia de Jiménez en la Selección Mexicana alcanzó su punto más relevante después del Mundial de Rusia 2018; curiosamente coincidió con su llegada al Wolverhampton, club en el de inmediato comenzó a destacar. Desde septiembre del 2018, el delantero ha disputado 20 partidos con el Tricolor, 18 de ellos como titular, anotando 13 goles y asistiendo en ocho ocasiones.
El buen estado de forma del Lobo se ve reflejado en la manera en la que fue capaz de influir con su juego en el resultado. De esos 20 partidos, en 15 consiguió marcar al menos un gol o dar un pase de gol. En ocho logró perforar las redes, en cuatro asistió a alguno de sus compañeros, mientras que en tres marcó y dio asistencia en el mismo partido. México ganó 13 de esos 15 enfrentamientos, los resultados restantes son un empate y una derrota. En los otros cinco encuentros en los que el que el elemento de la Premier fue bien contenido, el Tricolor suma tres derrotas y dos victorias.
Uno de los ejemplos más claros del peso de Jiménez en el ataque del Tricolor se dio en la Copa Oro del 2019. El Lobo fue capaz de influir en el resultado en cada uno de los seis partidos del torneo. Ante Cuba, en el partido inaugural, anotó dos goles y dio una asistencia. Ante Canadá no pudo marcar, pero dio un pase de gol. Contra Martinica anotó un gol y asistió en otro. Ya en la fase decisiva el atacante mexicano marcó un gol en cuartos de final y otro en semifinales, mientras que en la gran final ante los Estados Unidos logró asistir a Jona dos Santos para darle a México el título.
En los partidos previos a su lesión ocurrió un fenómeno similar. En las dos giras por Europa que tuvieron lugar a finales del 2020, Jiménez logró interceder de manera directa en el marcador en los cuatro juegos
amistosos. Ante los Países Bajos, el atacante contribuyó con el único tanto del cotejo, contra Argelia dio dos asistencias en el empate a 2-2, mientras que frente a Corea del Sur y Japón logró marcar una anotación por encuentro. Ambos duelos terminaron a favor de la Selección de México.
“Una vez que lo dieron de alta y supimos que regresaba, sí esperamos un buen regreso, dará mucho más y en esta convocatoria estoy seguro que también marcará buenos goles para México”, fueron las palabras de su padre a la llegada de Raúl a una nueva concentración con el Tricolor.
El Lobo está de vuelta y va por objetivos grandes, tanto a nivel de clubes como en Selección. México recuperó a su amuleto, justo para la parte importante de la eliminatoria.